El 14 de noviembre, después de una hora de haberse inaugurado oficialmente el Décimo Encuentro Internacional de Zicosur por parte de
Con la presencia de los representantes de los gobiernos regionales de Beni, Santa Cruz y Cochamba, por Bolivia; Jujuy, Santiago del Estero, Tucumán y Catamarca, por el Noroeste argentino; de Matto Groso Do sul, por el Brasil; el Dpto. central de Paraguay; de los embajadores de China y de
Integrando la delegación oficial de
Con una amplia vivencia personal en materia telúrica, inmediatamente aprecié que la fuerza del sismo demostraba que era de gravedad, que en alguna parte eso era terremoto. El movimiento volcó un televisor en nuestra sala, el cielo comenzó a soltar polvillo y con cuidado todos salimos a la terraza, todos observando el mar.
La angustia era comunicarse con la familia. Mi esposa, que por suerte había viajado conmigo, estaba en esos momentos en el centro de la ciudad y comunicarnos fue infructuoso. Inmediatamente se cortó la energía eléctrica, colapsaron los celulares y la incertidumbre acerca del punto en que había sido el epicentro, hizo cundir una generalizada ansiedad por información. La que por suerte llegó de la misma Intendencia, señalando que el epicentro de ubicaba a un centenar de kilómetros al norte de Antofagasta, entre Calama y Antofagasta. Todos bromeaban, pero todos en su interior temían por el comportamiento del mar luego del seismo.
Las personas extranjeras, brasileñas, bolivianas, paraguayas y argentinas, que integraban las delegaciones, tuvieron un comportamiento sereno, nadie levantó la voz, no hubo histeria ni pánico, lo cual aportó tranquilidad en la tensa situación. Las réplicas comenzaron a repetirse a los pocos minutos del sismo mayor. Las señoras embajadoras de
Los funcionarios de Obras Públicas de Antofagasta tuvieron que salir rápidamente a atender la emergencia. El camino de Tocopilla a Iquique estaba con derrumbes, suspendido el tráfico. El Aeropuerto funcionaba bien, pero la falta de energía dificultaba las comunicaciones. Ya se anunciaba la visita a terreno de
Luego de hechos anecdóticos, como lo fue el hecho que
En el Hotel Radisson se produjo el accidente más mediático de la jornada. Allí cayó con el terremoto la marquesina de la entrada sobre dos radio taxis estacionados frente a la recepción. Cuando vi. esa imagen, lo único que recordé fue que dos semanas antes, en ese preciso lugar, nos habíamos tomado una fotografía de todos los participantes de un encuentro de Conace con
Con un gran compromiso se siguió desarrollando el encuentro. Sin Internet, sin luz eléctrica, hubo que volver a los apuntes manuales, al debate verbal y créanme que eso hizo de las sesiones un ámbito mucho más participativo y fraternal. Recién a las 16 horas, a través de una increíble triangulación vía Estados Unidos, pude saber que mi esposa estaba bien, en casa de nuestros amigos, en un piso
En Tocopilla, punto central del epicentro junto con la localidad de Quillagua, el desastre había sido generalizado. Logré recibir por la noche del jueves14 un mensaje de mi amigo y colega, José Luis Vera Lorca, Administrador de esa Aduana, que me informaba un escueto “Estamos bien”. Pude hablar con él dos días después y estaba colaborando con el Gobernador para el ingreso de la ayuda para la emergencia. A su Aduana no le ocurrió nada grave ni a sus funcionarios, pero en la ciudad la catástrofe era mayor.
El día jueves 14 por la tarde volvió la energía alrededor de las 21 horas. Antofagasta estaba cerrada, suspendidas las clases, no había señal para los celulares ni semáforos en las calles. Transitar era difícil.
Una frugal cena en el mismo lugar del evento, permitió cruzar visiones con los demás participantes. Las actividades sociales estaban suspendidas, los Jaivas no actuaron y estuvieron cerca del derrumbe del Radisson, ya que estaban hospedados en ese hotel. Mientras cenábamos y contábamos lo que había sido para cada cual este día, Enrique Jiménez, SEREMI de Obras Públicas de Atacama testimoniaba que la noche anterior había soñado con un gran temblor y que lo había comentado con su amigo Director de Vialidad, Raúl Cornejo, cuando desayunaban esa mañana. Nuestra propia vivencia fue que nuestra nieta en forma intuitiva, sin tener información alguna del viaje que habíamos hecho a Antofagasta, hasta donde habíamos llegado muy tarde el día martes 13, al escuchar las noticias del sismo, dijo en forma intuitiva “mi abuela está en el terremoto”, a lo cual su madre le dijo, cómo se te ocurre, ellos viven 400 kms más al sur, en Atacama. Seguramente, son capacidades telepáticas, de clarividencia o de precognición que se hacen evidentes en momentos de tensión como los vividos en las circunstancias relatadas.
La travesía de retorno a Chañaral estuvo marcada por dos réplicas que a mediodía del día viernes 15, de 6,6 grados en
No cabe duda que nadie olvidará este Zicosur 2007, con la carga de emotividad que se mantuvo a partir de un sismo que rompió los hielos, las distancias, haciendo brotar una fraternidad profunda y una común sensación de fragilidad frente a los eventos de la naturaleza.
Una mirada libre a nuestro entorno
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