jueves, junio 17, 2021

Chile: Turismo pos pandemia

El Turismo en la pos pandemia.

Una noticia motivó esta columna: la recuperación de la película “Un verano feliz”, que rescata la experiencia de Turismo Juvenil y Turismo Social, desarrollado por la Dirección de Turismo, en el gobierno del Presidente Salvador Allende, cuando se construyeron los albergues juveniles en ciudades costeras y miles de niños del campo con sus familias pudieron conocer el mar. Con orgullo, puedo señalar que participé como joven profesional de ese proyecto, atesorando vivencias que me marcaron para siempre, entendiendo que el turismo es un instrumento de paz y la recreación, un derecho.

Pensando ahora en reactivar el turismo después de la actual pandemia, como forma de motivar un debate que nos permita hacer de la recreación un espacio de fraternidad, conocimiento y emprendimientos, pienso que en el mundo, en distintos momentos, se ha cruzado por hechos políticos y sociales críticos, que, lejos de paralizar la actividad turística, la dinamizaron y transformaron, apareciendo nuevas motivaciones para el intercambio, nuevos destinos y rutas, nuevos intereses especiales impensados.

Fue el caso de la caída del muro de Berlín, o la Reforma de París de Mayo de 1968, o ese sueño de los mil días, la vía chilena democrática al socialismo, que generó una gran atracción mundial entre 1971 y 1973. Como lo fueron también la recuperación democrática de los 90, pos dictaduras en Uruguay, Argentina y Chile, que provocaron un enorme movimiento turístico, académico y político, en especial de europeos que venían a analizar la nueva realidad de América del Sur. En este Siglo XXI el turismo académico y de intercambio se intensificó tras causas ambientales y de pueblos originarios, como el conflicto en la Araucanía y la realidad del pueblo mapuche, que son experiencias que se han convertido en focos de interés mundial.

Sobre la base de esas experiencias, me atrevo a afirmar que, después de la pandemia, se viene una nueva forma de turismo receptivo en Chile, para seguir el, nuevamente inédito, proceso político y social hacia una nueva constitución.

Se aprecia que, al vivirse en la conectividad de la globalización, con redes sociales que no tienen fronteras, la explosión social que vive el país desde el 18 de octubre de 2019, repercutirá en un cambio del tipo de turista que llegará al país, generándose importantes corrientes de viajeros de intereses especiales, que buscarán seguir en forma directa un proceso constituyente que ha tenido impacto mundial: el camino recorrido para ratificar un clamor popular y dar a Chile una Nueva Constitución.

El visitante que se perfila es una persona con cultura cívica, con actividad en periodismo o en ciencias políticas y sociales, que buscará a través de un acercamiento a cabildos, conversatorios, coloquios, pasantías en organizaciones sociales, seminarios especializados, seguir de cerca este proceso, ya que, a nivel internacional, se lee como una refundación republicana, como un movimiento socio político inédito, en cuanto a participación femenina, profundización democrática y participación popular.

La inteligencia del sector turismo para dar contenido a programas de intereses especiales, dependerá de la mente abierta de los empresarios innovadores, para establecer alianzas con las comunas, con las organizaciones sociales, con  universidades, gremios, colegios profesionales, organizaciones sociales, para poder levantar propuestas que sean de debate cívico, con miradas diversas y multidisciplinarias y con conocimiento de ese Chile que no se promueve en instancias oficiales, porque renace en la base social, con la política brotando en los colectivos y con nuevos movimientos políticos y sociales, con los antiguos partidos en crisis de legitimidad, por sus propias conductas cupulares.

Si se asume en el sector Turismo y toda su cadena de valor, estar frente a una oportunidad, se deberá coordinar con la sociedad civil y desde los territorios o espacios locales, una nueva impronta. Incorporando las medidas sanitarias aprendidas, se podrá ofrecer al mundo una nueva oferta turística, que incorpore un cambio cultural frente a los bienes naturales, la recuperación del agua y los territorios, con las comunas y barrios como protagonistas del cambio que estamos viviendo.

Se vienen acciones de turismo receptivo de intereses especiales, que dinamizarán la actividad de los innovadores. Mostrar a los visitantes el proceso cívico con todas las facetas que ello implica, será una tendencia en el turístico receptivo, pos pandemia, por lo mínimo durante los próximos 5 años.


Hernán Narbona Véliz. Periodismo Independiente, 18.06.2021



Una mirada libre a nuestro entorno

lunes, junio 14, 2021

Elecciones Segunda Vuelta, Gobernadores: razones probables de la abstención.

Ayer vimos en televisión una mujer de cuarta edad,  103 años que concurría a votar, dando un ejemplo de civismo y esperanza de cambios. Sin embargo, cerca de 81% del padrón electoral se abstuvo, no se levantó a votar.

¿Qué motiva esta abstención de 19,61% promedio? Démosle una vuelta.

¿Pobreza, miedo a contagiarse, el costo del desplazamiento a los locales de votación?

En esta ocasión, cabe considerar que, por la alta cifra de muertos y contagiados por el Covid,  en la víspera de esta segunda vuelta, se fijó una cuarentena total en Santiago, pero se permitió ir a votar el domingo, con el pasaje de Metro gratis. Claro que hay comunas que no cuentan con este servicio y la movilización en buses es escasa y riesgosa.

Mucha gente se quejó de que las trasladaron a locales muy alejados, existiendo otros en el mismo barrio.

¿Disposición de las mesas con un criterio de dispersión para que se respete el distanciamiento preventivo?

Quizá, pero es notorio que SERVEL lo hizo sin tener en cuenta los domicilios de las personas, la georreferenciación, enviándolas a votar a nuevos locales alejados, existiendo puntos cercanos en su vecindario o donde acostumbraba votar. Esto ha sido una torpeza, tal vez.  ¿falta de dedicación para ajustar la asignación de mesas a parámetros de geo localización? ¿acción torpe o intención de dificultar el ejercicio del sufragio?

Otra causa profunda es la falta de educación cívica, falta de información sobre la relevancia que tendrán los Gobernadores en la asignación de presupuestos a las comunas y planos reguladores regionales. Pero, cómo decía el psicólogo Ángel Bustos, puede tratarse de desesperanza aprendida, una situación psicológica en donde todo se ve negro y sin posibilidad de cambio, es bajar los brazos en conformismo.

Nada mejor para la élite dominante que esta auto restricción de las personas a cambiar el estado de las cosas. En términos similares, se podría hablar de síndrome de Estocolmo, donde el secuestrado termina enamorado de su captor y lo defiende y justifica. Debe haber algo de ello, después de 40 años de miedo insuflado a la vena de la sociedad.

Otro motivo para restarse a votar puede ser la anomia, rechazo a lo institucional, que se traduce en marchar, romper los símbolos del poder, pero sin comprometerse con votar, esgrimiendo una visión nihilista de la democracia representativa, verbalizando revoluciones, pero en la práctica sin tener vocación de querer cambiar ese modelo. Aparece una percepción de resistencia a participar en lo colectivo, individualismo, banalidad, egocentrismo, escapismo.

¿Estamos frente a una degradación ética de la sociedad permeada por los antivalores del sistema?

Vemos que la compulsión consumista es inversamente proporcional a la cultura cívica de las personas. Largas filas en un mall, en una liquidación de ropa o zapatillas, con riesgos mayores a la salud, por tratarse de recintos cerrados, aglomeración, aire acondicionado, todo un ambiente que favorece los contagios. Por otro lado, vimos ayer, casi vacíos, espacios amplios y seguros para votar, con facilitadores que distribuyen alcohol gel y ayudan a un flujo rápido de votantes.

¿Existió este domingo temor al hacinamiento en los buses o metro? Cada día y pese a cuarentenas que se pregonan pero que se relativizan con permisos para empresas de primera necesidad, en donde cabe de todo, se aprecia que el grueso de la población, por razones laborales, por búsqueda de sustento los más, ha seguido circulando como tiempos normales, siendo esto la principal causa de la escalada de la pandemia. Ésta ha crecido en número de contagiados y fallecidos por la ineptitud de la autoridad, pero también por la inconsciencia colectiva. Personas que deben salir porque nadie las ha ayudado, y otras personas que, indolentes, se miran el ombligo y juegan cada cual, su propia ruleta rusa, para ir de shopping o de fiesta. La verdad es que la pandemia nos ha mostrado como sociedad en sus flaquezas y virtudes.

En cuanto a conciencia cívica hay algo claro en las elecciones de ayer: En las comunas acomodadas, la élite sí tiene cultura cívica y defiende sus privilegios, concurre a votar, usa sus medios de  masas para  distraer, atemorizar, el anticomunismo entre ellos, les funciona, imponen eufemismos, como llamar a la derecha concertacionista, o como se dé en llamar ahora, como de “centro izquierda”, apostando de nuevo a la ignorancia y desinformación de esos millones de habitantes que siguen funcionando por la tele, por los matinales, y que son la caja negra de la política actual.

Y dentro de este juego de poder, mientras la clase política sacaba sus calculadoras, los médicos desesperados piden al Gobierno poder controlar la gestión sanitaria de la pandemia, gestión que siempre ha estado concentrada en un equipo obsecuente en torno al Presidente, quien es, en definitiva el que ha conducido estos dos años de pandemia, manteniendo un toque de queda y un estado de excepción que se contradice con esa manga ancha que concede a las grandes empresas, para que sigan funcionando, con la movilidad que hace imposible la trazabilidad de los contagios. Y , en cuanto a ayuda, el gobierno fue ágil y generoso para trasladar susidios, desde el inicio de la crisis, a los grandes grupos, a la vez que los ha mezquinado persistentemente para el resto de la población.

En un testimonio estremecedor el Doctor Juan Espinosa Huircalaf señaló, en Pauta Libre, que estamos en la tormenta perfecta, pronto superaremos los 40 mil muertos y se nos están muriendo, en promedio,  más de 100 personas diarias, entre ellos, jóvenes, además, están llegando a la UCI personas que habían recibido las dos vacunas. Reconoció que la vacunación había sido ejemplar, pero que la gestión de riesgo había sido pésima, contradictoria, ambigua, generando en la población  el falso sentido de seguridad por estar vacunados, cuando ello no es real y se debe mantener distanciamiento, mascarillas, precaución, evitando hacinamiento y movilidad.

Como corolario, mientras los hospitales colapsan y las clínicas privadas cierran sus urgencias por saturación, se instala un gigantesco negocio a costa de la pandemia: las clínicas privadas, muchas de ellas de propiedad de consorcios internacionales, han hecho de la crisis sanitaria una gran oportunidad de negocios, triplicando sus tarifas día/cama, llegando una hospitalización a valores que no cubren las Isapres ni los Seguros, lo cual deja endeudados o en la ruina, a pacientes que creían estar cubiertos ante una emergencia. Esto muestra una vez más la perversidad del modelo, donde la especulación es parte de una cultura de la muerte.

Desgraciadamente, los jóvenes no han ido a votar, en especial los de estratos populares  y eso es peligroso, porque para gobernar se requiere asumir responsabilidades, programas de acción, disciplina. Y esta palabrita “disciplina” es resistida porque se la asimila a verticalidad y autoritarismo. El individualismo, sumado al libertinaje y el clientelismo, junto con paralizar, degrada y colinda con la flojera, la madre de todos los vicios. Una doctrina de esfuerzo debiera motivar a una juventud que toma las riendas de su destino, porque ha sido vulnerada y ha tomado consciencia de ser poder; pero, el gran lastre es esa masa informe de la población, sin cultura cívica, a la que le insuflan a diario el individualismo del sálvese quien pueda, dejándola proclive a la corrupción, sin parámetros éticos. Reeducar para conquistar con esfuerzo y persistencia un país distinto es la gran tarea pendiente de la civilidad y esto es urgente para fortalecer la legitimidad de cualquier sistema político que querramos construir.  

Raya para la suma: votó el 19 % del padrón electoral, lo que significa que los que han decidido en materia de Gobernadores, salvo las excepciones de los que ganaron en primera vuelta, son una minoría, con la evidencia de una gran caja negra, palpitante, que es impredecible por su comportamiento errático o visceral. Más allá de las marchas masivas de estos 30 años y de la explosión de octubre, caben serias dudas sobre el compromiso de amplios sectores de nuestro pueblo por sumarse responsablemente a la construcción y gobernanza de un país distinto, enfocado al Bien Común.

Periodismo Independiente, Hernán Narbona Véliz, 14.06.2021

Una mirada libre a nuestro entorno

viernes, junio 11, 2021

Viviendo una vorágine


Estamos en medio de un gran cambio que nos exige abrir la mente y cambiar los paradigmas con que leíamos nuestra sociedad. Las relaciones internacionales, las locales y las personales han sido remecidas por la combinación de pandemia más crisis económica y social. Se advierte el fin del modelo de capitalismo salvaje y depredador, en el cual se normalizó el abuso y la desigualdad.

El individualismo ha sido también destructor de la cooperación y la buena vecindad. El sálvese quien pueda, que marcaba el estilo winner, va de salida, porque sobrevivir a la pandemia y la desprotección de un Estado al servicio de una minoría dominante, ha exigido volver al colectivo, a la auto ayuda, a la colaboración, a la gratuidad que se expresa en trabajar por un barrio, por una ciudad, por una región.

Esa mirada nos ha hecho abrir caminos para un país distinto. Se ha extendido como una gran ronda por la vida, porque hay que sobrevivir y salir jugando, caminando codo a codo hacia un país decente, en el que recuperemos las confianzas, rotas por la corrupción desvergonzada que se ha conocido por décadas y en impunidad.

Soplan aires de cambio en América Latina y la gran palanca para demoler los muros de la concentración de la riqueza, ha sido la consciencia del pueblo, que se reconoce soberano, que pone en práctica la igualdad de género, que proclama el rescate y el respeto de la naturaleza, que participa, debate, vigila y propone los principios de una sociedad en que se respete la vida, por encima de la iniciativa privada.

Se siente en el ambiente un gran cansancio y agobio, pero acompañado de ese coraje necesario para escribir una Constitución sin eufemismos, en donde se recupere un Estado orientado al bien común, protector del territorio y garante de los derechos humanos, sociales, políticos y económicos.

En las elecciones que hemos vivido, se ha legitimado y ratificado institucionalmente lo que se proclamaba en las calles durante  la explosión social de octubre 2019, ya que, pese a todas las argucias de la élite política, los independientes han instalado una fuerza gravitante en la Convención Constitucional, con la clara voluntad de cambiar el modelo, sin medias tintas, desmontando los pilares del neoliberalismo, esa maquinaria que permitió a una minoría enriquecerse y depredar la naturaleza, permitiendo el extractivismo  sin límites.

Se vive este domingo 13 la segunda vuelta de gobernadores y se percibe que lo nuevo derrotará a la vieja política. En Chile se vive una experiencia inédita: fuimos desde la dictadura el laboratorio donde se aplicó el capitalismo neoliberal más salvaje, que permitió monopolios y abusos a todo nivel; ahora, somos los que nos estamos sacudiendo, democráticamente, ese modelo, para instalar reglas del juego con equilibrios de poder, desconcentración de la riqueza, un Estado Responsable Garante de Derechos y una ciudadanía que vigile en forma permanente el quehacer político y la gobernanza de los territorios.

Podremos el día de mañana demostrar al mundo que hay alternativas para un país distinto, donde se viva con dignidad, cooperación y  esfuerzo. En ese nuevo Chile , la cultura deberá ser la energía espiritual que nos permita recuperar la Memoria y abrazar sin límites la creación de un país plurinacional y plurilingüistico, volviendo a ser respetados a nivel mundial.

Periodismo Independiente, 11.06.2021
Una mirada libre a nuestro entorno