100 días gobierno de Boric: el objetivo estratégico es el Apruebo de Salida
Trascurridos 100 días del gobierno
de Gabriel Boric, una ponderación de los hechos principales de esta etapa,
genera la percepción que presento en esta columna. Siempre he tratado de
entregar una mirada propositiva, y tal como aplaudí la firma y ratificación
lograda del Acuerdo de Escazú y el cierre de Refinería de Ventanas, en proceso,
corresponde marcar lealmente las debilidades que se percibe en esta etapa.
Cuando la gran mayoría
independiente luchó por este nuevo gobierno, lo hizo con la esperanza de que Gabriel
Boric condujera su gobierno procurando,
como objetivo estratégico fundamental, asegurar el triunfo del Apruebo de la
Nueva Constitución. Además, se sentía que esa juventud de recambio, por fin, removiera
las malas prácticas de la vieja política. Quizá haya sido muy idealista al
pensar esto último. Esto, al trasluz de los aspectos que paso a comentar.
Formación de equipos: Se
suponía desde el sentido común que, desde el 20 de diciembre 2021, en adelante,
Gabriel Boric comenzaría de inmediato a organizar la mejor forma de asumir como
Jefe de Estado, para tratar de dirigirlo armónicamente a objetivos estratégicos
que marcaba su Programa de Gobierno. Lamentablemente, pareciera ser que se
centró más en lo simbólico y comunicacional, con ritos importantes que
destacaban su cercanía, incluso poética, a la gente, pero, inexplicablemente, hubo
vacaciones. Si, vacaciones de verano y los jóvenes que asumían se las tomaron.
El resultado objetivo es que no se prepararon debidamente, que no llegaron a la
Moneda con un paquete armonizado de primeras medidas, sino que llegaron como a
aprender. Además, ante la evidencia de un parlamento sin una mayoría favorable,
se abrió pragmáticamente el gobierno hacia la ex Concertación y volvió el
cuoteo en busca de equilibrios, pero creando feudos que no sintonizan porque los
Ministros provienen de miradas muy distintas. El tema es que llegaron al 11 de marzo sin haber
consolidado un equipo que actuara de inmediato, tomando las riendas de aparato
público, apreciando a cabalidad las amplias facultades que tiene el Presidente
de la República como Jefe de Estado.
En vez de aprovechar el tiempo del
verano en escuchar a expertos alternativos a aquello que se busca cambiar, que
tuvieran un pensamiento alternativo al neoliberalismo ortodoxo, en una actitud
inexplicable, quizá por una inexperiencia e impericia en gestión del Estado,
buscaron apoyo en esa élite deprimida, los mismos de siempre. Pero eso pudo ser
resultado de la negociación para ampliar el margen de maniobra del gobierno,
pero, el error a mi juicio, es que se les ha confiado a esos personeros, áreas
claves para dar un sentido distinto al nuevo gobierno. Entregar Hacienda,
Vivienda y CODELCO al Partido Socialista, amén de otras Subsecretarías claves,
significó admitir la inercia de los 30 años y desconsiderar el propio capital
técnico-político cercano a su coalición de Apruebo Dignidad y al mundo
independiente que está por cambios de fondo, amarrándose de manos
voluntariamente., A esto se suma el hecho de no haber hecho nombramientos claves,
como en Aduanas, donde a la fecha aún no se ha nombrado un nuevo Director Nacional,
lo que resulta un despropósito, de cara a lo que significa su rol para un
adecuado control de las fronteras y el combate al contrabando y la evasión.
El costo político de todo esto se
ha hecho sentir como una desconfianza en la voluntad política real de caminar
hacia cambios efectivos al sistema. ¿Se ha debido esto a impericia, malos
asesores, diagnósticos errados? El punto es que el gobierno ha perdido su
impronta inicial.
Negociaciones políticas: La
amplia votación obtenida por Boric en segunda vuelta fue una reacción ante la
amenaza de la ultraderecha que representaba Kast. La dura realidad, le
significó entrar a gobernar sin mayoría en el Congreso. Pero, más allá de estos
cálculos, hay un tema de visión política. Pareciera ser que el nuevo gobierno
falló en sus decisiones, al jerarquizar lo táctico por sobre lo estratégico. A
mi juicio, se trataba de lograr un clima tranquilo que atenuara la presión
social legítima por las condiciones que ha vivido la población, sumando pandemia
y crisis internacional por la guerra. Sin embargo, el Presidente Boric, en vez
de descomprimir esa presión social para generar un clima más propicio para el
plebiscito de salida, se enfrascó con la muñeca de sus Ministros Jackson y
Marcel, en una pelea desgastadora contra el 4to retiro, con la victoria pírrica
de haberlo frenado por un beneficio intangible que la población no entiende,
apremiada por su emergencia presente. Frenar el 4to retiro de fondos de la AFP
fue una posición errada, que metió al gobierno en un gallito irrelevante, que
sólo le ha traído complicaciones. Los únicos que aplaudieron la decisión fueron
las AFP y los grupos que profitan de ellas, en circunstancias que se echó
encima, gratuitamente, un descontento que ha puesto en riesgo el Apruebo en el
plebiscito de septiembre, donde se juega lo realmente trascendente.
Coherencia en las nuevas
políticas: Existe la sensación de un equipo descoordinado, donde se percibe
la falta un liderazgo fuerte que afiate las diversas actividades. Esto,
amplificado por los errores no forzados y autogoles reiterados, como los errores
de la Ministra del Interior y el "Gabinete Irina Karamanos", que le han pegado duro
al gobierno. Estas fallas en el trabajo político, le han exigido al propio
Presidente salir a cubrir temas como el de la Agenda de Seguridad. Entendiendo,
desde el sentido común, que al gobierno le correspondía generar un clima
favorable para caminar estos dos meses claves hacia el Plebiscito, se han
suscitado situaciones que exigen explicación: que se haya vuelto a contratar a la
encuestadora CADEM por parte del gobierno; que se siga dirigiendo la publicidad
estatal a los medios tradicionales cuyos dueños y línea editorial bien se
conoce; que a la fecha el gobierno no haya tomado el control de TVN; que ha
habido una clara falta de una estrategia comunicacional efectiva que neutralice
la campaña del terror contra la nueva Constitución.
Los gobiernos se desgastan porque
en torno a ellos se crean micro climas que los aíslan de la realidad. Algo de
eso podría estar ocurriendo en el gobierno de Gabriel Boric ya que les cuesta
asumir que su deber es funcionar bien para que lleguemos a septiembre con
éxito. Lo contrario sería una falta de humildad, al no asumir que lo realmente
trascendente se juega en el proceso constituyente y toda decisión debe ser
filtrada por ese interés mayor. Esto significa resignar aspiraciones de
protagonismo fundacional y ponerse, repito, a disposición de dicho objetivo mayor. Si esta
claridad política no se pone arriba de la mesa, se corre el riesgo del
voluntarismo competitivo, donde, por querer lucir, se pueden salir del carril
estratégico y perjudicar o dificultar del éxito el proceso constituyente, el 4
de septiembre.
Hernán Narbona Véliz,
Corresponsal Diario La Razón.cl
No hay comentarios.:
Publicar un comentario