Este es un espacio de periodismo de análisis y opinión, desarrollado por Hernán Narbona Véliz, Poeta y Escritor chileno. Administrador Público, Licenciado en Relaciones Internacionales, Columnista de diversos medios, miembro de Periodistas Frente a la Corrupción.
viernes, julio 29, 2005
El socio europeo nos hace la desconocida
28/06/05
Con la Unión Europa hemos suscrito un Acuerdo Político de Asociación, el que se ha puesto en riesgo por la impericia de nuestras autoridades en materia ambiental.
El Art. 28 del Acuerdo, referido a cooperación en materia de medio ambiente, señala que el objetivo de la cooperación será fomentar la conservación y la mejora del medio ambiente, la prevención de la contaminación y degradación de los recursos naturales y ecosistemas, y el uso racional de éstos a favor de un desarrollo sostenible. Además se señala que se consideran de especial interés la relación entre pobreza y medio ambiente, el impacto medioambiental de las actividades económicas, los problemas medioambientales y la gestión del uso de suelos.
Las evidencias de una acción liviana de parte de Chile están a la vista. Se ha envenenado el humedal de Valdivia, se ha aprobado un proyecto de gravísimo impacto ambiental en Pascua Lama, se han realizado exportaciones ilegales de alerce que está investigando la justicia, se cambian los planos reguladores y se realiza una gestión de suelos sin respetar la participación ciudadana. Hechos denunciados hasta el cansancio por las comunidades locales, por los pueblos autóctonos, y siempre la balanza inclinándose hacia los intereses económicos.
La Unión Europea es en la práctica un país continente con el cual estamos ligados en un Acuerdo de Asociación Política, que es distinto a otros Tratados comerciales, porque compromete al país en variadas materias, abriendo un espacio explícito a las pequeñas y medianas empresas y las asociaciones o joint ventures en proyectos de este nivel. Una puerta que puede cerrarse y ese costo sería enorme para nuestro país. Diputados del Parlamento Europeo han promovido una revisión de este Tratado por hechos como los anotados, que evidencian liviandad o falta de voluntad política en materia medioambiental. Jamás se debió autorizar la instalación de una planta de celulosa que se sabía era contaminante, en un humedal protegido internacionalmente. Jamás debió darse el pase al proyecto de Pascua Lama, que destruirá los glaciares cordilleranos.
En octubre próximo, una delegación del Parlamento Europeo viajará a Chile para reunirse con sus pares del Congreso nacional. "Vamos a aprovechar la ocasión para visitar la empresa de celulosa y el sitio de protección ecológica, así como otros lugares de producción con consecuencias negativas, tanto sociales como ambientales", dijo el alemán André Brie, del grupo de la Izquierda Unitaria y presidente de la delegación del Parlamento Europeo para Chile. "En base a los datos encontrados vamos a pedir cambios en el Acuerdo entre Chile y la UE" aseguró Brie. Las denuncias presentadas por los grupos ecologistas han sido acogidas con preocupación por parte del intergrupo "Comercio y Medio Ambiente" del Parlamento Europeo. "Los acuerdos comerciales modernos no pueden erosionar la sustentabilidad de un país", dijo Alain Lipietz, presidente de dicho intergrupo.
Esto es una verdadera lección. Para que aprendan los grupos económicos locales y el gobierno, que cuando se negocia en el contexto europeo, no es chiste incumplir y que el logro que nos significó crecer un 52% en las exportaciones el 2004 como consecuencia directa de los Tratados de libre comercio con Estados Unidos, y la Unión Europea, puede desmoronarse por esa manga ancha y economicista con que se han tratado los temas ambientales.
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