Se abre el calendario después de un febrero bisiesto. El amanecer del 3 de marzo llena de tensiones las avenidas metropolitanas, pero, desde la provincia, la llegada de marzo significa una adelantada nostalgia de las sensaciones vividas en la temporada estival. Sin Transantiago, alejados de las turbulencias de las bolsas de valores, recibiendo en forma amortiguada el impacto de las crisis centrales, el hombre de provincia tiene una percepción más tranquila de la nueva etapa que se abre con marzo.
Los días con luz natural se harán más cortos. amanece alrededor de las 7 y media de la mañana y, como no cambiará el horario hasta fines de mes, habrá que acostumbrarse a levantarse con noche, desayunar con luces encendidas y recibir el amanecer en pleno funcionamiento, dejando los hijos en los colegios, evitando los atochamientos viales, buscando donde estacionar, tratando de ganar un metro cuadrado en el Metro o esperando los buses en largas filas en los distintos polos de las ciudades.
Los medios nos hacen sentir que Santiago es y seguirá siendo Chile, muestran sus fotografías aéreas y entrevistan Ministros, En las provincias la transición de las vacaciones es más suave, cambian los colores de las calles que se van llenando de uniformes escolares, los reencuentros se advierten en las peatonales y las plazas son invadidas de juventud que quiere relatar lo mejor de cada verano, retomando la dinámica estudiantil sin grandes cambios y con paso seguro. En cambio, en la capital el stress cunde, la logística de cada familia para conjugar el trabajo de ambos padres con el traslado de los hijos a la escuela y luego su retorno a casa, resulta altamente tensional para los padres. En aquellos casos en que hay abuelos participando, en marzo comienza su abnegada y silenciosa labor de retaguardia para los matrimonios jóvenes que se abren camino. Pero, cuando no hay abuelos, la pareja sufre la conmoción de afrontar un marzo de grandes complicaciones.
Ni qué hablar de los gastos extraordinarios que esperan a las familias en marzo. Matrículas, patentes, servicios domésticos, transporte escolar, utiles, uniformes, una larga lista de gastos que remecen los flujos de caja de todas las familias. Es el momento de sentarse a proyectar el año, asumir las cuentas y ver cómo ahorrar. Se agrega al stress de marzo el anuncio de alzas, el impacto de la sequía, la crisis energética. En fin, un duro cocktail que en nada se parece a las copas heladas que se disfrutaban junto al mar hace pocos días.
La cuentas de los operadores de turismo fueron extraordinarias. Quizás sea ese sector el que ahora piensa en el descanso merecido. El público en general terminó su vacaciones y enfrenta resignado, como todos los años, el duro trance de la clase media: llegar a fin de mes.
Atacama, 3 de marzo de 2008
--
http://www.poetanarbona.es.tl/
http://poetahnv.blogspot.com
Una mirada libre a nuestro entorno
No hay comentarios.:
Publicar un comentario