domingo, septiembre 28, 2025

Reflexiones sobre Integración Regional

 

Reflexiones sobre Integración Regional

Me plantea un amigo, Ricardo Benítez Latorre, que  haga un diagnóstico de la situación del proceso de integración con Argentina lo que me lleva a un área en la que he trabajado casi toda mi vida profesional, ya que residí en Buenos Aires por 8 años, después, en los 80, dirigí el proyecto del Consejo Académico de Integración en el eje Valparaíso- Mendoza (partió en la UCV, Escuela de Ingeniería de Transporte, con una serie de acciones de cooperación de gran importancia política en la recuperación democrática). Después trabajé con las Cámaras de Mendoza, Córdoba, Rosario, Buenos Aires, como consultor de CICOM-OEA, Centro Interamericano de Comercialización, desarrollando muchos programas de cooperación. Después, el 2002, cuando me reintegré al Servicio Nacional de Aduanas, estuve 7 años como Administrador de Aduanas en Chañaral, cubriendo toda la región de Atacama, donde nos conocimos, impulsando el Comité de ATACALAR  en materias de Integración Física, a cargo de los pasos fronterizos de San Francisco y Pircas Negras, con actividades de colaboración con las Gobernaciones de Córdoba, Tucumán Santiago del Estero, La Rioja y Catamarca. Además, en el eje de Antofagasta con Salta y Jujuy, trabajamos en Zicosur, en los corredores bioceánicos del eje Capricornio, entre Brasil y Chile. Puedo decir que soy un Senior en materias de integración, más que por una sentida  convicción intelectual, por acciones y vivencias profundas en las que he tenido la suerte  de participar.

Respecto a cuáles han sido los altibajos de este período, puedo señalar lo siguiente:

1.  Durante los años 80, luego de firmado el Acuerdo de Paz y Amistad Perpetua de 1985, se generó un gran acercamiento a nivel de sociedad civil con la Argentina, donde la experiencia cívica trasandina era un modelo, y eran un aliado natural por haber recuperado la democracia después de las Malvinas. Por ello creamos puentes político-culturales para pensar en cooperación bilateral. El Consejo Académico de Integración que creé en la UCV con las Universidades de Valparaíso y Cuyo, constituyó un puente para impulsar la integración física, económica, comercial y académica. Este proyecto llegó a los 90 y allí al regularizarse la institucionalidad democrática, el eje Cuyo Valparaíso perdió fuerzas y lo absorbió el eje central, Buenos Aires-Santiago, con una dinámica oficial entre países que ya habían recuperado la democracia representativa y donde la sociedad civil perdía protagonismo.

2.  En los 90 la inserción internacional de Chile hacia los mercados mayores, vía apertura unilateral de su comercio exterior y negociación de TLC o Acuerdos de Asociación Política, fueron la prioridad de RREE y la integración regional bajó en prioridad. Sin embargo, Mercosur siempre ha sido un socio estratégico pues representaba más del 20% de las exportaciones chilenas. En el período la DIFROL organizó los Comités de Integración y se fue avanzando gradualmente en la cooperación fronteriza, en la definición de obras públicas estratégicas, complejos integrados, proyectos de envergadura para vertebrar la conectividad, con pasos como Jama, San Francisco, Horcones-Libertadores, Cardenal Samoré en Osorno. Chile ofreció siempre una economía abierta a la cual podían ingresar los argentinos para radicar sus negocios sin barreras, pero, mi apreciación es que del lado trasandino no se apreció bien esta oportunidad, salvo a nivel de grandes empresas o de multinacionales. Cabe destacar las inversiones chilenas en el retail argentino y el Acuerdo Minero Binacional que favoreció a empresas extranjeras con un marco excepcional a lo largo de la frontera entre ambos países. Sin embargo, a nivel de empresas medias no se ha producido un tejido de intereses que haya caminado hacia la complementación industrial, quizá por el sesgo exportador extractivo en que se ha movido la economía chilena y la pérdida de competitividad de la industria frente al fenómeno manufacturero de China, que ha inundado los mercados con precios imposibles para nuestras economías de escala. En este sentido, sin un marco protector, ni en Chile ni en Argentina, los sectores medios no estuvieron en condiciones de levantar proyectos sólidos de complementación industrial, que era a lo que se aspiraba en los 80.

3.  Los cambios políticos internos inciden demasiado en la suerte de los procesos de integración regional. El federalismo de Argentina está cruzado con escenarios políticos internos variables, con mucho caudillismo y luchas internas, que impactan con cambios en los interlocutores y falta de continuidad en la ejecución de programas, o falta de financiamiento para obras con compromisos heredados de otras administraciones. Esto desgasta la relación a nivel de Comités y la solución sería que lo medular de la cooperación a nivel de Comités funcionase por dinámica privada y no pública, toda vez que a nivel de cámaras hay continuidad, no así en los planos públicos. Del lado nuestro, el Ministerio de RREE se ha abocado a la negociación de múltiples acuerdos de apertura comercial, manteniendo a nivel rutinario las relaciones con los vecinos inmediatos, sin grandes proyectos que hayan alcanzado u nivel importante de ejecución. Hay compromisos que se dilatan, como el corredor por San Francisco, el túnel por Aguas Negras en Coquimbo, el túnel a media altura Juncal-Las Leñas en Los Libertadores. Quizás, ahora, en medio de la crisis global , pueda cobrar nuevamente prioridad la obra pública regional, con su impacto reactivador, pero hasta aquí es sólo una expresión de deseo.

4.  El desafío de la integración regional ha incorporado otros tips y uno de ellos es el de la matriz energética integrada, donde ya se habla de compensación, de redes integradas, de comercio de energía o gas en marcos regionales. Otra área de colaboración es el área de defensa nacional. Pienso que ha faltado decisión estratégica de los Estados para dar conducción a la Integración física, en orden a gestionar obras de infraestructura que se consensuen como estratégicas para ambos países y que dichas decisiones no se distorsionen por demandas regionales coyunturales y relacionadas al momento político interno en ambos países. En este plano, los privados sólo pueden esperar o tratar de influir, pero son ámbito estratégico público y para ello debe haber voluntad política y compromiso con la Integración Regional. Hay herramientas vigentes para comerciar con uso de compensación (Acuerdo de Créditos Recíprocos de ALADI) las cuales pueden ser rescatables si la crisis global mengua los retornos por exportaciones en nuestros países.

Son los puntos que puedo resumir en esta rápida reflexión a la que me has motivado gentilmente, lo cual se agradece. Y espero te sirva para el diálogo con los hermanos de Córdoba. Puedo referirte, adicionalmente, que soy Asesor Académico y estoy reconocido como Especialista en el MBA DE Comercio Internacional de la Universidad Nacional de Córdoba, donde he dictado la cátedra Dirección de Negocios Internacionales. Es un vínculo académico que aprecio mucho y por ello lo destaco.

Valparaíso, 12 de marzo de 2021.

Experiencias de asociatividad, alternativas de equidad

 

Experiencias de asociatividad, alternativas de equidad

 


Escribo este reportaje para conversar de la experiencia vivida en el plano de la cooperación internacional, la cual puede ser importante de conocer por las nuevas generaciones de profesionales. Se busca superar el agobio que causa una realidad de capitalismo salvaje y demostrar que otro modelo es factible. Que la alternativa de una economía a escala humana, sustentable, no sólo es una urgencia de sobrevivencia frente la concepción depredadora, cortoplacista, que inspira los proyectos en la óptica neoliberal, sino que, además, es posible si se articulan voluntades y compromisos, con lealtad y sueños.

Como autor especializado en Comercio Internacional y Negociaciones Internacionales y como un aporte a esta compilación de #LaMemoria, me remonto a la experiencia desarrollada como consultor en proyectos relevantes que  Chile debe preservar. Hay aristas poco comentadas, quizá por el ámbito técnico jurídico que implica su abordaje, como lo son la Gestión Pública, las Políticas de Comercio Exterior y las Relaciones Internacionales. Creo importante aportar testimonialmente lo que desde estas disciplinas me ha tocado vivir.

Como profesional aduanero, Administrador Público con Mención en Administración Aduanera de la Universidad de Chile, 1970, soy actualmente Especialista Senior en Aduanas y Negocios Internacionales, Valoración Aduanera y Minería. Con 48 años de vida profesional, he alcanzado una expertise que va de lo técnico a lo político, con experiencia en proyectos público privados en diversos países de América Latina y el Caribe. En los dos periodos servidos en la Aduana chilena, sumando 20 años, he asumido roles directivos y de staff. Estuve  10 años  en la Gerencia de Exportaciones en el sector privado, en Argentina y Chile. 18 años de mi vida profesional transcurrieron en organismos de cooperación  Internacional, desarrollando misiones y proyectos por distintos países de América Latina y el Caribe, compartidos con la Cátedra y la Autoría especializada en Comercio Internacional. Las circunstancias de lo vivido explican esta diversidad. A los 23 años, 1973,  hubo que reinventarse y mi decisión fue jugar con mis capacidades en un mundo abrupto que demolía sueños y utopías, pero lo hice sin recurrir al exilio, ya que eso me habría significado cortar lazos de manera indefinida con mi tierra y mi familia.

Siempre he tratado de mantener los principios y ser consecuente con ellos. Como exonerado político del Servicio Nacional de Aduanas, a partir de febrero de 1974, mi opción fue insertarme laboralmente  en mi espacio profesional y lo logré en Buenos Aires, postulando a través del diario Clarín a sendas búsquedas gerenciales, las que gané compitiendo lealmente. Al volver a Chile, en 1982, asumí recién que estaba en la lista negra de la dictadura, lo cual junto con ser un alto honor, me obligó a buscar opciones a nivel internacional.  En el periodo 1985-1995, participo como Consultor del Centro Interamericano de Comercialización, CICOM-OEA, agencia especializada que era en sí misma una alianza estratégica entre el gobierno de Brasil, la Fundación Getulio Vargas y la Organización de Estados Americanos, con el fin de apoyar el desarrollo de proyectos asociativos, cooperativas, consorcios, joint ventures, prestando asistencia técnica a instituciones de gobierno, cámaras empresariales y  universidades, apoyando proyectos basados en la colaboración, como facilitador o articulador de entendimientos exportadores.

 

En Chile, a fines de los 80, fui parte del Proyecto la Política Internacional de Chile en los Noventa y muchas propuestas basadas en colaboración, industrialización y cooperativismo exportador, fueron despreciados por los gobiernos de la Concertación, cuando las élites declinaron esa propuesta de una Segunda Etapa del Proyecto Exportador chileno y adoptaron y se aliaron con el modelo concentrador del neoliberalismo. Frente a esta frustración política en el Chile de la transición, volqué mis esfuerzos profesionales de Consultoría incorporándome a organismos de cooperación, como ALADI, el PNUD y el BID, desarrollando misiones para modernización aduanera, para generación de políticas públicas de promoción de exportaciones; organización de proyectos asociativos; organización de consorcios en distintos países de la región, en contextos políticos muchas veces de gran riesgo, pero sin cejar en el avance la cooperación con gran mística y compromiso. Muchas veces vi pasar gobiernos, Ministros de Hacienda y hasta Presidentes de la República, pero como la concepción de la cooperación era de Estado, los buenos programas y proyectos flotaron pese a las turbulencias.

 

En ese contexto, tuve la suerte de abrir espacios desde la opción asociativa en materia de negocios internacionales y políticas de fomento a las exportaciones. En los 90 el mundo vivía el embate neoliberal. La globalización era el nuevo paradigma. ¿Cómo procurar que las economías intermedias, productivas y manufactureras de mediano porte, pudieran internacionalizar sus proyectos sin ser absorbidos por gigantes globales, buscando un ensamble adecuado a la realidad de las pymes, a una escala humana y sustentable?

 

El CICOM, Centro Interamericano de Comercialización,  fue el organismo que sirvió de escuela para las élites empresariales de las cámaras de comercio, los académicos de ciencias empresariales y economía, para desmantelar los dogmas del modelo global neoliberal, el cual simplemente se ha procurado enclaves para la extracción de productos básicos, en un extractivismo con enormes pasivos medioambientales.

Enseñar marketing internacional a los sectores medios y acompañar sus experiencias reales, diseñar proyectos de oferta exportable, construir canales de comercialización, lograr la inserción en nichos construidos o identificados con una impronta de colaboración, negociación por proyectos, ganador-ganador, con integración de energías públicas, privadas empresariales, académicas, en relaciones de largo plazo y beneficio compartido, todo eso y mucho más, fue la experiencia que pude desarrollar desde 1986 hasta el año 2002, cuando me reintegré al Servicio Nacional de Aduanas.

 

Para lograr una comprensión de la experiencia del CICOM OEA debo recordar el liderazgo del Dr. Juan Luis Colaiácovo, de nacionalidad argentina, que fue organizando una sólida red de expertos que trabajamos con él en el desarrollo de consultorías en toda la región. Desde Río de Janeiro, Fundación Getulio Vargas, la gran amiga Matilde Ellis era el corazón de Centro, pues era quien organizaba los eventos moviendo los equipos de consultores en derroteros logísticos que nos llevaban a localidades rurales increíbles, al mundo de las provincias o regiones interiores de los países, muchas veces en viajes reiterados para ir acompañando determinados proyectos, enseñando a formular esos proyectos de verdad y a  negociar con los socios estratégicos. Los brillantes y didácticos libros que producía el CICOM, permitieron generar una masa crítica en la dirigencia latinoamericana, con legados efectivos y diversos que le cambiaron la vida a muchas comunidades.

 

Fui parte de esa alternativa en el periodo 1985-1995, como Consultor CICOM-OEA. Rescatando casos relevantes y apasionantes, puedo enlistar títulos que después me gustaría profundizar, tal vez en conversatorios interactivos, que puedan ser motivadores para demostrar que es posible la colaboración, la sustentabilidad.

 

Parto hoy contándoles una experiencia que se ubica en tiempos políticos muy duros para Colombia, pero que se circunscriben a un espacio local, lo que permitió ser una isla en medio de un mar de violencia en ese país.

 -El caso triple A de Barranquilla: Frente a una realidad de alta corrupción y mal servicio en Agua, Aseo y Alcantarillado, la ciudad cansada de los partidos tradicionales elige a un candidato que antes había sido cura guerrillero,  un militante en la izquierda de Colombia. Pero lo eligen porque es una persona íntegra. ¿Qué hace inteligentemente el  nuevo Alcalde? Su legitimidad era su honestidad personal y resultó elegido por un voto castigo a los partidos tradicionales que habían corrompido a la empresa de Agua, Aseo y Alcantarillado, generando una situación insoportable para la población.

¿Qué hace el Cura Bernardo De Hoyos? Llama a los jóvenes profesionales de la Cámara de Comercio, de formación ideológica basada en el capitalismo, y les pide hacerse cargo de una nueva empresa que atendería en la ciudad los servicios sanitarios. ¿Cuál fue la impronta?

Se gestó un proyecto asociativo con la creación de una nueva empresa, la Triple A, que emite acciones. La estrategia fue invitar a la gente a pasar a ser codueños de la empresa que los atendía, realizando una supervisión territorial directa de la calidad del servicio. Con un aporte aplicado en la cuenta mensual, los vecinos pasaron a ser dueños y fiscalizadores de la calidad de servicio, ayudando a controlar el uso de camiones de aseo, el control del agua y el mejoramiento de la infraestructura de la ciudad.

En pocos meses esta alianza estratégica funcionó positivamente, el usuario ya no se sintió esquilmado, los precios se manejaron con transparencia, la comunidad asociada en el proyecto colectivo comenzó a sugerir mejoras para la distribución, la calidad del suministro, la mejora de los colectores, en obras que la gente conocía y podía controlar.

Tan bien le fue al proyecto que de la red construida surgieron nuevas posibilidades de cooperación. Las energías de las cámaras empresariales, más la participación activa de la sociedad civil, permitió al municipio superar el pésimo servicio histórico y un clima de confianza mejoró el ánimo de la ciudad. Las negociaciones para convencer a los usuarios de pasar a ser dueños del proyecto y su mejores evaluadores, fueron acompañadas por Consultores del CICOM OEA, entidad que permanentemente apoyaba al desarrollo de los sectores medios de los países. En este caso, se apoyó la creación de este proyecto asociativo, a través de la empresa Triple A, en donde los gestores fueron profesionales jóvenes, no contaminados por la corrupción,  que trabajan gremialmente en la  Cámara de Comercio de Barranquilla y el Municipio que debía entregar servicios de calidad  a la ciudad. Superando posiciones ideológicas, se pudo comprometer esfuerzos con transparencia y compromiso con la ciudad.

¿Se imagina Ud. que en vez de haber entregado el monopolio de las sanitarias a empresas extranjeras, Chile hubiese organizado proyectos sustentables con socios usuarios de los servicios, capaces de articular fiscalización y proactividad? Creo que las tarifas serían más bajas, no habría pago de coimas a políticos y el servicio funcionaría bien.

 

Tengo muchas otras experiencias en organizar Consorcios de Exportación, entre otros: Chompas de Alpaca de La Paz y alianza estratégica con ONG alemana; productos regionales del Salvador y la organización de  góndolas asociativas en supermercados de Miami. La experiencia del Banco Industrial del Perú: promoción de Oferta Exportable PYME y casos exitosos. Enuncio casos en donde la apertura de los mercados permitió apoyar la internacionalización de empresas de mediano porte, que unidas podrían conformar lotes de oferta exportable manejables en mercados identificados, lo cual les permitía funcionar con relativa autonomía en sus exportaciones, soportando las presiones de los gigantes planetarios del retail. Proyectos con un trasfondo cultural basado en la colaboración y la reciprocidad.

Durante los noventa el Estado abandona la promoción industrial y la asistencia técnica se distorsiona. La banca abandona un rol de promoción de negocios pymes y favorece la concentración económica.

Pese a ello, los emprendimientos que nacieron basados en la colaboración han permanecido, sobreviviendo a  la desprotección política que han sufrido. En los equipos nuevos, incluso del llamado progresismo, por influencia de su formación,  imperan criterios individualistas ortodoxos, menospreciándose la asociatividad o considerándosela como una alternativa utópica. Para quienes hemos protagonizado emprendimientos reales que cubrieron en sus retornos las necesidades del grupo, reconociendo experiencias fallidas, podemos demostrar que con voluntad política y ética pública y empresarial, otro mundo es posible, sin abusos, en colaboración y transparencia.

 

Hernan Narbona Veliz Periodismo Independiente @hnarbona en Twitter. 28.09.2018.