Este es un espacio de periodismo de análisis y opinión, desarrollado por Hernán Narbona Véliz, Poeta y Escritor chileno. Administrador Público, Licenciado en Relaciones Internacionales, Columnista de diversos medios, miembro de Periodistas Frente a la Corrupción.
domingo, julio 13, 2008
¿Qué hacer para cruzar por una crisis de estanflación?
Debe primar el sentido común. Actuar con pánico es lo peor.
Nuestro país tiene buenas espaldas, tantas que podríamos pagar dos años de importaciones normales con lo que tenemos de reservas.
Lo importante desde el sector público es invertir con premura en obras estratégicas.
Desde el sector privado, se debe evitar en la escalada de precios porque la inflación es, antes que nada, un fenómeno psicosocial, que genera la percepción de que las cosas van a subir y cada eslabón de la cadena se cubre y aplica alzas irracionales, en una espiral que en nuestro caso no tiene fundamento y que sería pura especulación.
Desde el punto de vista familiar, hay que pasar de consumismo y endeudamiento que el propio sistema promovió por décadas, a un sistema más austero, de mayor cooperación. Usar el auto compartido, comprar juntos con los compañeros de trabajo los productos básicos, yendo a bodegas de mayoristas para evitar el uso de la tarjeta en el supermercado. Aprender a vivir sensatamente sin caer en las trampas de la publicidad, no gastar tiempo de celular en mensajes tontos, ahorrar, ahorrar, pero no dejar de consumir aquello que realmente es necesario. Y, sobre todo, cuidar la pega.
En lo medular, se trata de no comer a crédito, como es la relidad de cientos de miles de familias altamente endeudadas. Tratar de tomar créditos que junten en un paquete toda la deuda es una receta positiva. Pero, cuídado con lo costos de esa operaciones, que pueden alargar el plazo y bajar muy poco la cuota. Creo que el tiempo de reestructurar los pasivos ya se fue, porque ahora el Banco Central ya subió las tasas de interés referencial y hay que asumir este escenario difícil donde la unidad de fomento sigue subiendo, día a día.
Si Ud. tiene ahorros los refugios son variados. Acá no hay riesgos de un corralito como en Argentina, por lo que puede poner su ahorro a plazo, o comprar acciones de perfil exitoso. En tiempos de crisis los negocios de comida son los que se mantienen altos. Apostar a la bolsa puede ser bueno en estos períodos si es que Ud. tiene un capital y se anima a correr riesgos. También se puede tomar plazos fijos en moneda extranjera y la más sólida parece ser el euro.
A nivel casero, apague las luces innecesarias, cuide que su red de agua no
tenga fugas, trate de usar menos su auto, vea de pasarse a la bicicleta (en muchos lugares es lo mejor y más saludable), camine más, coma mesuradamente. Consuma frutas, deje de lado las gaseosas y los happy hours. Si fuma piense que está quemando un billete de dos mil pesos y saque la cuenta de su gasto mensual, anótelo con un plumón con números grandes en su cabecera y léalo apenas se levanta.
En general, cambiar estilos de vida cuesta. Pero la simplicidad de la vida nos indica que podemos calzar un solo par de zapatos por vez y que ese raciocinio es válido para quienes atesoran toneladas de música o videos que jamás tendrán tiempo de escuchar o ver. La tenencia de cosas inútiles o irrelevantes es parte del juego de la sociedad de consumo o la sociedad del ocio como la llaman los europeos.
Bien, les dejo a manera de motivación, muchas aristas de esto que nos parece hoy como turbulencias. Se abre el debate.
Una mirada libre a nuestro entorno
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