La picá del Compañero Yuri

Una conversación con un exponente de la creatividad y el esfuerzo, que ha levantado un singular punto de concurrencia juvenil para las noches de carrete, en el corazón del barrio cívico de Valparaíso, que de noche se transforma en el centro de la bohemia. Un quiosco vestido con un mural multicolor, al estilo de la Brigada Ramona Parra, permite distinguir a Salvador Allende, Luis Emilio Recabarren, Miguel Enríquez.

Los sanguches tienen nombres sugerentes: el "completo proletario" es el más demandado y Yuri calcula que cada noche de fin de semana, de jueves a sábado vende unos 400 unidades por noche.

Conversamos con el Compañero Yuri y lo encontramos a la medianoche, con su pequeño hijo, Salvador, envuelto en un chal. Estaba esperando que llegara la mamá, su compañera, que estaba en una reunión de mujeres junto a Mireya Baltra.
Este es el reportaje a un emprendedor de izquierda, que le ha ganado a la vida.

Yuri era un niño de 11 años para 1973, pero por entorno familiar es vocero de una época y se define como un recreador de la memoria. Su sueño es tener un pub cultural donde pueda mostrar esos mil días de la Unidad Popular desde el sentir popular, un testimonio vivo hacia la juventud de un época de utopías.

Más firmas que un candidato consiguió el compañero Yuri para defender su derecho a mantener su quiosco pintado con sus murales y ganó. La Municipalidad de Valparaíso ya no le exigirá uniformarse a carros de color verde y su identidad y su proyecto creativo queda resguardado.

Este es el compañero Yuri

Yuri Zúñiga es nacido en 1962. Tenía apenas 11 años para el golpe. El año 91 empezó su actividad vendiendo sánguches en la calle, en Viña del Mar. Me muestra una citación de esa fecha, de la fiscalía que lo sancionó por no tener sus permisos. Cuando comienza a construirse el tren subterráneo de Merval en Viña, Yuri decide probar suerte en Valparaíso. Hace tres años se instaló con su quiosco en la Avenida Brasil con Pudeto. Nos cuenta que guardaba su carro en la calle Molina y que lo tiraba a pulso para ubicarlo cada noche en su espacio. Se fue haciendo parte del paisaje noctámbulo de Valparaíso. Mis hijos me llevaron a conocerlo hace un tiempo y disfruté su completo proletario como miles de porteños lo hacen habitualmente.

Lo simpático es la atención, en la cual Yuri toma el nombre del cliente y registra su pedido. con gran velocidad los maestros sangucheros van dando curso al pedido y es ahí cuando el Compañero pasa lista y va proclamando a cada "compañero cliente" con su nombre y apellido.

En su quiosco exhibe una pintura del muralista Carlos Puebla y se escucha música de los tiempos revolucionarios que Yuri debe haber aprendido de niño en su entorno familiar. Yuri vive en Playa Ancha, un barrio que se proclama como rep{ublica independiente y es cuna de los avances históricos del puerto de Valparaíso. Allí se crió Yuri.
- Mi proyecto lo he hecho con grandes esfuerzos y agradezco a la comunidad por su respaldo. Me costó largos años conseguir mi permiso y los extranjeros que han llegado a conocerme se llevan una imagen del Chile que eramos y queremos volver a ser. Con sueños y deseos de cambios sociales.

Yuri es un compañero no machista. Lo entrevistamos con su hijo menor en brazos y terminó la entrevista cuando tuvo que llevar a su compañera a casa.

- ¿Cuál fue el problema con el Alcalde de Valparaíso?
- Quería obligarme a pintar el quiosco de color verde, es decir que perdiera mi identidad, que el Compañero Yuri desapareciera del paisaje urbano al cual pertenezco. pero más de dos mil personas en menos de una semana se juntaron en mi apoyo, vino Chilevisión, las Universidades de la zona y poetas o escritores de la ciudad pasaron a darme su saludo. Ud. me contactó por Facebook desde el norte y así esta campaña fue creciendo, yo me siento feliz, porque esto premia una forma de trabajo digno, esforzado y con calidad de servicio. Porque yo preparo mis sánguches condimentados, son de buena calidad y nuestro sistema de venta ha pegado.

_ ¿Como está viviendo este momento el Compañero Yuri?
- Con el ánimo de servir a los habitantes de este puerto que amo. Yo quisiera crecer como empresario, dar más trabajo, poder establecerme en un pub temático donde esta memoria con que la gente se emociona porque es una etapa heroíca de Chile, pueda mantenerse, con una librería, con espacios para compartir y seguir soñando. Creo que por eso me ha ido bien, porque la juventud ve con simpatia y romanticismo ese tiempo y es bueno poder mantener esa memoria.

Nos despedimos hasta siempre. Yuri Zúñiga es un empresario creativo, persistente en su proyecto, con un marketing que debe proteger, como marca y como estilo propio de servicio.
Esperamos que Valparaíso premie su esfuerzo y lo mantenga como un punto obligado en la bohemia cultural y gastronómica de Valparaíso.
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Una mirada libre a nuestro entorno
Valparaíso 14 de junio de 2009-