Sur global por la Paz
Sur global por la Paz
Hay en la política mundial señales explícitas que demuestran el
nacimiento de un nuevo orden mundial multipolar. Propongo desentrañar la
complejidad de esta crisis mundial para tratar de ver cómo nuestra Ibero
América se puede insertar en este nuevo orden multipolar, integrada como un
bloque diferenciado, abogando por la paz, la cooperación y una real igualdad
jurídica entre los Estados.
Los aliados que integran el denominado Occidente global, EEUU, Reino
Unido, Unión Europea, Japón, enfrentan el surgimiento de un gran bloque
antagónico, los BRICS, donde Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, han
buscado romper el monopolio del dólar estadounidense, con la modificación del
orden unilateral actual, lo que ha generado una enorme fractura en la comunidad
internacional, con un gran número de países de África, América Latina y en
Pacífico que buscan ingresar a este nuevo bloque en ciernes,. De facto, la
consolidación de los BRICS ampliados (en enero 2024 se sumaron Arabia Saudita,
Emiratos Árabes, Egipto, Etiopía e Irán) , ha marcado el fin de un sistema de
relaciones internacionales neocolonial que partió con Bretton Woods, al término
de la Segunda Guerra Mundial.
Lo que se avizora en lo monetario y financiero, es la inminente caída
del dólar como moneda cuasi monopólica. Arabia Saudita ha terminado el convenio
para vender petróleo en moneda dólar. Con el fin de los petrodólares se anuncia
una nueva era en las relaciones económicas internacionales, con la apertura de
un sistema paralelo y opcional, de pagos y cobros internacionales en otras
divisas, con un, altamente probable, retorno al padrón oro, lo que significará la
disponibilidad de divisas duras, con respaldo en metálico, haciéndolas
atractivas para que los Bancos Centrales manejen sus reservas internacionales.
Recordemos que fue en el gobierno de Richard Nixon, en los 70, cuando EEUU
abandonó la convertibilidad y desde entonces comenzó la impresión de dólares de
manera irresponsable. La deuda pública norteamericana creció como una bola de
nieve, apostando a la colocación de bonos de deuda estadounidense en los
mercados de capitales. Pero, este proceso abusivo de emisión de billetes dólar,
sin mayor respaldo, fue motivando una creciente percepción internacional de
desconfianza y ha ido debilitando a EEUU, super potencia militar hegemónica que,
irónicamente, ha quedado dependiendo de los tenedores de esos bonos soberanos,
siendo el principal de ellos, China.
Lo irracional de la política exterior norteamericana es que, apelando a
su histórico poder militar, ha entrado desde el primer gobierno de Donald Trump
en una guerra comercial con el gigante asiático. Hoy, China ha pasado a ser la
superpotencia económica, que ha jaqueado a Estados Unidos, mostrándose
invulnerable frente a las supuestas sanciones de Occidente. China ha demostrado
inteligencia para tomar tecnología e innovar a partir de ella. Su estrategia
partió al inicio de los noventa con las equity joint ventures que ofreció a las
multinacionales y de esa forma capitalizó conocimiento tecnológico. Jugando las
reglas de mercado, integrándose a la OMC, se fue posicionando seductoramente
como buen socio en todo el planeta, en una estrategia colaborativa de inversión
y reciprocidad en los beneficios.
La debacle de la OTAN
La Guerra de Ucrania que está ganando objetivamente Rusia, tuvo su causa
principal en la acción expansiva de la OTAN en torno a las fronteras rusas, lo
cual se interpretó en el Kremlin, como grave amenaza a su integridad
territorial, con misiles atómicos apuntándole y amenazando su supervivencia. El
conflicto estalló el 2014, cuando Occidente propició un golpe de Estado en
Ucrania, derrocando al Presidente legítimo Víktor Yanukóvichque que sostenía la
neutralidad de Ucrania respecto a la OTAN, manteniendo buenas relaciones con
Rusia. El Protocolo de Minsk fue un acuerdo para poner fin a la guerra en el
este de Ucrania, pero hoy se sabe que fue firmado por representantes de
Ucrania, sin intención de cumplirlo. El 7 de diciembre de 2022, la ex canciller
alemana, Angela Merkel. reconoció, en una entrevista al diario alemán Die Zeit,
que los acuerdos de Minsk se firmaron con el único objetivo de dar tiempo a
Ucrania para rearmarse y fortalecerse. Las consecuencias de las sanciones a
Rusia han sido un boomerang. Primero, porque motivaron a Putin a reconvertir la
industria rusa en una gigantesca fábrica de armas; en vez de caer, su economía
creció, siguió exportando petróleo y granos; a partir de la operación militar
especial, dada la extensión de la guerra que pudo haber durado sólo meses, hoy
Rusia se ha anexado Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. Efectivamente, el
conflicto pudo detenerse el 2022, cuando se negociaba un Acuerdo de Paz en
Estambul, pero Occidente, a través del Primer Ministro inglés, Boris Johnson,
instó a Wladimir Zelenski a seguir la guerra con apoyo occidental. Una guerra
que se ha extendido con un gigantesco costo en vidas e infraestructura y que ha
servido de laboratorio o campo de prueba del armamento que ofrecen diversos
proveedores, demostrando Rusia, Irán y China que han superado en desarrollo
tecnológico armamentístico a los países de la OTAN.
La Guerra gran negocio
El impacto de la guerra de Ucrania sobre Europa ha sido desastroso. Ante la pérdida de energía barata que proveía
Rusia, Alemania lleva más de 6 meses en recesión, pero la OTAN persiste en
mantener un Estado de guerra levantando el miedo de una amenaza de Rusia a la
Unión Europea. Han transcurrido más de dos años y la conflictividad mundial
sigue creciendo. A partir del 7 de octubre 2023, luego de ataque de Hamas, estalló
la invasión de Gaza por parte del Estado sionista de Israel. Se ha normalizado
la violencia contra civiles, se ha bombardeado hospitales, escuelas,
campamentos de refugiados. Israel se ha reído de las Resoluciones de la ONU.
Somos espectadores de registros desgarradores del genocidio en Gaza.
Los intereses armamentistas buscan imponer una guerra permanente. El
intento de magnicidio contra el Primer Ministro de Eslovaquia, Robert Fico, el
accidente de helicóptero del Presidente iraní, Ebrahim Raisi, han sido
expresiones de esta guerra híbrida, cínica, que se desarrolla por interpósitos
actores, con acciones de inteligencia o contra inteligencia. La guerra extiende
sus tentáculos, se empiezan a formar alianzas cruzadas; los huties de Yemen,
con apoyo iraní, han causado daño con el bloqueo naval al tránsito de buques
por el Mar Rojo desde o hacia Israel. En África, Níger ha zafado del yugo
francés; en Asia, China realiza maniobras frente a Taiwán; Putin visita Corea
del Norte. Macrón, el impulsor de una guerra directa contra Rusia, ha perdido
las elecciones ante la ultra derecha y disuelve la Asamblea Legislativa. En
EEUU tratan de mantener a flote la economía para ayudar a Biden, pero es
notorio que la salud de este político no le permite debatir ni argumentar. El foro
con Trump se espera patético, todo gira en torno a esas elecciones de
noviembre; como patética o ridícula resultó la mentada cumbre de Paz en Suiza
que fracasó porque no invitaron a uno de los contendores.
El Sur Global por la Paz en Justicia
En política internacional hay una gran necesidad de cordura y sentido
común. La codicia obnubila a las élites en el poder y los pueblos soberanos,
deben hacer oír su voz, porque, en gran medida, el destino de occidente y la
humanidad toda, depende de estas circunstancias y se intuye que hay quienes
buscan sacar las castañas con la mano del gato porque necesitan la guerra para
seguir facturando.
Y acá en América del Sur, relativamente alejados del foco de mayor
riesgo, estamos los iberoamericanos, con un Brasil de Lula, fortaleciendo la
voz del Sur Global en los BRICS, con Bukele de El Salvador expresándose contra
la debilidad del dólar estadounidense; con Petro en Colombia cortando relaciones
diplomáticas con Israel; con Bolivia, Venezuela, Nicaragua postulando para
ingresar a los BRICS; con México y Chile sumando sus cancillerías para pedir a
la Corte Penal Internacional que investigue posibles crímenes de guerra en Gaza.
Y, contemporáneamente, en la peor pesadilla de Argentina, aparece Milei,
genuflexo ante el sionismo, tratando de traer la guerra a Sudamérica. Y la
señal que más anima a la civilidad humanista iberoamericana, ha sido la brillante
y contundente victoria de la nueva Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que
viene a continuar la Cuarta Transformación de AMLO. Ella señaló "No llego
sola, llegamos todas" y será la voz femenina de esta Iberoamérica frente a
las élites que empujan la guerra como bestias acorraladas, aferradas a su
codicia y a su cultura de la Muerte. Pero son los que van de salida.
Valparaíso, 21 junio 2024, Hernán Narbona Véliz, Periodismo Independiente,
Corresponsal del diario La Razón.cl
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