Diciembre es siempre de cuenta regresiva, augurando un nuevo final de ciclo. Balances personales o institucionales.
El 2023 ha sido un año marcado con la ignominia de un infanticidio impune en Palestina, donde más de 4000 niños han sido masacrados por los bombardeos a Gaza. Y la humanidad normaliza el terror, alienada en su burbuja de cobarde indiferencia.
El 2023 los chilenos hemos venido conmemorando los 50 años de inicio de una dictadura fascista que mantiene sus pactos de silencio y su negacionismo.
El 2023, los escritores, los trabajadores del arte, la música, el cine, el teatro, las bellas artes, hemos interactuado en resistencia, frente al fascismo o sionismo genocidas, levantando la creación literaria y artística contra la cultura de la muerte, de una bestia herida, que se desmorona y desespera en su decadencia.
El 2023 no ha sido un año para dubitativos, las urgencias de este perro mundo nos obligan a tomar partido.
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