Reflexiones frente a la crisis
Cuidarse de los pájaros de mal agüero y saber actuar con sensatez es el consejo que me habría dado mi abuela para enfrentar la crisis galopante que nos amenaza.
Podar los gastos innecesarios, pagar deudas y ahorrar agua y energía, son recomendaciones que vienen del sentido común, lamentablemente, una cualidad que es escasa en la sociedad de consumo.
Es el momento de frenar los gastos consumistas, cambiar las ampolletas por las de bajo consumo, aprender a ahorrar agua, aprender a vivir con lo necesario, sin celulares con MP3, sin viajes acelerados que gastan gasolina en forma absurda.
En la crisis energética impulsar las soluciones a nivel de espacios locales, con minicentrales eólicas – solares, que puedan cubrir las necesidades de pequeños pueblos y ciudades; centrales hidroeléctricas de pequeño porte que sumen su capacidad generadora a las redes interconectadas centrales,
La sensatez frente a la especulación. Consumidores pensantes y organizados para evitar las manipulaciones inescrupulosas de mercados altamente concentrados. Si Ud. con sus vecinos logran capacidad de compre juntos, podrán lograr grandes ahorros en sus artículos de primera necesidad, logrando racionalizar los gastos. La crisis es una oportunidad para reorganizar las vidas de las familias y entender que el espejismo del plástico generador de billetes está tocando fondo y ahora hay que concentrarse en pagar, reducir pasivos, readecuar tasas de interés, ir a reventar la ola con acciones preventivas para que no estalle sobre nuestras cabezas.
La situación de las familias chilenas se hará más difícil. Es el momento de abandonar la comida chatarra y volver a las frutas en la colación de los niños. Es el momento de cortar el vicio del tabaco, sacando cuentas de lo que significa quemar el dinero y cuanto cuesta obtenerlo. Las crisis pueden devenir en desempleo, en paralizaciones, por lo que hay que conversar en familia planes de contingencia, quizás apretarse el cinturón con la conciencia de que es un esfuerzo compartido, donde todos deben aportar.
La auto ayuda es la mejor receta y la clase media lo sabe. El populismo siempre la ignora y le hace pagar las cuentas. La capacidad de las personas de crear redes de colaboración es algo que puede promoverse enfrente de escenarios complicados. El individualismo es depredador, es ventajista, es desleal. Pero si se supera esa tentación del sálvese quien pueda, se podría alcanzar una dimensión solidaria, de reciprocidad, donde todos aportan con responsabilidad y se excluye a los aprovechadores que quieren todo gratis y sin esfuerzo.
Frente a la crisis a no deprimirse sino a alentarse para que ella nos sea leve, actuando con inteligencia, sentido común, esfuerzos compartidos.
Sobre el punto se reciben aportes, ideas y sugerencias. Chile tiene reservas para estas situaciones, echemos mano a esas fortalezas.
Atacama, 29.03.08
Una mirada libre a nuestro entorno
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