sábado, noviembre 01, 2025

NO SOMOS ENEMIGOS - Una columna del 2019 - 6 años atrás.

No somos enemigos

En la guerra que inventaron, en septiembre de 1973, las fuerzas golpistas decretaron el Estado de Guerra Interna, mediante el Decreto Ley N°5 de 12.09.1973. Con esa medida, se implantó la obediencia férrea y vertical a las órdenes superiores, so pena de fusilamiento; además, se estableció una situación de riesgo que se tradujo en sobresueldos a los uniformados. Esta situación duró hasta 1978. Desde el 4 de septiembre de 1970, EEUU había instruido impedir la asunción de Salvador Allende a la Presidencia de Chile. Desde ese minuto se inició el complot y hubo aliados locales que la Memoria tiene muy presentes, porque constituyen un sector de civiles que, habiéndose beneficiado y colaborado con el régimen militar, nunca han reconocido su participación y responsabilidad en dicho golpe de estado.

Esa conspiración, según lo que ha revelado el propio gobierno norteamericano en el Pinochet File,  había fracturado el principio de no deliberación que debían respetar las fuerzas armadas, subordinadas al poder civil. Mártires de la doctrina militar de respeto a la Constitución y las leyes, fueron el General René Schneider, el General Carlos Prats, el Edecán Arturo Araya Peeters, el conscripto Miguel Nash.

Las Fuerzas Armadas, haciendo suya la doctrina de Seguridad Nacional insuflada en la Escuela de las Américas en el marco de la guerra fría, siguieron las órdenes transmitidas por Nixon y Kissinger, irrespetaron la Constitución de 1925 que habían jurado respetar.

La ultra derecha, con su cara visible en el Movimiento Patria y Libertad, la derecha parlamentaria aglutinada en el Partido Nacional más el sector conservador de la DC, recibieron recursos de la CIA para desestabilizar el gobierno de la Unidad Popular. El gobierno popular postulaba un camino institucional y democrático al socialismo, el mismo que se vio trabado, desde su triunfo electoral. El 25 de octubre de 1970, la ultraderecha atentó y asesinó al Comandante en Jefe del Ejército, General René Schneider, frente a lo cual la Democracia Cristiana apoyó el nombramiento de Allende, pero le exigió la suscripción del Pacto de Garantías Democráticas denominado Estatuto de Garantías Constitucionales. Posteriormente, se vivió una vorágine, en la cual cada intento de acercamiento de la Unidad Popular al sector progresista de la DC, se vio frenada por algún crimen político. El del Ministro Edmundo Pérez Zujovic, ocurrido en junio de 1971, dejó a la derecha freista sin el contrapeso del sector progresista, que intentaba un acuerdo con el gobierno de Allende y que impulsaban Radomiro Tómic, Bernardo Leighton y el propio Edmundo Pérez Zujovic. El sector de derecha, encabezado por Eduardo Frei Montalva primó en el PDC y los personajes que se sumaron al complot, según información de los archivos desclasificados de la CIA, fueron, entre otros, Andrés Zaldívar, Juan de Dios Carmona, Juan Hamilton, José Piñera Carvallo y Patricio Aylwin Azócar

Al interior del gobierno popular, que enfrentaba el boicot de la oposición, se sumaban el desabastecimiento, el paro de los camioneros, la violencia creciente en las calles y una indisciplina pertinaz de sectores del Partido Socialista y del MAPU Garretón, que sobrepasaban los lineamientos presidenciales y con sus acciones en poco ayudaban a frenar la espiral de violencia. La ultraderecha tocó cacerolas, tiró trigo a los cuarteles para que las FFAA dieran el golpe. La Unidad Popular en las elecciones municipales de 1972 superó el 52% de adhesión, en septiembre Allende llamaría a un plebiscito para distensionar la caldera, pero frente a ello, se apresuró el golpe. Desde el 11 de septiembre de 1973, se impuso la Doctrina de Seguridad Nacional y los militares representados en la Junta de Gobierno, proclamaron el Estado de Guerra Interna a partir de lo cual se justificaron todas las atrocidades que afligieron al pueblo chileno, marcando además la preponderancia de lo castrense por sobre la civilidad, adjudicando, de ahí en más, a los militares privilegios que los convirtieron en instrumento para un plan externo generado en el EEUU.

Fue así como las Fuerzas Armadas tomaron el poder en 1973 y, sin tener un plan nacionalista en lo económico, adoptaron el que les ofreció Jorge Cahuas y su equipo, formados en la Escuela de Chicago, discípulos de Milton Friedman, convirtiéndose los militares, a partir de allí, en custodios de un modelo neoliberal impuesto a sangre y fuego y auxiliado cada vez que se requirió, por recursos públicos.

Se vendió al mundo el exitismo de un modelo generador de riqueza, se pregonó el fin de la historia, pero lo real es que el neoliberalismo no generó nuevas empresas, sino sólo traspasó a manos privadas el patrimonio público generado a partir de los años 40, a través de CORFO, en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda. La falacia de que el mercado libre es el generador de crecimiento y que el chorreo transmitiría los beneficios al resto de la población, se comprobó en la crisis de 1982, cuando se alcanzó un 30% de desempleo reconocido. Esa crisis fue el profundo fracaso del modelo, pues, luego de 5 años de libertinaje financiero, se produjeron históricos fraudes crediticios, que se implementaban a través de empresas de papel, con préstamos auto otorgados, sin respaldo, lo que llevó a la quiebra de toda la economía. El salvavidas del modelo y del régimen militar en medio de protestas, vino desde el Estado, que desde 1983 en adelante, aplicando pragmatismo keynesiano, compró a la banca quebrada toda su deuda, inyectándole 5 mil millones de dólares, en lo que se llamó la deuda subordinada. Se impuso a la gente el sistema de las AFP, excepto para las FFAA; se dictó la ley de concesión plena para impedir las nacionalizaciones de compañías mineras y se crearon subsidios para las exportaciones no tradicionales. Luego, en los ochenta vino el saqueo de lo público y todas las empresas de servicios que eran del Estado, telefónica, eléctricas, puertos, salitre y yodo, transporte, metalurgia, fueron intervenidas y traspasadas a precios viles a los “interventores”. En ese período quienes criticábamos el modelo éramos denostados como los gasfíteres. Después de la lucha de los 80 por la recuperación democrática, la civilidad en los 90, sufrió la gran estafa histórica de parte de las élites que llegaron para negociar la transición a la democracia.

En un inteligente repliegue estratégico, plebiscito de 1988 mediante, las Fuerzas Armadas aseguraron que se mantuviera incólume el modelo económico, logrando instalar como contraparte una social democracia chilensis, pragmática y obsecuente, que se entregó a tales objetivos, lo que significó excluir y marginar del proceso a líderes genuinos de la civilidad de los 80 y todos los equipos profesionales críticos, los que fueron sacados del escenario político, mientras se negociaba con secretismo una transición amañada y gatopardista, que fue corrompiendo a la clase política, dividiendo para reinar.

En 1981, cuando se había implantado el sistema previsional de capitalización individual, las fuerzas de la Defensa Nacional habían sido excluidas y mantuvieron su mismo sistema de reparto. En la transición, el ruido de sables por la investigación de los pinocheques justificó la desmovilización social y la profundización de un modelo basado en el consumo, en el individualismo y la competencia, alejando cualquier figura asociativa que sonara a colectivo o comunismo. La máxima obsecuencia se apreció cuando líderes socialistas y demócrata cristianos corrieron a Londres a defender al ex dictador y Senador designado, Augusto Pinochet.

La profundización del modelo, a cargo de gobiernos de la Concertación significó abrir la minería a multinacionales que pudieron a partir de allí, exportar concentrados y tributar sobre renta efectiva, lo que ha significado un constante saqueo de valiosos recursos naturales, facturaciones subvaloradas y una tributación tendiente a cero; en el primer gobierno de la Concertación, se entregó a SQM y Rockwood el litio del Salar de Atacama; en los gobiernos sucesivos, Frei, Lagos, Bachelet, se estableció un oscuro sistema de concesiones de puertos, carreteras, sanitarias, que significó suscribir contratos leoninos para el país y la ciudadanía, con sobreprecios convenidos y que cínicamente llamaban sobresueldos necesarios, mientras se hacía gárgaras con la  transparencia y con el correcto funcionamiento de las instituciones. Hitos de esta decadencia quedaron reflejados en los procesos de MOP GATE y MOP CIADE, en los escándalos de Inverlink,  de la ley de Pesca que se dictó literalmente desde las empresas a parlamentarios cohechados. Después se conoció del financiamiento ilegal de la política, en los casos Penta y SQM, las colusiones de papel tissú, de los pollos, de las farmacias, teniendo como sanción, clases de ética; la aprobación de termoeléctricas a petcoke y sus zonas de sacrificio; Codelco pactando con los  de MinMetals el uso de paraísos fiscales para reducir los retornos reales; el crédito universitario CAE traspasado a la banca a intereses de usura; la malversación de fondos públicos en el Ejército y en Carabineros, que ha involucrado a altos mandos en una corrupción estructural; todo un extenso prontuario de las instituciones, con una clase política que recibe remuneraciones y asignaciones que son las más elevadas dentro de la OCDE y que, adicionalmente, recibe dineros ilegales de las empresas; tráfico de influencias, prevaricación en la Justicia; grupos empresariales coludidos con los políticos para enviar a la vía muerta los delitos tributarios, manipulando al SII o a la Fiscalía para dejar en la vía muerta los episodios de aportes ilegales, cohecho y facturas ideológicamente falsas; todo lo reseñado y mucho más, circulando dentro de la alta cocina y la burbuja de la élite, todos con tejado de vidrio y en un empate continuo que ha sido percibido por décadas por la opinión pública, que los ubica como los peor evaluados.

Súmese a lo descrito el deterioro moral que se ha vivido de decadencia y corrupción moral en las Iglesias Católica y Evangélica, lo que ha llevado en Chile a un descontento transversal y un sentido de decadencia ética en toda la sociedad chilena, que produce un efecto cultural de alto riesgo, como lo es percibir que “si tanto roban los de arriba, que roben los de abajo no es ni pecado venial”. La corrupción transversal provoca situaciones de repudio visceral, de impotencia y desprotección, donde no hay en quién confiar.

Revisar lo que nos ha pasado como nación y entender el estado de ánimo que ha culminado en el reventón social en que estamos inmersos, es útil para avizorar salidas posibles.

El mito de izquierdas y derechas ha sido demolido por la corrupción transversal que los ha caracterizado. En el actual gobierno, la opción de reprimir y sembrar miedo no ha sido eficaz, porque la sociedad ha tocado fondo y en esa situación extrema el agobio y la ira elimina los límites de la seguridad personal. Una sociedad agredida a diario sale a romper el sistema, los más sensatos proponen canales, cabildos abiertos, asambleas, proyectos de una nueva constitución. Pero también están en la calle los más castigados por este orden social, esos que viven el presentismo, desertores de la escuela a edad temprana, producto de familias fallidas, “ninis”, jóvenes que ni estudian ni trabajan, muchos reclutados por el microtráfico, sometidos a un Estado paralelo que rige con sus leyes y ritos propios la marginalidad. Jóvenes sin expectativas de nada, que se desahogan aprovechando las oportunidades para dañar lo que aparece como símbolo del sistema. Los jóvenes conscientes de las causas profundas de su situación actual y la de su padres, son la reserva cívica de Chile; pero esos otros, vulnerables social y emocionalmente, deben ser acogidos con una actitud adecuada, entendiendo con empatía que su violencia es respuesta retardada a años de maltrato social, porque ser pobres en una sociedad de consumo llena de vidrieras de lujo, es más terrible que serlo en la pobreza digna, obrera y solidaria de 50 años atrás.

Cuando observo la realidad social de esos jóvenes marginados, me recuerda la rebelión contra el automóvil en la cintura de París, en poblaciones marginales que explotan en una ira contra el sistema incendiando miles de automóviles, que ese sector ve como identitario del sistema al cual no pertenecen porque no los dejan pertenecer.

Como consecuencia del desgobierno que se ha dado en Chile en las últimas dos semanas, se cayeron las reuniones internacionales de APEC y COP25.

Respecto a esta última, existía la esperanza de medidas que dieran señales de compromiso oficial frente a lo ambiental. Se hablaba de cerrar la Refinería de Codelco-Ventanas, de eliminar termoeléctricas a carbón, de cerrar la mina invierno en Punta Arenas, de cambiar el Código de Aguas para devolver su propiedad al Estado y poner fin a la especulación; atacar con energía jurídica el robo de agua por parte de empresas agropecuarias en desmedro de las comunidades rurales, como las de La Ligua y Petorca. Por lo tanto, que el foco ambiental se vaya de Chile, nos somete a una mayor probabilidad de que el abuso en lo ambiental y la codicia sigan imperando.

Como corolario de esta crónica, puedo señalar que, con similar energía y sueños de justicia social que me movían 50 años atrás, cuando como joven profesional participé en el proceso de los mil días en Chile y escribía desde esa tribuna crónicas encendidas de utopías, así he vivido también estas dos semanas de movilización social, aportando la palabra y la fe, desde el modesto espacio de la generación del 70 a la que pertenezco, para apoyar a los valientes jóvenes que abrieron estos espacios de esperanza, para poner fin a tanto cinismo político, abuso y violencia represiva. Del mismo modo, he llamado a aislar la acción de vándalos que termina siendo funcional a la represión que ha sufrido la legítima protesta social, a la que desde el poder se ha pretendido criminalizar.

En los cabildos y asambleas, en las redes sociales, en los sindicatos y gremios, en las juntas vecinales, “todos somos todos”, reencontrándonos de nuevo como en los ochenta, por el término de tanto abuso, por la construcción colectiva de una nueva Constitución que abra caminos a la paz social, a la equidad en la distribución del ingreso, al desarrollo de las personas con igualdad de oportunidades.

Desde mi profesión, desde las Ciencias Políticas, puedo decir que la expectativa que tenemos los chilenos es recuperar un Estado que se haga cargo de sus obligaciones, que asegure los derechos básicos de la población, que ejerza su autoridad para fiscalizar y sancionar a los que evaden y erradicar la corrupción dentro de sus funcionarios. Una sociedad de pie, fiscalizando   a las instituciones y auditando el gasto público, en comunas, regiones y a nivel central. Políticos que trabajen en sus cargos, a condición de hacerlo bien y rendir cuentas, pudiendo ser removidos cuando incumplan. Políticos que sean reales servidores públicos, con una remuneración acorde con su cargo, regida por la Escala Única de Sueldos del Sector Público. Políticos con pertenencia a Partidos Políticos que defiendan ideas y no sean verdaderas agencias de empleo o sociedades anónimas. Y que puedan ser candidatos al Parlamento los dirigentes sociales, llámese sindicalistas, dirigentes gremiales, ambientales, educadores, terminando con el nefasto monopolio que esos Partidos acordaron para preservar sus privilegios.

En Chile No Estamos en Guerra. Aunque insistan la oligarquía, la plutocracia y sus pretorianos en considerarnos sus enemigos. El único enemigo al que atacaremos siempre será la Corrupción, venga de donde venga.

01 Noviembre 2019

Periodismo Independiente, Hernán Narbona Véliz, @hnarbona en Twitter.

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domingo, octubre 12, 2025

12 de Octubre ¿la reconquista española?



12 de Octubre ¿la reconquista española?

Cuando se celebra el día de la Hispanidad, los enfoques fundamentalistas se cruzan. Está la historia oficial, que rinde homenaje a la conquista española que “nos descubrió” y “trajo sus avances culturales”; y la visión indigenista que repudia esa invasión depredadora de las culturas precolombinas. En ambos enfoques hay cargas de ideologización que dejan la discusión entrampada y en esta crónica repasaremos la relación de España con América, en esta relación de 6 siglos, de amores y odios.

Desde la óptica de las relaciones internacionales, el imperio español, que competía con el lusitano en la ocupación de América, llega a nuestras tierras aliado al poder de una Iglesia Católica rectora del poder terrenal. Los soldados fueron reclutados de las cárceles para el osado emprendimiento de encontrar una ruta hacia “las Indias”, ese lugar mágico desde donde llegaban las caravanas trayendo las novedades de una civilización de sedas y perfumes. Los primeros conquistadores lo hicieron movidos por la codicia del oro y la plata y como aspirantes a la nobleza. En su empresa vinieron acompañados del clero que ponía la legitimidad papal a la aventura.

Del lado americano, los pueblos originarios tenían sus propios imperios y sus propios esclavos, con una cosmogonía que les hizo confundir a los sudados españoles de armadura y cabalgadura, con visitantes estelares. La historia de la colonización nos ha dejado lecturas de ese avance español, fundador de pueblos, pero no exento de crueldad y dominación, con amancebamiento de los solitarios viajeros con las indias que iban encontrando, lo que dio el mestizaje que nos caracteriza como pueblos de los territorios invadidos. La encomienda era el envoltorio clerical para una forma de esclavitud hipócrita, diferente al tráfico de esclavos puro y simple que implantaba el conquistador inglés, a quien no interesaba poblar ni evangelizar sino ir directamente al lucro, proveniente de enclaves marítimos, de un fuerte poder naval sustentado en la patente de corso y  el asalto metódico a los galeones españoles que ya iban cargados de riquezas para la corona. Como se explicaría hoy, los ingleses le hacían una “mexicana” a los españoles y quizás seguían el adagio de quien le roba a un ladrón tiene cien años de perdón.

Así transcurrió la colonia española, con la implantación del Santo Oficio de la Inquisición, la expulsión de los jesuitas que siempre fueron los rebeldes ilustrados dentro de la Iglesia; la lucha religiosa contra los judíos y moros; la defensa del absolutismo. Hasta que la historia dio su vuelco y la burguesía emergente, gracias a la inflación española, derivada de los costos de la curia , de la nobleza y de las cruzadas, llevaron a los reyes absolutos al default y otro gallo cantó también en las Américas y nos independizamos, hace de esto 200 años.

Sin embargo, en la vorágine de la globalización, a fines del segundo milenio, de una nueva alianza entre políticos socialistas y grupos corporativos en proceso de internacionalización, España retomó posiciones en la región latinoamericana, logrando liderar posiciones en la banca, en las concesiones de carreteras, en el área de servicios de comunicaciones. Con leoninos contratos, fruto de una red de influencias con los gobiernos democráticos, los intereses españoles recompusieron su conquista Siglo XXI, convirtiéndose en miembros del exclusivo grupo de actores hegemónicos en la economía y la política.

En el día de la Hispanidad, junto a Neruda, cabe reivindicar la lengua castellana que nos dejaron los conquistadores hace 500 años, pero también lamentar, una vez más, el haber sido encandilados por oropeles y ser actuales víctimas de una neo-colonización, producto de relaciones de poder supra ideológicas, donde conspicuos ex revolucionarios, aggiornados después de la caída de los muros, han vuelto de Europa y de su exilio, para convertirse en desenfadados lobbistas que pavimentaron el camino de la nueva conquista de las multinacionales españolas. Así como a los indígenas les cambiaban espejuelos por oro y plata, así también estos neo-imperialistas han vendido a la gente su discurso progresista para mantener sus parcelas de poder y reciclarse con descaro desde las elites políticas a las cúpulas corporativas de sus nuevos patrones y viceversa.

Toda una cuestión de vivencias paralelas, donde la frustración ciudadana une los hemisferios en un reclamo común. Para estar el día de la Hispanidad junto a los indignaos de la Puerta de Alcalá, reclamando por el cambio de esas élites codiciosas que han circulado por nuestras sociedades, durante toda la historia, aferradas al poder.

 

Hernán Narbona Véliz. Periodismo Independiente, 12 de octubre de 2011.

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sábado, octubre 11, 2025

El derecho a preservar el patrimonio intangible


El derecho a preservar el patrimonio intangible

Las ciudades, los barrios, los pueblos, no son sus calles, sus construcciones, sino las personas, la comunidad que vive en ellas, las familias que van generando un paisaje humano, donde los vecinos se reconocen, se entrelazan, comparten en un colectivo sus escuelas, sus juntas vecinales, sus clubes deportivos, los afectos de la buena vecindad. Los niños se amistan, crecen en redes de apoyo naturales, hay cuidado de los mayores, colaboración y buen trato. Es el barrio, en su esencia, sus aromas, sus dramones, sus chismes, sus chistes, sus anécdotas, sus funerales y sus llantos.

La humanidad se construye de manera gregaria, sirviendo, ayudando, siendo gentiles, saludando, sonriendo, en definitiva, como seres interdependientes que compartimos una ciudad y tenemos derecho a preservarla, a cuidar sus rincones, porque son parte de todos, porque son pinceladas de miles de destinos que forman un mosaico imaginario, todos como parte de los otros, de ese hombre o mujer, niños o ancianos, que transitan, viven o simplemente visitan   nuestro gran hogar.

Si hablásemos de poder, tendríamos que precisar que la gente es soberana de su tierra, protagonista de su espacio, propietaria natural de todos los lugares comunes, las calles, las arboledas, las veredas, las mascotas, la vista al mar. Como soberanos nos damos un gobierno comunal, elegimos Alcalde y Concejales. Ellos son mandatados por esta vecindad y se deben a ella. Si esos representantes traicionan su mandato y, en vez de defender a su pueblo, se venden a intereses privados, que vienen a pisotear nuestra comunidad en función de su codicia, debemos expulsarlos del municipio para siempre, por ser depredadores de la confianza y la ética pública. Si funcionarios de un municipio aceptaron coimas para favorecer intereses particulares que van en contra del bien común, deben ser sumariados y sancionados por sus graves faltas. Si un Alcalde ciudadano no aplica todo el peso de la normativa en defensa de la ciudad, faltaría a su deber funcionario.

Hacer ver a las empresas constructoras que la ciudad es algo vivo, con espíritu y esencia cultural, es decirles: adáptense a lo que queremos que se construya, rompan sus modelos de negocios invasivos y demoledores de la integridad urbanística de la ciudad y diseñen la vivienda que se adapte y sea armónica con la arcada. Como Municipio se puede favorecer la generación de proyectos cooperativos, que se integren a un Plan Maestro de largo plazo, elaborado con presencia de los ciudadanos, las universidades que quieran aportar con rigurosidad, los colegios profesionales, las Juntas Vecinales empoderadas. Puede haber una sintonía fina entre lo que la ciudad define y los agentes inmobiliarios y ello pasa por equilibrar la negociación, con transparencia, coordinación leal al interior del Estado, con racionalidad y recursos que permitan llevar adelante las obras de infraestructura, reconstrucción y mejoramiento que la ciudad necesita.

Valparaíso se incendió dos veces. Se propuso un cambio de fondo, pero el modelo mantuvo todo amarrado. Cambiar esto, parte por el diálogo entre vecinos, en cabildos que sean movilizadores y no montajes mediáticos. El modelo implantó las recetas tradicionales, subsidios que llenan los bolsillos de las inmobiliarias y cero atención a la demanda del colectivo, con el resultado de una cruel imposición de adefesios, torres inviables, que se venden como segunda vivienda a personas que nunca han vivido en Valparaíso, sin respetar las genuinas aspiraciones de los porteños a viviendas a escala humana, donde se tenga agua, alcantarillado y luz, donde los vecinos recuperen su tejido social y su soberanía patrimonial, como dueños querendones de esta ciudad maravillosa.

 

Hernán Narbona Véliz, Periodismo Independiente, 06 de octubre 2017.

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jueves, octubre 09, 2025

10 de octubre 2019 Una columna premonitoria

El 10.de.octubre de 2019 escribí está nota, en 8 días estallaría la explosión social de octubre.

Vivimos al borde del abismo, mientras el egoismo y la estupidez humana no dejan de mirarse el ombligo, como esos prisioneros que cargaban sus maletas hasta la puerta de las cámaras de gas, algunos pensando que el oro les serviría para evitar el final. 
Así van las multitudes, pensando que la vida será siempre la misma y que lo demás es fatalismo.
Las palabras ya no sirven, es urgente pasar a la acción y sabemos que el sistema es negacionista y cruel, pues se basa en una codicia ilimitada que  reacciona como bestia herida cuando siente que su estatu quo  amenazado. 
Los pueblos originarios están recibiendo su mayor reacción, su represión y soberbia, ya sea usando la institucionalidad, ya sea corrompiendo a políticos, ya sea usando sicarios para eliminar a los líderes sociales. Lograr convicción de unidad frente a la monstruosidad ecocida, requiere tocar fondo, perder quizá hasta la vida, pero nadie quiere llegar a ese nivel, sino que apelamos a la sensatez, a la razón, al sentido común.
 Sin embargo, lo real es que la ignorancia y la manipulación mediática, hacen que los mayores depredadores vistan pieles de oveja para seguir en el engaño masivo.
Es imprescindible sentir que con este planeta diezmado los escenarios en que vivirán los niños de hoy y los que están por nacer, serán en un hábitat agotado y triste, con una flora y fauna destrozadas. 
Cambiar el sistema es la llave de sobrevivencia, pero para ello hay que jugárselas hoy, sabiendo que la bestia es grande y pisa fuerte, pero somos más y mejores los que creemos en el bien común, en la cooperación y la vida como prioridad sobre todo.
El cambio obliga a juntarnos y frenar el crecimiento anárquico de la producción que destruye el medio ambiente. Recuperemos la modestia, sin gula, sin avaricia, compartiendo, sirviendo a la tierra no llenándola de cemento y basura.
 Ese mundo es posible, al menos intentémoslo.
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miércoles, octubre 08, 2025

CHILENO RECIBE HOY PREMIO HUMANITARIO GLOBAL DE ORGANIZACIÓN "UN MUNDO, UNA FAMILIA"





Patricio Veas Moreno, empresario del Turismo, chileno que preside la Fundación ValpoCree y la Cámara de Comercio y Turismo de Valparaíso, recibe hoy, 9 de octubre de 2025, un Reconocimiento de la Organización Mundial "Un Mundo, Una Familia" por la labor filantrópica y de Voluntariado en favor de los más pobres y abandonados, personas en condición de calle. Patricio Veas se convierte así en el primer chileno que recibe este Premio por la labor que ha desarrollado por 12 años, colaborando con la Iglesia La Matriz para mantener a través del voluntariado el Comedor comunitario que atiende diariamente a más de 200 personas, y sostener con sus redes de voluntariado un lugar de hospedaje y acogida que se ha llamado  Casa de la Luz, un hospedaje que busca proteger a las personas sin hogar ni apoyo de familias, en una labor silenciosa y perseverante que se focaliza en el Barrio Puerto, zona porteña gravemente afectada en las últimas décadas.
En estos momentos en la India se desarrolla La Cumbre Mundial de Religiones, cuyo lema es EL AMOR ES LA BASE DE TODAS LAS RELIGIONES
En la base de cada fe reside el amor, la esencia que une a la humanidad más allá de las diferencias. La Cumbre Mundial de Religiones, de tres días de duración, reunirá a líderes espirituales, pensadores y creadores de cambios de todo el mundo, fomentando la unidad a través del diálogo, la colaboración y un propósito compartido.
En estos tres días, Patricio Veas Moreno participará representando a Chile y apoyado en Nueva Delhi por la Embajada de Chile. En estos momentos se inicia la ceremonia y ésta contempla tres partes, a saber:

1. Palabras de esperanzas de un actor espiritual  de Chile. Será un video mandado por el Padre Victor Godoy, Párroco de la Iglesia La Matriz.
2. Presentación de Chile: Patricio Veas será acompañado por un  chileno residente en la India que presentará una reseña de la Historia de Chile. A él le corresponderá mostrar elementos culturales de nuestro país, en especial una reseña de la Música y el Canto en Chile. Finalmente, expondrá sobre la experiencia en voluntariado y solidaridad que se ha desplegado en colaboración con la Iglesia La Matriz y su Comedor Comunitario, con una reseña de las acciones de apoyo a los más desposeídos.
3. Patricio Veas Moreno recibirá el Premio Humanitario Global para Chile, de parte de la Organización Mundial UN MUNDO, UNA FAMILIA.
La Cumbre de las Religiones adoptará la antigua y profunda visión de vasudhaiva kuṭumbakam: “Un mundo, una familia”. Este principio atemporal, arraigado en la antigua forma de vida conocida como Sanatana Dharma, enseña que el mundo entero es una sola familia, unida por los valores universales del amor, el servicio y la rectitud. 
La Cumbre al otorgar este reconocimiento al chileno Patricio Veas está abriendo canales de colaboración con el voluntariado de nuestro país con una visión ecuménica de unidad en la acción y el compromiso por la dignificación de los más débiles de la sociedad. 
Señalan también que esto abre  un espacio sagrado para el diálogo, animando a los líderes religiosos a unirse en el respeto mutuo y la responsabilidad compartida por un mundo guiado por la paz y la armonía. Al fortalecer lazos que trascienden la fe, la cultura y la nacionalidad, la Cumbre Mundial de Religiones servirá como plataforma para la colaboración y la buena voluntad global.
Es en esta cosmovisión que se entrega del Premio Humanitario Global para Chile, a través de un líder silencioso que aúna voluntades en pro de causas de bien común, partiendo por quienes están fuera de las redes de asistencia de los gobiernos.
A continuación transcribimos el discurso que Patricio Veas dará en este día como un verdadero embajador de la sociedad civil chilena, como un ciudadano que trabaja y lidera para hacer menos dura la vida de cientos de personas cada día.
Reciba por ello las felicitaciones de los porteños que serán visibilizados a través de este reconocimiento mundial.
DISCURSO DE PATRICIO VEAS AL MOMENTO DE RECIBIR ESTE GALARDÓN EN LA INDIA:

¡Hola a todas y todos!
En mi país, cuando saludamos, damos la mano o nos abrazamos. Aquí, he aprendido que nos llevamos la mano al corazón. Y aunque son gestos distintos, ambos son símbolos de algo muy profundo: la pureza, el respeto y el cariño por el prójimo.
Quiero comenzar diciendo algo que vibra fuerte en mi corazón:
"Un mundo, una familia, un amor."
Así siento esta unidad de esperanza que ustedes reflejan para mí.
Mirar a Chile, desde esta perspectiva, me hace reflexionar en algo muy profundo:
La vida siempre ofrece posibilidades para transformar el mundo.
Pero para lograrlo, no basta con lo posible… hace falta ser como el buen samaritano, que se detiene, mira al otro, y actúa desde el amor.
Cambiar sí es posible. Pero ese cambio no llega sin fe.
Creer es soñar en positivo.
Es tener la valentía de imaginar un orden distinto, más justo, más fraterno…
Y concretar esos sueños con acciones como esta, en donde nos encontramos sin descalificaciones, nos miramos sin rencores, y nos reconocemos como hermanos y hermanas.
Llevo algunos días compartiendo con ustedes, observando, aprendiendo y nutriéndome de sus formas de vivir y de compartir.
Y hoy quiero agradecerles con el corazón, con el corazón abierto, por darme la oportunidad de estar aquí, frente a ustedes.
Porque sí, ustedes son una luz de esperanza en un mundo que atraviesa grandes crisis.
Y creo firmemente que las soluciones no vienen solo de la razón, sino del alma.
Nacen del amar, del sentir, del aprender, del reflexionar y del experimentar juntos.
En Chile estamos luchando contra grandes flagelos sociales: el alcohol, las drogas, el abandono… pero también contra heridas más silenciosas: el individualismo, la falta de sentido, la desconexión espiritual.
En lo personal, dedico mi vida a acompañar a esos corazones rotos. A sembrar oportunidades, amor y nuevos sueños. A sacar los malos ejemplos de las calles y reemplazarlos con caminos de esperanza.
Lo hago inspirado en el ejemplo de Jesús, y con la guía del más grande de todos: Dios.
Quiero compartir con ustedes una frase de Sri Sathia Sai Baba que me acompaña desde hace un tiempo:
“Donde hay fe, hay amor;
Donde hay amor, hay paz;
Donde hay paz, hay verdad;
Donde hay verdad, está Dios;
Donde hay Dios, hay dicha”.
Gracias por ser parte de esta gran familia.
Gracias por recordarnos que el amor, la solidaridad y la esperanza, siguen siendo el camino.

Por último, deseo entregar un pequeño obsequio a Sadhguru, desde mi querida ciudad de parte de la Ilustre Municipalidad de  de Valparaíso.
Un símbolo humilde, pero lleno de sentido. Que representa la unidad, la hermandad y el amor que mi ciudad quiere extender hacia ustedes, hacia el mundo.
Patricio Veas Moreno desde Nueva Delhi 
Valparaíso 9de octubre de 2025