sábado, marzo 14, 2009

Aduanas de Chile y su proyección histórica al Bicentenario



Aduanas de Chile y su proyección histórica al Bicentenario

Hernán Narbona Véliz (*)

El Director Nacional de Aduanas, Sergio Mujica Montes, ha sido postulado a la Vice Secretaría General de la Organización Mundial de Aduanas, organismo que integra como miembros a las Aduanas de más de 174 países, función que asumiría el 2010, el año del bicentenario de la República. La Subsecretaria de Hacienda, María Olivia Recart, y el Subsecretario de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, presentaron oficialmente la candidatura de Sergio Mujica para el cargo de Vicesecretario General de la Organización Mundial de Aduanas, OMA. Este puesto es el segundo más importante de la organización, que agrupa al 98% del comercio internacional.

Esta es una noticia relevante, pues implica un reconocimiento internacional al rol de vanguardia que ha mantenido la Aduana chilena en materia de modernización, con la simplificación operativa y una gestión proba y transparente que le ha permitido asumir con éxito sus dos funciones fundamentales. Por una parte una fiscalización inteligente para erradicar los ilícitos y la evasión tributaria, y, por otra, la facilitación operativa del lícito comercio que se traduce en la simplificación normativa y la automatización de procesos.

Las raíces históricas de una evolución institucional exitosa deben ubicarse en la historia institucional que se remonta a la Colonia y que destaca durante el nacimiento de la República, cuando Aduanas era el brazo del Estado que ejercía funciones de seguridad fronteriza, de recaudación de tributos y de servicio de correos, en suma, el organismo con el cual el Estado de Chile fue ejerciendo su soberanía en las fronteras, antes que la organización de las ciudades en torno a los municipios fuese integrando el territorio. La Aduana estaba presente con sus avanzadas, particularmente en las fronteras norte que, heredadas del virreinato, se ubicaban al sur del Río Loa.

En la Aduana de Chañaral, cuya jurisdicción cubre la extensa región de Atacama, se ha creado un Museo Aduanero, el cual, con el apoyo de Fondart, ha permitido realizar un relevamiento histórico que es oportuno destacar. En estudios realizados por el Académico de la Universidad Arturo Prat y operador cultural, abogado Raúl Soto Villaflor, se ha podido rescatar el valioso papel que jugó la Aduana en el siglo XIX, acompañando como brazo del Estado las exploraciones mineras que fueron realizando pioneros del Desierto de Atacama entre 1830 y 1879.

Ese período poco analizado de nuestra historia patria demuestra a la luz de los documentos administrativos recopilados, que la Aduana de Chañaral fue la base del posterior Departamento de Chañaral y su jurisdicción efectiva alcanzaba hasta la caleta de Mejillones, siendo entregada en esa época la construcción de los puertos del norte, como Paposo, Taltal y Pan de Azúcar, a los emprendedores mineros que exploraron esos territorios del llamado Desploblado de Atacama, iniciando sus proyectos extractivos.

En este proceso de rescate histórico, se pudo reivindicar el gran papel histórico jugado por un servidor público, aduanero, escritor, periodista y experto en minería, Don Máximo Villaflor, que ejerció el cargo de Administrador de Aduana de Pan de Azúcar entre 1865 y 1890. Durante su gestión Máximo Villaflor se especializó en minería y postuló la colonización del desierto y, en artículos y cartas a su amigo Benjamín Vicuña Mackenna, instaba al gobierno central a industrializar la actividad extractiva para potenciar las fronteras de Chile frente a sus vecinos. Tan audaz y adelantado fue su planteamiento que el mismo fue presentado al Congreso por José Victorino Lastarria y el propio Vicuña Mackenna, aunque sufrió la insólita oposición de Pedro León Gallo, quien había liderado como caudillo regional de Atacama el alzamiento y revolución en contra del Estado Unitario de Chile, gesta en la cual terminó derrotado y viviendo en el exilio. Cuando se reintegra a la política, Pedro León Gallo peca de desmerecer la potencialidad de ese despoblado y con ello hace fracasar la iniciativa que llamaba a colonizar el desierto desde Chañaral al norte, lo cual significaba promover corrientes migratorias europeas, especialmente germanas. En la interpretación de esos hechos históricos uno se permite inferir la injerencia que pudo haber tenido en esa decisión de Pedro León Gallo la influencia del imperio inglés, a quien objetivamente no convenía la intromisión de países continentales europeos en su área de influencia. El hecho fue que se perdió una oportunidad histórica, por ignorancia de la riqueza que encerraba el desierto.

La historia, hasta ahora no había hecho justicia a este visionario funcionario aduanero, patriota, involucrado en la política nacional con mayúsculas y a quien se ha rescatado ahora con el proyecto Fondart Museo Aduanero de Chañaral, que nos ha permitido esta investigación histórica que demuestra que las Aduanas de Chile fueron, son y serán un pivote de la soberanía nacional, en constante defensa de los intereses superiores del Estado y la Nación.

En la historia de la Aduana los lazos con la cultura y la política fueron constantes, lo cual permite exhibir personajes ilustres como Máximo Villaflor, Rubén Darío, Víctor Domingo Silva, lo que nos habla de un patrimonio cultural que fue nutriendo la esencia republicana y democrática de la Aduana chilena.

Hoy, con orgullo podemos exhibir una Aduana altamente automatizada, con una política de mejoramiento continuo que se manifiesta en la certificación de sus procesos de despacho en la norma ISO 9000, con una creciente profesionalización de su personal, con una gran mística corporativa que le ha permitido desarrollar con éxito las diversas funciones que se han derivado de las nuevas tendencias del comercio mundial. La aplicación de tecnologías no invasivas y el ejercicio de una presencia constante en nuestras fronteras, han hecho de la Aduana chilena un servicio que coadyuva en materia de seguridad, lucha contra los ilícitos como el tráfico de drogas, la piratería, la pornografía, el saqueo de patrimonio arqueológico, cultural y religioso, la protección de especies en extinción, con una coordinación permanente con otros servicios intervinientes en el comercio exterior.

El nivel profesional de nuestra Aduana ha hecho que constituya un modelo a seguir, lo cual se expresa en el mérito de ser hoy postulado su Director Nacional para un cargo de primer nivel en la Organización Mundial de Aduanas.

Sergio Mujica Montes ha liderado con energía renovada un equipo directivo que se ha ido integrando gradualmente a través de concursos de Alta Dirección Pública, desarrollando una gestión del conocimiento que permite encarar los permanentes desafíos que surgen en la función multidimensional de la Aduana del Siglo XXI.


Atacama, 14 de marzo de 2009.

(*) Administrador Público, Poeta y Escritor.



Una mirada libre a nuestro entorno

1 comentario:

gustavoiquique dijo...

Y para la presidencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas Zambia está postulando un boy scout.