jueves, noviembre 30, 2006

Calentamiento Global: Bush pierde demanda en la Corte Suprema











Un punto a favor del planeta: Bush pierde pleito por emanaciones contaminantes.

periodismo.probidad@gmail.com

Rescatando una legislación que fue dictada por Richard Nixon en 1970, una docena de estados y numerosas ciudades han demandado al gobierno para que tome medidas de prevención de la salud pública, las que significarán establecer controles y límites a las emisiones de bióxido de carbono que producen los vehículos.

Tomando como base legal las regulaciones que se remontan a 30 años atrás, la Corte Suprema ha abierto un camino para que Estados Unidos reduzca la contaminación aerotransportada, fijando límites a las emanaciones de carbono que produce el parque automotriz norteamericano. Los EE.UU., con 5 por ciento de la población del mundo, son responsables de 25 por ciento de las emisiones de gas, que provocan el efecto invernadero, lo que se explica por ser poseedores del 37 por ciento de los vehículos del mundo.

As{ lo informó Andrew Buncombe en un reportaje publicado en Common Dreams, señalando que la Corte Suprema notificará al gobierno y a la Agencia de Protección Medioambiental, Environmental Protection Agency (EPA), para que tome acciones frente al calentamiento global.

Hasta la fecha, la administración Bush había rechazado en varias ocasiones fijar límites a las emanaciones, argumentando que ello dañaría la economía. Una de las primeras cosas que George Bush hizo al asumir el 2001 fue señalar que los EE.UU. no suscribiría el Protocolo de Kyoto. Como antecedente judicial de esta sentencia a favor de los medioambientalistas, estuvo un fallo anterior favorable al gobierno, emitido por una Corte menor, que había sido apelada ante la Corte Suprema. Esta resolución del tribunal supremo marca una jurisprudencia importantísima para que se tomen medidas en la superpotencia frente al calentamiento global. El gobierno de Bush ha estado asesorado por grupos de la industria automotriz que se han resistido a que se fije límites a las emanaciones generadas por el parque automotriz.

De cualquier forma, es esta una noticia que sienta un precedente muy importante para el futuro, toda vez que abre para el próximo gobierno demócrata, un espacio legal expedito para proceder a la regulación de tales emanaciones tóxicas, exigiendo posiblemente el retiro de circulación de automóviles que no cumplan las normas que se fijen.

30/11/06



Una mirada libre a nuestro entorno

La democracia imperfecta y la prensa libre

LLAMADO DE ALERTA por el futuro de la prensa libre en Chile. Un impactante reportaje de Arturo Muñoz, Editor de Prensa Humanista.
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miércoles, noviembre 29, 2006

Construir un modelo económico que potencie a la clase media

Rescatar una economía basada en principios de solidaridad y cooperación, que sirva a la gente de trabajo, a los emprendedores, a la clase media que se ha visto pauperizada por el modelo neoliberal.

Se trata de trabajar con imaginación y compromiso para recuperar los estilos cooperativos, fortaleciendo las organizaciones de base.

El modelo neoliberal se impuso por la fuerza y de manera dogmática. Ha fomentado el individualismo con un capitalismo salvaje. La Concertación abandonó su programa inicial, en cuya redacción participé como muchos profesionales demócratas que rechazábamos los amarres al modelo heredado de la dictadura.

Ese plan de gobierno apuntaba a promover a los sectores medios, dándole al Estado un rol responsable antes que subsidiario, con capacidades de regulación y fiscalización efectivas. Pero en los gobiernos sucesivos de perdió ese norte y los tecnócratas apostaron al exitismo, al modelo extractivo y a una estrategia de crecimiento y chorreo. Ese modelo ha demostrado su inequidad . ya que ha visto ineficaz para eliminar la brecha entre pobres y ricos y ha sido concentrador de la riqueza.

Por lo tanto, es necesario una voluntad política para ir a un cambio del modelo, lo que significa plantear con valentía cambios profundos, por ejemplo, creando una AFP pública, rescatando el rol promotor del Banco del Estado como regulador de las tasas del mercado financiero. Promover la diversificación exportadora con instrumentos de promoción tecnológica y asociativa, vale decir, construir una vía que reconozca el mercado como asignador de recursos, pero con un Estado que desarrolla una planificación indicativa con capacidad para inversión directa, cuestión que hoy le está vedado por los principios constitucionales que no se han tocado.

En materia de reingeniería política es preciso recuperar el tejido social de las juntas vecinales, establecer la consulta ciudadana, el Ombudsman o Defensor del Pueblo, la fiscalización social de los actos públicos del gobierno y de los legisladores. Esa es la esencia de un modelo democrático participativo. Agregar a esto la descentralización para potenciar las regiones. En el modelo actual ganan los grupos económicos que controlan los principales recursos productivos y servicios. abrir espacios para la clase media debe ser parte medular del cambio a este modelo inhumano.

No se trata de plantear nostalgias inconsistentes, sino de construir para el siglo XXI una economía que sirva a las mayorías, sin paternalismos, premiando el esfuerzo, la competitividad, el cooperativismo y la asociatividad, Aplicar impuestos directos y franquicias que premien la diversificación productiva exportadora, son elementos que permitirían redistribuir el ingreso,

Todos estos son aspectos medulares de un camino diferente, que sintonice con las aspiraciones de los sectores medios de nuestro país.

En esta búsqueda de racionalidad para generar un sistema sin etiquetas, es necesario abrir espacios para escuchar propuestas sin miedo a reinventar la cooperación.




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lunes, noviembre 27, 2006

Estados Unidos y su nuevo Vietnam


Los episodios cotidianos de Irak son apenas un puñado de imágenes en el noticiero central. El número de bajas de las fuerzas de ocupación se eleva sobre los 2000 muertos en combate, sin que se conozca el número exacto de heridos. La cifra de víctimas civiles iraquíes, se dice que supera las 40 mil. Pero el infierno no admite ser reducido a simples cifras. El horror desplaza a los iraquíes de las ciudades, la guerra civil entre chiitas y sunítas se precipita. El odio lleva a situaciones dantescas, como fue quemar vivos a suníes como represalia del atentado en contra de un barrio chiita, sufrido días atrás y que provocó más de 160 muertos y centenares de heridos.

Para Estados Unidos es este el umbral de una derrota anunciada. Los halcones de Bush lo único que buscan ahora es retirarse y ver cómo preservan sus intereses petroleros en la zona. La guerra se ha perdido, la situación del país es incontrolable. Donald Runsfeld, ex Secretario de Defensa, ha sido denunciado de haber autorizado las torturas a los presos de Irak . Se comenta en la prensa norteamericana que Condolezza Rice sería la próxima en caer como otro chivo expiatorio del fracaso de George W. Bush.

Los demócratas entran con energías renovadas al poder para recuperar las libertades civiles, eliminar la Ley Patriot, pero el tema de Irak y oriente medio la heredan con toda su complejidad y constituyen una piedra en el zapato difícil de resolver. Por ello, con pragmatismo, Estados Unidos ha pedido el apoyo de Siria e Irán para poder solucionar la escalada de muerte y el caos que destruye Irak. La tozudez de Bush al hacer condenar a Sadam Hussein, convirtiéndolo en mártir, ha echado más leña a la hoguera.

Desde el patio trasero de la superpotencia nos acostumbramos al horror lejano. Sin embargo, en los escenarios globales esta debacle norteamericana puede precipitar un período recesivo que nos puede afectar profundamente.

Quizás si su liberación de las fuerzas imperiales pueda abrir en Irak espacios para un entendimiento entre chiitas y sunitas. Pero esto es quizá utópico, toda vez que el odio y el daño recíproco que se han provocado no tiene retorno. Posiblemente, el día después del retiro de las tropas invasoras, continúe una guerra civil religiosa cuyos detalles desconoceremos, pero que puede culminar reacomodando el mapa de la región, tal como ocurrió con Yugoslavia y las guerras de exterminio que se sucedieron a su desaparición en los años noventa.

El riesgo de que se puedan utilizar armas nucleares comienza a ponderarse como una variable tenebrosa e incontrolable en medio del caos que ha dejado tras de sí la superpotencia. El hombre es el único en tropezar dos veces con la misma piedra. Estados Unidos enfrenta un nuevo Vietnam y el número de bajas norteamericanas equipara ya el número de víctimas de las torres gemelas. ¿Hasta cuando el horror?





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miércoles, noviembre 22, 2006

LAS JUSTAS DEMANDAS DE LA ANEF


Los empleados fiscales se movilizan y realizan hoy un paro de advertencia, en medio de negociaciones con el gobierno para exigir un aumento de remuneraciones, la ampliación de las plantas para terminar con el empleo precario de los funcionarios a contrata y a honorarios, y medidas para solucionar el daño previsional de arrastre que ha afectado a los funcionarios públicos.

Frente a las situaciones de corrupción que se investigan, la ANEF ha planteado su interés por preservar el prestigio histórico de la administración pública chilena, pues sus funcionarios de carrera son por regla general honestos y esforzados, ajenos a las malas prácticas, pues ellas, de acuerdo a las evidencias de los muchos casos conocidos, se gestan en los niveles de exclusiva confianza, personeros que llegan al Estado sobre la base del cuoteo político, donde toman decisiones por encima de los funcionarios de carrera.

Los funcionarios públicos estan conscientes de que el Estado se debe fortalecer para así eliminar los riesgos de corrupción, pero esto exige que junto con modernizar las instituciones fiscales, el Estado debe remunerar a sus funcionarios con rentas dignas, acorde con su función. Situaciones de empleo precario que han mantenido sucesivos gobiernos, atenta contra los principios de la modernización pretendida.

La ANEF exige un reajuste del orden del 8% mientras el gobierno quiere dejarlo en 5%. En cuanto al bono por término de cpnflicto, la ANEF plantea un trato equitativo, con un bono parejo de 100 mil pesos, lo cual es mínimo si se le compara con los bonos obtenidos por los trabajadores de Codelco, que obtuvieron compensaciones por término de conflicto de 8 a 11 millones de pesos. No es comprensible que existan estos privilegios, siendo todos servidores del Estado y considerando que los recursos del cobre son de todos los chilenos.



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sábado, noviembre 18, 2006

BUENAS PRÁCTICAS, UN DESAFÍO TRANSVERSAL


BUENAS PRÁCTICAS, UN DESAFÍO TRANSVERSAL

Hernán Narbona Véliz

periodismo.probidad@gmail.com

La necesidad de generar una nueva forma de hacer política y de gestionar el Estado se extiende en nuestro país, al menos en los sectores medios más conscientes e informados, que se sienten desencantados con las malas prácticas que se han implantado en Chile, en diversos ámbitos y épocas. La percepción ciudadana de desconfianza en las instituciones es de alto riesgo, porque va haciendo perder legitimidad al sistema democrático, lo cual deja pie a reminiscencias autoritarias o anarquistas, que pueden llevar a impredecibles explosiones sociales.

Como reacción a la realidad de malas prácticas, que repulsa a la ciudadanía, comienzan a generarse movimientos que se alejan de la lógica de izquierdas y derechas, cruzando las tiendas partidarias históricas y que tienen como comunes denominadores valores de ética pública que procuran buenas prácticas en el quehacer público y privado.

Entre esos principios se destaca la necesidad de que los propios partidos políticos se saneen de sus estilos clientelistas y caudillistas, caminando a una democratización interna que ponga fin a los estilos “instrumentales” que dan espacio para todo tipo de acciones “pragmáticas” como el secretismo y las “operaciones políticas” de financiamiento de campañas. Complementariamente, a quienes detenten cargos de autoridad y de dirección pública, se les debe exigir responsabilidad y rendición de cuentas. Otro aspecto es el acceso a la información y el término del secretismo. Consecuentemente, todos los actos públicos deben realizarse con transparencia. Del mismo modo, la actuación de cualquier servidor público debe enmarcarse en los principios y reglas de probidad que están por demás fijadas en la normativa vigente, y, finalmente, debe abrirse espacios a la participación ciudadana para que fiscalice con potestad el funcionamiento del Estado, en defensa del bien colectivo.

En medio de un clima enrarecido por acusaciones cruzadas al interior de la clase política que ha tolerado situaciones impropias o ilegales, sectores conscientes de la sociedad chilena están tratando de sumar redes de coordinación transversal, asumiendo que los problemas de corrupción en Chile son un tema de Estado y que Chile se encuentra en un momento de inflexión, en donde las alternativas son caer en la trampa de tapar las malas prácticas o plantear un borrón y cuenta nueva con cambios de fondo al sistema político representativo y a la modernización del Estado.

La primera opción profundizaría el relativismo ético en que se han incubado las acciones corruptas y se traduciría en cerrar mediáticamente los episodios que han trascendido, apostando a la mala memoria de la opinión pública y a la capacidad de los medios oficiales para distraer la atención de la opinión pública. Este camino llevará a una discusión bizantina entre el gobierno y la oposición, sin arribar a nada, salvo el común interés de dejar todo discretamente sumido en un manto de olvido o saturación.

La segunda alternativa es que la Presidenta Michelle Bachelet decida una cirugía mayor, asumiendo los costos políticos del esfuerzo, marcando un antes y un después, aunque con ello lesione intereses corporativos de la coalición gobernante, incluso al límite de que debiesen redefinirse los liderazgos y generar un gran recambio al interior de los actuales partidos que la integran. Lo cual sólo podría llevarse a cabo y legitimarse, con la inclusión de una ciudadanía organizada en esa toma de decisiones.

El gran problema de empujar la responsabilidad en la gestión pública (accountability) y una supervisión ciudadana de los actos públicos, es que el grueso de la clase política se resiste a ser fiscalizada por la ciudadanía organizada o por organismos independientes como lo serían los Ombudsman o Defensores Ciudadanos, en los diversos ámbitos del quehacer económico en que ellos pueden tener presencia.


La toma de conciencia de que estamos al borde un abismo, ha generado una discusión social que ya no pasa por la simplificación electoralista de izquierdas, centros o derechas, sino, fundamentalmente, por la necesidad de repensar el Estado, dotarlo de potestades suficientes como para marcar un camino de desarrollo, exigiendo responsabilidades y rendiciones de cuentas a las autoridades del gobierno de turno y a los representantes populares en el ámbito legislativo, regional y comunal, todo lo cual significa la sentida aspiración de migrar desde la seudo democracia representativa a una democracia participativa, en donde la sociedad civil junto al Estado organizan sistemas de toma de decisiones con transparencia, pensando en las generaciones futuras y procurando la equidad.

18/11/06




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sábado, noviembre 04, 2006

viernes, noviembre 03, 2006

Las comidas y la política.


Las comidas y la política.

periodismo.probidad@gmail.com

Comer juntos es un rito de la política criolla. Que se remonta quizás a los viejos clubes radicales, cuando una mesa bien regada permitía construir alianzas, fijar negocios, generar una red de favores que ayudaban a que “todos ganaran” a partir de ese rito de comer juntos. Los buenos chunchules, las parrilladas, el vino prestigioso, cimentaron, sin duda, importantes leyes republicanas. El régimen militar duró tanto, entre otras cosas, porque los milicos le tomaron el gustito también a la política regada y sazonada. “Comer juntos” es hoy un espacio delicado, que puede marcar la frontera entre buenas prácticas comunicacionales y corrupción.

Invitar a comer para solucionar problemas personales, para despedir a un funcionario o para reponer las confianzas, ha sido parte de la cultura organizacional en los ámbitos públicos y privados. Pareciera ser que comer juntos constituye un espacio personal que al compartirse permite empatizar, relaja la relación. Comiendo, pero talvez sin saber qué se saborea, hacer brindis orientados a la negociación, proclamar la amistad incondicional, cuando se espera, quizás, una noticia lapidaria.

Los manteles largos ofrecen tentadores espacios para los funcionarios no habituados a ellos, instalan una relación de pseudo amistad, donde los poderosos bajan de sus espacios dorados y rutinarios a compartir con personas de medio pelo, pero poderosas en materias que interesan. Entonces, el anfitrión se pone simpático, amigable, ladino. Invita a sitios exclusivos, moviliza al invitado en autos elegantes, les deja asomarse al boato de los sitios que están lejanos para los invitados, pero que podrían acercarse si algún favor se pudiera lograr de esta regada invitación.

El poder conlleva a estas prácticas peligrosas. Porque imperceptiblemente el funcionario comienza a aclimatarse a ese trato y se llega a asumir como algo natural. Favor con favor se paga. Las redes comienzan a darse en forma natural y la clase dirigente empresarial se va imbricando con los amigos del lado institucional, con representantes populares o servidores públicos que pierden el norte de su cometido y comienzan a ser funcionales a las peticiones o influencias de los “amigos privados”.

Estas prácticas se dan al filo de la ley. Conforman una suerte de antesala a las acciones impropias, donde se comienzan a relacionar de manera incorrecta los interlocutores públicos y privados, perjudicándose el bien común.

Las comidas también sirven para dar espaldarazos a líderes políticos, gremiales, académicos o empresariales. Es una forma común de agasajar a quien ha llegado al éxito o a quien se aleja de él. Corren las listas para adherir y compartir un frugal plato, que normalmente llega frío, y por el cual se ha pagado una suma importante. Estar allí es parte de las lealtades y del costo de pertenecer a ese mundo.

En definitiva, en las culinarias prácticas del poder, quienes ganan son los establecimientos que cubren estos eventos “fraternales”, ofreciendo los platos clásicos o sofisticados, para satisfacer el paladar de contertulios, correligionarios, compañeros, camaradas, colegas o amigos.

En esas instancias suelen olvidarse algunos principios, por lo que es más recomendable tratar esos asuntos con agua mineral y en horario de desayuno.

03/11/06


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