domingo, junio 17, 2007

CLAVES PARA UNA INFLEXIÓN EN LA CRISIS DE LA CONCERTACIÓN


CLAVES PARA UNA INFLEXIÓN EN LA CRISIS DE LA CONCERTACIÓN

Hernán Narbona Véliz

periodismo.probidad@gmail.com

Apostando por el debate y no por la imposición.

Cuando ha pasado bastante agua bajo el puente y los lastres heredados del gobierno de Ricardo Lagos Escobar aún no terminan de estallar en la agenda compleja de la Presidenta Bachelet, aparece la necesidad política de frenar la caída permanente de la adhesión ciudadana y repuntar en esa percepción de desencanto corrigiendo los defectos de gestión y aglutinando esfuerzos para dar un impulso decisivo en la agenda pública, sabiendo el gobierno que las elecciones municipales están encima y sus resultados pueden ser lapidarios si no se logra esta inflexión positiva en el conjunto de problemas que se ha debido abordar.

El alineamiento político que el Ejecutivo ha buscado en sus parlamentarios está tropezando en las actitudes denominadas díscolas, de algunos senadores que han planteado condiciones de fiscalización al Transantiago antes de suscribir un cheque en blanco. Lo claro es que el gobierno se juega un punto político de fondo, como lo es solucionar el descontento y la caída en picada de la adhesión popular. Sin embargo, la necesaria y sana autocrítica parece esquivarse en aras de la urgencia y la necesidad pragmática de no perder el poder detentado por 17 años. A lo cual la posición relativamente independiente de los senadores Carlos Ominami, Fernando Flores, Adolfo Zaldívar y Eduardo Frei, ha venido a generar molestias y hasta cierto grado de temor rupturista en la coalición de gobierno.

Eludir el debate bajo la excusa de la urgencia puede resultar un precedente que agrave la pérdida de credibilidad ciudadana. Por el contrario, un debate que permita cruzar y acercar posiciones, podría marcar un estilo consistente para una inflexión en la conducción del proyecto concertacionista, demostrando al menos que éste existe y puede convencer a los supuestamente díscolos. Se debe actuar con apertura para que de este empeño político no resulte, en definitiva una pérdida mayor de legitimidad para la coalición de gobierno.

Mientras los medios anuncian un nuevo escándalo con los avances de las investigaciones de las cuestionadas decisiones de inversión en EFE durante el gobierno anterior, la votación del Senado deja en ascuas al gabinete político de la Presidenta Bachelet. El tema duele mucho en las regiones ya que el subsidio oficial del costo del transporte en el proyecto frustrado del Transantiago, para que no suban las tarifas a los usuarios de la capital, no soporta análisis en materia de regionalización, lo cual ha generado una oportunidad para desconcentrar el gasto público y auspiciar mayores inversiones en regiones.

La clave está en fortalecer los gobiernos regionales

¿Cuáles son a mi juicio y visión de ciudadano, los ejes relevantes para esta estrategia de rescate de la Concertación?

  1. El impacto de la regionalización y la desconcentración del poder en regiones que puedan tener mayor autonomía para la formulación de sus programas de inversión pública. En este aspecto es necesario superar una inercia centralista y empoderar a las regiones para que puedan generar sus propios proyectos, priorizarlos y llevarlos adelante con la mayor creatividad. Elementos que no surgen de la nada y que exigen un cambio de sintonía en los gobiernos regionales, que deben competir por recursos y utilizarlos con la máxima efectividad de acuerdo a los planes de gobierno y los acentos puestos por la Presidenta en el discurso del 21 de mayo.

  1. Modificar la actual legislación de concesiones para devolverle al Estado su capacidad reguladora y fiscalizadora, que se cedió negligentemente en la normativa que produjeron los anteriores gobiernos de la Concertación. De esta manera se podrá dotar al Estado de capacidades que hoy no tiene y que se traduce en contratos leoninos que terminan dejando a los usuarios en la indefensión. La transparencia es un valor que se debe reponer en las inversiones públicas para recuperar credibilidad política en la ciudadanía.

  1. Identificar algunos temas en los que se pueda demostrar cambios cualitativos en materia de calidad de vida. Es aquí donde caben medidas para mejorar la calidad de la educación, generando, talvez, planes pilotos en cada región para reformar la educación secundaria con liceos politécnicos que formen técnicos medios que hacen falta para los proyectos de cada región. Se trata de mostrar resultados y lograr evidencias de que se puede desde lo público hacer cambios positivos importantes.

  1. Agregar con celeridad inversiones que tengan una buena acogida nacional y que dejen una huella para los futuros gobiernos. Veo en esta línea la ejecución pronta de la infraestructura de estadios deportivos que anunció la Presidenta, que serán vistos como un tema de interés público transversal, generando más y mejores actividades deportivas, que hagan olvidar los escándalos de Chiledeportes y que lleven a una recuperación de la vida deportiva como barrera frente a la amenaza creciente de las drogas y el alcoholismo.

He apreciado que en estos momentos el problema crucial es de mejoramiento de la gestión, soltando amarras centralistas para que los gobiernos locales y regionales puedan sacarse de encima sus mochilas de deudas, para poder retomar un ciclo creativo, con una genuina participación de la población, con transparencia, consultas y capacidad de formulación y ejecución de proyectos rezagados.

Los recursos están, pero hay debilidades en la formulación de proyectos y en la organización de equipos de ejecución. Las regiones deben creerse el cuento de ser más autónomas y competir con la Región Metropolitana, convirtiendo la crisis del Transantiago en una oportunidad para poner en la mesa obras propias, con un acento ciudadano más que empresarial, sin tener miedo a gestionar desde lo público emprendimientos de interés público.

Rompiendo esquemas de amarre que han mandado hasta ahora que los proyectos para ser ejecutados deban ser derivados como negocios a los privados. Las alianzas público privadas con reglas del juego equilibradas y fiscalización ciudadana para evitar la corrupción, son variables claves para retomar políticamente un camino positivo y poder demostrar que la Concertación es capaz de corregir sus errores sin esconderlos debajo de la alfombra.

Valparaíso, domingo 17 de junio de 2007.

Una mirada libre a nuestro entorno

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