Disfrutando este día junto a mis hijos y mi pequeña nieta, rescato estos momentos como un gratificante instante familiar.
Creo que esta es una ocasión para dejar un mensaje de saludo a los viejos que hicieron camino, que nos educaron, que nos dieron su ejemplo para crecer como personas de bien. Muchos de esos padres ya culminaron su ciclo vital y están quizás observándonos con mirada crítica y bondadosa. Para ellos una simple oración.
Hoy celebré el cumpleaños número 23 de Pablo Gabriel, mi hijo menor. Cuando nació estuve junto a su madre y de esa experiencia inolvidable surgió este poema: Alumbramiento.
ALUMBRAMIENTO
el tiempo transgredió tus litorales
Tu tibia libertad fue violentada
El faro de la vida ya te guiaba
Se atizó tu savia sin lamentos
Palpitaron tus sienes un vagido
Te aguardaba brumoso el flaco invierno
Intrigado esperó el siglo en el vestíbulo
Venías a redescubrir y a redimirme
a improvisar desnudo el primer grito
Traías de mi sangre nuevo aliento
Te empinaste sorprendido hacia el océano
Y pude en ti lavar todos mis miedos
Estrechando la mano de tu madre,
temblé sereno en su dolor arcilla
Nacían en ti todos mis hijos
Crecí de su mano hacia la hombría
Partiste cual cóndor aterido
del pubis florecido en despedidas
Succionaste el pecho, enardecido
se encandiló la noche en tu osadía
Han nacido en ti todos mis hijos
El sexo perdió su liderazgo
Incliné mi cerviz ante tu madre
Elegí una oración por homenaje.
Libro "Miedo al Miedo", publicado en 1987.
Una mirada libre a nuestro entorno
No hay comentarios.:
Publicar un comentario