Experiencias de asociatividad, alternativa de equidad.
Reportaje para la
#memoriaciudadana
Escribo esta columna
buscando conversar de la experiencia vivida en el plano de la cooperación
internacional, la cual puede ser importante de conocer por las nuevas
generaciones de profesionales. Se busca superar el agobio y demostrar que otro
modelo es factible. Que la alternativa de una economía a escala humana,
sustentable, no sólo es una urgencia de sobrevivencia frente la concepción
depredadora, cortoplacista, que inspira los proyectos en la óptica neoliberal,
sino que, además, es posible si se articulan voluntades y compromisos, con
lealtad y sueños.
Escribo esta crónica
como un aporte a la #MemoriaCiudadana; retomo a efectos de
este reportaje la experiencia desarrollada como consultor en proyectos
relevantes que Chile debe preservar. Hay aristas poco comentadas, quizá por el
ámbito técnico jurídico que implica su abordaje, como lo son la Gestión
Pública, las Políticas de Comercio Exterior y las Relaciones Internacionales.
Creo importante aportar testimonialmente lo que desde estas disciplinas me ha
tocado vivir.
Como profesional
aduanero, Administrador Público con Mención en Administración Aduanera de la
Universidad de Chile, 1970, autor especializado en Comercio Internacional y
Negociaciones Internacionales, .soy actualmente Especialista Senior en Aduanas
y Negocios Internacionales, Valoración Aduanera y Minería. Con 52 años de vida
profesional, he alcanzado una expertise que va de lo técnico a lo político, con
experiencia en proyectos público privados en diversos países de América Latina
y el Caribe. En los dos periodos servidos en la Aduana chilena, sumando a la
fecha 24 años, he asumido roles directivos y de staff. En el sector privado, estuve
10 años en la Gerencia de Exportaciones, estuve 18 años trabajando en
organismos de cooperación Internacional, desarrollando misiones y proyectos por
distintos países de América Latina y el Caribe, compartidos con la Cátedra y la
Autoría especializada. Las circunstancias de lo vivido explican esta
diversidad. A los 23 años, 1973, hubo que reinventarse en un mundo abrupto que
demolía sueños y utopías, pero sin recurrir al exilio, ya que eso significaba
cortar lazos de manera indefinida con mi tierra y mi familia. A partir de
febrero de 1974, logré reinsertarme en
Buenos Aires, postulando a través del diario Clarín a sendas búsquedas
gerenciales, las que gané compitiendo lealmente . Al volver a Chile, en 1982,
asumí recién que estaba en la lista negra de la dictadura, lo cual junto con
ser un alto honor, me obligó a buscar opciones a nivel internacional. En el
periodo 1985-1995, participo como Consultor del Centro Interamericano de Comercialización,
CICOM-OEA, agencia especializada que era en sí misma una alianza estratégica
entre el gobierno de Brasil, la Fundación Getulio Vargas y la Organización de
Estados Americanos, con el fin de apoyar el desarrollo de proyectos
asociativos, cooperativas, consorcios, joint ventures, prestando asistencia
técnica a instituciones de gobierno, cámaras empresariales y universidades,
apoyando proyectos basados en la colaboración, como facilitador o articulador
de entendimientos exportadores
En Chile, en los 80,
fui parte del Proyecto la Política Internacional de Chile en los Noventa y muchas
propuestas, basadas en colaboración, industrialización y cooperativismo
exportador, fueron despreciados por los gobiernos de la Concertación, por las
élites que adoptaron y se aliaron con el modelo concentrador del
neoliberalismo. Frente a esta frustración política en el Chile de la
transición, volqué mis esfuerzos de Consultoría en ALADI, el PNUD y el BID,
desarrollando misiones para modernización aduanera, para generación de
políticas públicas de promoción de exportaciones; organización de proyectos
asociativos; organización de consorcios en distintos países de la región, en
contextos políticos muchas veces de gran riesgo, pero sin cejar en el avance de
la cooperación con gran mística y compromiso.. Muchas veces vi pasar gobiernos,
Ministros de Hacienda y hasta Presidentes de la República, pero como la
concepción de la cooperación era de Estado, los buenos programas y proyectos
flotaron pese a las turbulencias.
En ese contexto, tuve
la suerte de abrir espacios desde la opción asociativa en materia de negocios
internacionales y políticas de fomento a las exportaciones. En los 90 el mundo
vivía el embate neoliberal. La globalización era el nuevo paradigma.
¿Cómo procurar que las economías
intermedias, productivas y manufactureras de mediano porte, pudieran
internacionalizar sus proyectos sin ser absorbidos por gigantes globales,
buscando un ensamble adecuado a la realidad de las pymes, a una escala humana y
sustentable?
El CICOM fue el
organismo que sirvió de escuela a una élite empresarial joven, teniendo como
contrapartes cámaras de comercio, académicos de ciencias empresariales y
economía, lo que permitió mostrar alternativas al modelo global neoliberal, el
cual procuraba controlar enclaves para la extracción de productos básicos.
Nuestra misión en CICOM era enseñar marketing internacional a los sectores
medios y acompañar sus experiencias reales de apertura de mercados, diseñar
proyectos de oferta exportable, construir canales de comercialización, lograr
la inserción en nichos construidos o identificados con una impronta de
colaboración, negociación por proyectos, ganador-ganador, con integración de
energías públicas, privadas empresariales, académicas, en relaciones de largo
plazo y beneficio compartido. Todo eso y mucho más fue la experiencia que pude
desarrollar desde 1986 hasta el año 2002, cuando me reintegré al Servicio
Nacional de Aduanas.
Para lograr una
comprensión de la experiencia del CICOM OEA debo recordar el liderazgo del Dr.
Juan Luis Colaiácovo quien fue organizando una sólida red de expertos que
trabajamos con él en el desarrollo de consultorías en toda la región. Desde Río
de Janeiro, Fundación Getulio Vargas, la gran amiga Matilde Ellis era el
corazón de Centro, pues era quien organizaba los eventos moviendo los equipos
de consultores en derroteros logísticos que nos llevaban a localidades rurales
increíbles, al mundo de las provincias o regiones interiores de los países,
muchas veces en viajes reiterados para ir acompañando determinados proyectos,
enseñando a formular esos proyectos de verdad, negociar con los socios
estratégicos. Los brillantes y didácticos libros que producía el CICOM,
permitieron generar una masa crítica en la dirigencia latinoamericana, con
legados efectivos y diversos que le cambiaron la vida a muchas comunidades. El CICOM
termina por decisión del gobierno de Brasil el año 1995, aunque siguió la
colaboración con universidades hasta fines de esa década.
Rescatando casos
relevantes y apasionantes, puedo enlistar títulos que después me gustaría
profundizar, tal vez en conversatorios interactivos, que puedan ser motivadores
para demostrar que es posible la colaboración, la sustentabilidad.
Parto hoy contándoles
una experiencia que se ubica en tiempos políticos muy duros para Colombia, pero
que se circunscriben a un espacio local, lo que permitió ser una isla en medio
de un mar de violencia en ese país.
-El caso triple A de
Barranquilla:
Frente a una realidad
de alta corrupción y mal servicio en Agua, Aseo y Alcantarillado, la ciudad
cansada de los partidos tradicionales elige a un candidato que antes había sido
cura guerrillero, un militante en la izquierda de Colombia. Pero lo eligen
porque es una persona íntegra. ¿Qué hace inteligentemente el nuevo Alcalde? Su
legitimidad era su honestidad personal y resultó elegido por un voto castigo a
los partidos tradicionales que habían corrompido a la empresa de Agua, Aseo y
Alcantarillado, generando una situación insoportable para la población.
¿Qué hace el Cura
Bernardo De Hoyos? Llama a los jóvenes profesionales de la Cámara de Comercio,
de formación ideológica basada en el capitalismo, y les pide hacerse cargo de
una nueva empresa que atendería en la ciudad los servicios sanitarios. ¿Cuál
fue la impronta?
Se gestó un proyecto
asociativo con la creación de una nueva empresa, la Triple A, que emite
acciones. La estrategia fue invitar a la gente a pasar a ser codueños de la
empresa que los atendía, realizando una supervisión territorial directa de la
calidad del servicio. Con un aporte aplicado en la cuenta mensual, los vecinos
pasaron a ser dueños y fiscalizadores de la calidad de servicio, ayudando a
controlar el uso de camiones de aseo, el control del agua y el mejoramiento de
la infraestructura de la ciudad. En pocos meses esta alianza estratégica
funcionó positivamente, el usuario ya no se sintió esquilmado, los precios se
manejaron con transparencia, la comunidad asociada en el proyecto colectivo comenzó
a sugerir mejoras para la distribución, la calidad del suministro, la mejora de
los colectores, en obras que la gente conocía y podía controlar.
Tan bien le fue al
proyecto que de la red construida surgieron nuevas posibilidades de
cooperación. Las energías de las cámaras empresariales, más la participación
activa de la sociedad civil, permitió al municipio superar el pésimo servicio
histórico y un clima de confianza mejoró el ánimo de la ciudad. Las
negociaciones para convencer a los usuarios de pasar a ser dueños del proyecto
y su mejores evaluadores, fueron acompañadas por Consultores del CICOM OEA,
entidad que permanentemente apoyaba al desarrollo de los sectores medios de los
países. En este caso se apoyó la creación de este proyecto asociativo, a través
de la empresa Triple A, en donde los gestores fueron profesionales jóvenes, no
contaminados por la corrupción, que trabajan gremialmente en la Cámara de
Comercio de Barranquilla y el Municipio que debía entregar servicios de calidad
a la ciudad. Superando posiciones ideológicas, se pudo comprometer esfuerzos
con transparencia y compromiso con la ciudad.
¿Se imagina Ud. que en
vez de haber entregado el monopolio de las sanitarias a empresas extranjeras,
Chile hubiese organizado proyectos sustentables con socios usuarios de los
servicios, capaces de articular fiscalización y proactividad? Creo que las
tarifas serían más bajas, no habría pago de coimas a políticos y el servicio
funcionaría bien.
Tengo muchas otras
experiencias en organizar Consorcios de Exportación, entre otros, : Chompas de
Alpaca de La Paz y alianza estratégica con ONG alemana; productos regionales
del Salvador y la organización de góndolas asociativas en supermercados de Miami.
La experiencia del Banco Industrial del Perú: promoción de Oferta Exportable
PYME y casos exitosos. Enuncio casos en donde la apertura de los mercados
permitió apoyar la internacionalización de empresas de mediano porte, que,
unidas, podrían conformar lotes de oferta exportable manejables en mercados
identificados, lo cual les permitía funcionar con relativa autonomía en sus
exportaciones, soportando las presiones de los gigantes planetarios del retail.
Proyectos con un trasfondo cultural basado en la colaboración y la
reciprocidad. Durante los noventa el Estado abandona la promoción industrial y
la asistencia técnica se distorsiona. La banca abandona un rol de promoción de
negocios pymes y favorece la concentración económica.
Pese a lo cual, los
emprendimientos que nacieron basados en la colaboración han permanecido,
sobreviviendo a la desprotección política que han sufrido. En los equipos
nuevos, incluso del llamado progresismo, por influencia de su formación,
imperan criterios individualistas ortodoxos, que menosprecian la asociatividad
o la consideran una alternativa utópica. Para quienes hemos protagonizado
emprendimientos reales que cubrieron en sus retornos las necesidades del grupo,
reconociendo experiencias fallidas, podemos demostrar que, con voluntad
política y ética pública y empresarial, otro mundo es posible, sin abusos, en
colaboración y transparencia.
Hernan Narbona Veliz
Periodismo Independiente @hnarbona en Twitter. 28.09.2022.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario