Las confianzas que debemos recuperar.
Cada día se expande el debate ciudadano en las redes sociales. Sin embargo, la dispersión de temas y la pretensión de liderar cada quien su red, juega en contra de la coherencia que se necesita para dialogar con el poder político. En la historia de este decenio, una variable sido la influencia de la farándula en los temas sociales, lo cual ha inflado egos y finalmente ha desvirtuado lasŕ ideas movilizadoras iniciales. Cuesta mantener una línea apegada a las ideas cuando el sistema, habilosamente, se traga a los líderes o los caricaturiza, alejándolos de sus perfiles iniciales. El dinero es un factor que ha jugado en contra de la organización del tejido social, porque ha metido cuñas en los movimientos. La gente se queda con consignas y en vez de usar las plataformas para generar consensos básicos para.moverse en unidad de acción, terminan al revés, utilizados por los hastag que colocan los medios oficiales, llevando las tendencias de acuerdo a los intereses de tales medios, las líneas editoriales de sus dueños y el rating de cada programa en su propia dinámica. Analizando el punto como político y comunicador social, creo que existe necesidad de conversaciones profundas, que generen comunes denominadores, nuevas confianzas y colaboración. El respeto a la diversidad, la democracia profunda que significa reducir en cada uno su pequeño dictador, es un camino que queda como un paso previo para establecer los puentes con el poder institucional. La educación cívica pasa por escuchar, sacar fuera las etiquetas superficiales y, con humildad, convencer al otro, en un sano intercambio de ideas. Confiemos en que esta propuesta republicana, pluralista y aglutinante, pueda reconstruir esa masa crítica de líderes con manos limpias, que, a.mi juicio, es el principal requisito para volver a caminar confiando en el otro ciudadano, vecino o compañero de ruta, camaradas todos en una nueva utopía. 12072005
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