Barak Obama
UN AFROAMERICANO SERÁ PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA.
Esta nota se redacta frente al televisor, desde la aldea local, como espectador de un episodio histórico a nivel global. Un presidente de color asumirá en la superpotencia, en medio de una crisis profunda, heredando un país sumergido en dos guerras indeseables y desgastadoras. Desde el patio trasero expresamos una aspiración regional: que Estados Unidos vuelva su mirada a través de Obama a esta región latinoamericana, que no estuvo en las prioridades de Bush ni de su maquinaria belicista.
Los errores y ambiciones del saliente Presidente Bush pesan como desafío enorme sobre las espaldas de Barak Obama. La ciudadanía norteamericana espera cambios profundos y es de esperar que Dios le dé la protección y fortaleza que requiere este líder para lograr remontar la enorme crisis que enfrenta la sociedad norteamericana.
Es de esperar que la sensibilidad ambiental se incorpore a la gestión del nuevo Presidente, porque el mundo necesita frenar el calentamiento global y son los Estados Unidos uno de los países industriales que más contaminan y los que pueden marcar un rumbo de corrección a nivel planetario.
La corrección de la política exterior y un sesgo de pacifismo que sustituya la acción oscura que marcó el período de Bush son parte de las expectativas mundiales en donde la superpotencia logre administrar la seguridad con disuasión, desmantelando los conflictos que creó artificialmente el grupo de los halcones en la Casa Blanca.
El mundo suspira esperanzado y eleva sus ruegos para que Obama tenga la protección de Dios y de los hombres, que le permita cumplir con su mandato a plenitud.
Una mirada libre a nuestro entorno
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