miércoles, marzo 19, 2025

entrevista de O GLOBO a un capo mafioso Marcola

Cuando la sociedad vive escenarios distópicos, de miedo,  delincuencia y  de Estados fallidos, esta entrevista a un capo de la mafia brasileña,  es una alerta que debe remecernos.

ENTREVISTA DE LA RED TELEVISIVA "O'GLOBO" EN BRASIL AL CAPO “MARCOLA”:

Marcos Camacho, más conocido por el sobrenombre de "Marcola", es el máximo dirigente de una organización criminal de Sao Paulo (Brasil) denominada Primer Comando de la Capital (PCC). 

Las respuestas de Marcola nos aproximan a lo que puede ser el futuro de la delincuencia común en América Latina.

O Globo: ¿Usted es del PRIMER COMANDO DE LA CAPITAL (PCC)?

Marcola: Más que eso, yo soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible. Ustedes nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el problema de la miseria. El diagnóstico era obvio: migración rural, desnivel de renta, pocas villas miseria, discretas periferias; la solución nunca aparecía… ¿Qué hicieron? Nada. ¿El Gobierno Federal alguna vez reservó algún presupuesto para nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en los derrumbes de las villas en las montañas o en la música romántica sobre "la belleza de esas montañas al amanecer", esas cosas…
Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ustedes se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social.

O Globo: Pero la solución sería…

Marcola: ¿Solución? No hay solución, hermano. La propia idea de "solución" ya es un error.
¿Ya vio el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduvo en helicóptero por sobre la periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendría que ser bajo la batuta casi de una "tiranía esclarecida" que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice. Y del Judicial que impide puniciones. Tendría que haber una reforma radical del proceso penal de país, tendría que haber comunicaciones e inteligencia entre policías municipales, provinciales y federales (nosotros hacemos hasta "conference calls" entre presidiarios…)
Y todo eso costaría billones de dólares e implicaría una mudanza psicosocial profunda en la estructura política del país. O sea: es imposible. No hay solución.

O Globo: ¿Usted no tiene miedo de morir...?

Marcola: Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En las villas miseria hay cien mil hombres-bombas. Estamos en el centro de lo insoluble mismo. Ustedes en el bien y el mal y, en medio, la frontera de la muerte, la única frontera. Ya somos una nueva "especie", ya somos otros bichos, diferentes a ustedes.
La muerte para ustedes es un drama cristiano en una cama, por un ataque al corazón. La muerte para nosotros es la comida diaria, tirados en una fosa común.
¿Ustedes intelectuales no hablan de lucha de clases, de ser marginal, ser héroe? Entonces ¡llegamos nosotros! ¡Ja, ja, ja…! Yo leo mucho; leí 3.000 libros y leo a Dante, pero mis soldados son extrañas anomalías del desarrollo torcido de este país.
No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. Es eso. Es otra lengua.
Está delante de una especie de post miseria.
La post miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes.

O Globo: ¿Qué cambió en las periferias?

Marcola: Mangos. Nosotros ahora tenemos. ¿Usted cree que quien tiene 40 millones de dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de dólares la prisión es un hotel, un escritorio… Cuál es la policía que va a quemar esa mina de oro, ¿entiende? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Si el funcionario vacila, es despedido y "colocado en el microondas".
Ustedes son el estado quebrado, dominado por incompetentes.
Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos, burocráticos. Nosotros luchamos en terreno propio. Ustedes, en tierra extraña. Nosotros no tememos a la muerte. Ustedes mueren de miedo. Nosotros estamos bien armados. Ustedes tienen calibre 38. Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad. Ustedes nos transformaron en "super stars" del crimen.  Nosotros los tenemos de payasos. Nosotros somos ayudados por la población de las villas miseria, por miedo o por amor. Ustedes son odiados. Ustedes son regionales, provincianos. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos "globales". Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros "clientes". Ustedes nos olvidan cuando pasa el susto de la violencia que provocamos.

O Globo: ¿Pero, qué debemos hacer?

Marcola: Les voy a dar una idea, aunque sea en contra de mí. ¡Agarren a "los barones del polvo" (cocaína)! Hay diputados, senadores, empresarios, hay ex presidentes en el medio de la cocaína y de las armas. ¿Pero, quién va a hacer eso? ¿El ejército? ¿Con qué plata?
No tienen dinero ni para comida de los reclutas. Estoy leyendo "Sobre la guerra", de Klausewitz. No hay perspectiva de éxito. Nosotros somos hormigas devoradoras, escondidas en los rincones. Tenemos hasta misiles anti-tanque. Si embroman, van a salir unos Stinger. Para acabar con nosotros… solamente con una bomba atómica en las villas miseria. ¿Ya pensó? ¿Ipanema radiactiva?

O Globo: Pero… ¿No habrá una solución?

Marcola: Ustedes sólo pueden llegar a algún suceso si desisten de defender la "normalidad". No hay más normalidad alguna. Ustedes precisan hacer una autocrítica de su propia incompetencia. Pero a ser franco, en serio, en la moral. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro de ella. Entiéndame, hermano, no hay solución. ¿Saben por qué? Porque ustedes no entienden ni la extensión del problema. Como escribió el divino Dante: " Pierdan todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno".

domingo, marzo 16, 2025

Educación . cultura y civismo


Ideas para un borrador de columna para corporación Ciudadanos por Valparaíso.

Mercantilización de la Educación. El principio de Estado Subsidiario aplicado a partir de la Constitución de 1980, impuso al Estado un rol prescindente en materia de Educación. Se termina la función rectora del Ministerio de Educación para organizar los programas de educación a todo nivel. Se municipaliza la educación primaria y secundaria. Aparecen las universidades privadas y todos los sectores políticos incursionan montando sus propios establecimientos. A continuación, algunas reflexiones sobre este proceso.

Elementos de la decadencia.
El modelo deteriora los pilares humanistas de lo cultural y el poder busca apagar esa llama peligrosa que alienta a la insurrección libertaria 

En la década de los 80 se fragmenta la Universidad de Chile en sedes regionales.
Se inicia la privatización de la educación superior con los CFT, IP, UNIVERSIDADES PRIVADAS. Demagogia populista: universidad para todos. Atender las expectativas del mercado significó lucrar con ellas, expandiéndose la oferta de carreras sin ninguna lógica. El impacto fue el endeudamiento de las familias y los estudiantes, la sobre oferta de profesionales, la dudosa calidad de esa avalancha de profesionales y una proliferación de cesantes ilustrados y sobre endeudados por un CAE usurero.
En este proceso se desvirtúa la misión de la Universidad de cumplir con Docencia, Investigación y Extensión, como vanguardia del conocimiento, la ciencia y la tecnología. Las universidades en búsqueda de financiamiento comienzan a desarrollar Asistencia Técnica para realizar estudios orientados y a requerimiento del sector productivo, cada facultad compite en esta nueva función y la energía académica pierde el foco y sale del aula, contratando profesores media jornada para cubrir docencia que dejan de prestar los profesores jerarquizados de jornada completa. La distorsión de la misión de la universidad deviene en unidades de negocios donde los equipos académicos se convierten en consultores que pagan su regalía de marca a la Universidad, pero gestionando en plena autonomía sus programas de asistencia técnica. 
Una mercantilización mayor y carente de toda ética fue la incorporación de académicos jornada completa de las universidades tradicionales a proyectos de universidades privadas, sirviendo con sus nombres y currículum a viabilizar a las universidades privadas, agregando a esto la maniobra de aparecer sirviendo otras jornadas completas imposibles de ser reales. Una corrupción que evidenció cómo el lucro fue corroyendo la función educativa de las universidades tradicionales que vieron deteriorar la calidad de su docencia y el abandono de la función social orientadora de la Universidad frente a la sociedad.

 El individualismo fue calando la vida universitaria y la colaboración interdisciplinaria dió paso a feudos cerrados donde los integrantes titulares repartían utilidades, mientras el peso de la docencia era subrogado por un plantel de profesores hora, contratados bajo condiciones leoninas, de marzo a diciembre y sin participación en la toma de.decisiones. Se fue perdiendo un espíritu fundacional de lo que había sido la Reforma universitaria del 68 en las universidades tradicionales, públicas y las católicas adcritas a esa calidad.
Apuntando al fondo del objetivo de la educación superior, todo este proceso fue debilitando la formación crítica del educando para derivar en la consecución de una máxima especialización que es funcional al modelo económico vigente.
La planificación de las carreras fue extendiendo su duración, complementándolas con programas de posgrado, diplomados, magister y doctorados que constituyen una fuente de ingresos sustantiva, toda vez que son percibidos como indispensables para alcanzar una carta de presentación competitiva, retardando con ello el ingreso del profesional al mundo real del trabajo. 
La Educación manejada como negocio y regida por el mercado, ha tenido 40 años después un resultado lamentable, derivado de la falta de una planificación por parte de Estado, respecto a lo que requiere el desarrollo. Esto ha llevado a la realidad de profesionales sin espacio laboral o sectores que no encuentran un recurso humano competente para los desafíos empresariales. El mercado no responde a lo que se necesita sino a lo que puede ser oportunidad de ganancia.

Fui parte y producto de un proyecto educativo pionero e innovador, desarrollado al alero de la Rectoría jesuítica de la Universidad Católica de Valparaíso, entre 1953 y 1966: el colegio experimental Rubén Castro.
Un colegio gratuíto donde el profesorado esraba integrado fundamentalmente por jóvenes normalistas que cursaban su perfeccionamiento en la Universidad Católica de Valparaíso. 
Los planes de estudio eran de doble jornada, con clases de Castellano, Inglés , Francés, Matemáticas, Historia y Geografía, avanzando a Física, Química, Biología, Educación Cívica y Filosofía. Los exámenes eran supervisados por un Liceo de la educación pública. Pero lo distintivo e importante eran los Ramos electivos, que ofrecían una gama de materias que se podía tomar en cada semestre. Allí se podía estudiar Entomología, Radio, Periodismo escolar, Taquigrafía, Cerámica, Pintura, Coro, Música, con 
Talleres que se realizaban por las tardes en una actividad exploradora que orientaba vocacionalmente al alumnado aportando una mirada holistica de la realidad.
Llegando está vivencia a una prospectiva del momento actual de la educación, dejo algunas reflexiones:
Se viene un cambio radical en los procesos de enseñanza aprendizaje, dados los avances de la tecnología y la construcción de contenidos que, al ser procesados por la Inteligencia artificial, IA, deja a disposición del usuario no solo datos neutros, sino su interpretación subjetiva, según sea el sesgo de quien alimenta los diseños lógicos de la IA. Porque en la narrativa histórica es totalmente plausible que el poder que usa la IA pueda manipular el proceso analítico con determinados criterios.
Asumir un mundo que vive inmerso en este fenómeno de mayor dependencia de cerebros hiper poderosos.
Cómo vivir una transformación tecnológica manteniendo la identidad aquilatada por siglos, resistiendo la manipulación de medios, la pos verdad, el negacionismo de una narrativa imperial supranacional. 
En un contexto geopolítico que va dispersando el poder entre un puñado de superpotencias que tienen poder nuclear, con un multilateralismo de imperios, que implica que los países en desarrollo deben moverse en un complejo mapa de equilibrios. 
El pensamiento crítico es una emergencia si se quiere mantener identidad nacional y una soberanía efectiva. El problema es el retraso estructural y la involución en materia educativa que ha formado operadores acríticos que son funcionales a procesos pero no tienen una mirada holistica para entender las complejidades del mundo que está surgiendo. El escapismo de la virtualidad, la adopción de modas, montajes cibernéticos, Fake news,  bots, que llevan a una identificación personalizada de las personas, amenaza con llevar a sistemas de control total, que puedan predecir el comportamiento de las masas e influir en él. Las libertades civiles y los derechos humanos se irán  relativizando en la medida que, supuestos intereses de seguridad, vayan rompiendo la forma de vida libre en que nos hemos formado y que probablemente nuestros descendientes no conocerán.
Para encaminar a nuestra niñez hacia una nueva forma de aprehender su nueva realidad planetaria, uno de los primeros requerimientos es recuperar la capacidad de leer y comprender lo que se lee, convirtiendo al maestro en un orientador que explora junto a sus alumnos el conocimiento que, como selva abarrotada de información, se presenta ante el usuario planetario, que debe navegar por ella, como un territorio enmalezado de alto riesgo, donde se debe separar la paja del trigo.
Y, pensando en esto, vuelvo mi mirada a ese proyecto experimental de educación 
en que me formé y siento que es el camino que imagino como salida de esta crisis estructural de la educación en Chile, de cara a un cambio de era.
¿Cómo procurar una educación moderna, holistica, participativa, gregaria y colaborativa?
¿Cómo comprender la complejidad de la interdependencia.y recuperar el paradigma de la cooperación regional?
La idea fuerza es oponer al sistema imperial de las multinacionales una organización social colectiva de resistencia. El poder corporativo  concentra poder económico, político y militar, porque hasta la guerra se ha privatizado. Desde la sociedad civil fragmentada y calada por el individualismo, se debe generar una organización colectiva de actores diversos que se aglutinen en un interés superior de sobrevivencia. 
Desde la sociedad civil debe nacer una forma limpia de hacer política y de ganar legitimidad. Llámese ciudadania, tejido social, sindicatos, agrupaciones de consumidores, gremios, colegios profesionales, esos sectores que sufren el dominio de las élites, pueden proyectar un nuevo orden en el cual el Estado debe ser recuperado para que represente el interés general. Se asume la realidad presente de instituciones cooptadas por un orden supranacional que se ha vestido de progresismo o pseudo izquierda para dividirnos, distraernos de lo importante, 
vendernos un placebo de democracia. Sin embargo, tras una crisis que está ad portas, luego de la derrota de la OTAN ante Rusia, que ha conllvadoy la decadencia de la Unión Europea, habrá probablemente un mayor espacio para un reencuentro social, quizá después de tocar fondo y unirnos serà la única opción a una dictadura fascista neo colonial en América. Difícil camino de reconstrucción moral de la sociedad y he allí donde la Cultura cobra un rol categórico para fortalecer un civismo responsable y sensato que apunte al disenso y nos a la imposición de consignas vacías de contenido real. Aprender o reaprender a escuchar al otro y aceptar los límites sin prepotencia, son elementos de una actitud colectiva que deviene en nuevos paradigma de interrelación y convivencia. Una nueva impronta que deberá incluir la colaboración, cooperacion e integridad en el actuar de cada individuo, erradicando los desvalores del ventajismo, clientelismo, nepotismo y el resentimiento que impide reconocer los méritos del prójimo. Recuperar una identidad cultural de tolerancia y respeto será en gran medida una labor que deben desarrollar los actores de la educación y la cultura, cambiando criterios mercantiles que ha impuesto el modelo. Y en ese plano los artistas, poetas e intelectuales tendremos mucho que aportar, desde los márgenes sociales y desde nuestras catacumbas, siglo XXI.

El espíritu cooperativo mejora la calidad de vida

.Una mirada libre a nuestro entorno

lunes, marzo 03, 2025

Baby boomers, vitales hasta el final



Baby boomers, vitales hasta el final

Se nos ha tipificado como los baby boomers, esa generación que se define generalmente como las personas nacidas entre 1946 y 1964, durante la explosión de natalidad posterior a la Segunda Guerra Mundial.

 

Protagonistas de Dos Siglos

En los decenios de 1960 y 1970, crecimos en la guerra fría, supimos de la crisis de los misiles en Cuba, de la carrera espacial, de la llegada del hombre a la luna, del zapatazo de Nikita Jrushchov en la ONU, vivimos el asesinato de Kennedy, la guerra de Vietnam, el papado de Juan XXIII, la ostpolitik,  las masacres de Tlatelolco y Tiananmen, la invasión de la URSS a Checoslovaquia. Fuimos parte de la Reforma Universitaria y del sueño de la vía democrática al socialismo de Salvador Allende, padecimos persecución, torturas, desapariciones, exilio. Padecimos las dictaduras de los 70.  Sufrimos la máquina de muerte de la operación Cóndor. Fuimos los que vimos caer los muros, vimos desaparecer a la URSS. Sobrevivimos al Siglo XX, luchamos por recuperar la democracia, levantamos la voz por la paz, conocimos la China de Mao y la China que después ingresó a la OMC, sufrimos por Bosnia, Croacia, Libia, Afganistán, Irak, Siria, Palestina.

Persistimos en el Siglo XXI, seguimos soñando, fuimos pioneros de las aplicaciones tecnológicas, protagonistas de la globalización y la interculturalidad, fuimos los que depusimos el machismo y caminamos codo a codo con nuestras compañeras para ganar espacios de libertad, somos abuelos con proyectos, somos bisabuelos que no cejamos en defender ideas y escribir poesía.

En general, construimos una sociedad de bienestar y hemos sido equidistantes de las ideologías fundamentalistas. En términos generacionales conocimos de la pobreza digna y tuvimos la educación como palanca de movilidad social. Nuestros padres habían vivido la guerra y eso nos hizo más proclives al diálogo y la democracia. Somos actualmente un 15% de la población mundial.

Vivimos revoluciones tecnológicas

Somos los que brincamos sucesivamente a mejores tecnologías y por ello el  trabajo a distancia o teletrabajo no nos sorprendió y entramos cómodos a la virtualidad. Recuerdo que, en los ochenta, la máquina de escribir eléctrica de punto, bulliciosa como ella sola, mandaba al museo la vieja máquina de escribir portátil. Luego vino la electrónica, silenciosa y con corrector incorporado, todas cumplieron su etapa y significaron una evolución notable en el trabajo. En los sesenta, en la Universidad, habíamos picado esténciles y habíamos editado revistas en papel roneo. En los setenta, aprendimos a picar un télex, que se enviaba tipo telégrafo a la máquina de destino. Para preparar la comunicación se escribía el texto, muy estructurado, y se picaba una cinta de papel delgada que quedaba llena de perforaciones, Después, se encendía la máquina y se conectaba con la terminal de destino, luego se colocaba el rollito de papel y se daba enviar. Comenzaba a pasar con un sonido de tren de juguete la cinta de papel y los agujeritos eran los pulsos que se trasmitían, para luego decodificarse en destino. Cuento este detalle para que los jóvenes se hagan una idea de cómo funcionaba el asunto. Las llamadas de larga distancia eran muy caras y tener un teléfono en casa era casi un privilegio.

En los ochenta el télex se mantuvo como base de comunicaciones, hasta que apareció el Fax que fue una maravilla, que permitía pasar una hoja escrita o con gráficos, o una foto, y al otro lado salía de inmediato en el equipo de fax, anunciando el proceso de recepción con unos pitos característicos. Hacia fines de los noventa vino el salto a la Internet con su hipervínculo que permitía navegar. Vinieron los portales, se abrió la era de la blogsfera y de las punto com.  Una etapa en que la tecnología era la diferenciación y a pasos acelerados se construía la globalización.

Así, década tras década, fueron pasando los discos flexibles, los videos en VHS y en Umatic, que nos servían para trabajar conferencias con ese apoyo de multimedia. De la vieja planilla de cálculo Wordstar, saltamos al Excel. De los blogs entramos a las plataformas virtuales, a los sitios web, a Facebook, Youtube, Instagram, WhatsApp y TicTok. La conexión instantánea, la conectividad en banda ancha, el 5G, siguen asombrándonos.

Colgados de la pisadera

Hemos vivido una vorágine, una gran ola, que siempre ha habido que surfear. De pronto, nos encontramos con la inteligencia artificial, con la robótica, en un debate sobre máquinas sustituyendo a las personas; con celulares que son un enorme computador de antaño, con múltiples funciones, un sistema que nos deja, al instante, en posición de seguir y participar de acontecimientos extraordinarios, como los que actualmente estamos viviendo.

Durante la pandemia, por motivos trágicos y tenebrosos para la humanidad, nuestras vidas cambiaron. Estuvimos confinados, muchos de nuestra generación quedaron en el camino. Como abuelos o bisabuelos hemos podido recién después de dos años, mimar a los nietos  o bisnietos. Gracias a esta tecnología que no deja de asombrarnos, hemos podido mantener conversaciones en familia, integrarnos a redes sociales, seguir participando en política.

Trabajar desde casa ha significado disfrutarlo, adaptándose al propio biorritmo. Combinando el trabajo a distancia con el trabajo doméstico, compartir con amigos conversaciones virtuales y mantener unida a la tribu frente a la pandemia.

Toda una experiencia, sobrevivir en tiempos de corona virus, conversando en las redes, colaborando en la vecindad y orientando a los más jóvenes, diciéndoles que hubo en la historia momentos muy duros y pudimos superarlos, lo mismo que haremos ahora, con resiliencia. Es agradable combinar el avance tecnológico con nuestra experiencia generacional, desplegar las ideas para sentarse junto al río de la vida a observar, sin prisas, como fluyeron amores y desamores, pasiones y olvidos, amistades falsas y amistades verdaderas, amores platónicos y amores de carne y hueso, fuegos idílicos y fuegos que laceran el alma.

Viviendo un cambio de era

Tenemos la consciencia de comprometernos para legar un mundo mejor a las nuevas generaciones. Al menos, parte de nuestra generación se ha resistido al individualismo que ha inundado la convivencia. Tenemos la sapiencia ganada para escarbar los vericuetos del ser, para prepararnos para nuestro propio último viaje, viaje real o quizá simple acceso al andén de una estación circular, para una partida sorprendente, vaya uno a saber. El punto es que, regresando de esas periódicas despedidas que damos a los amigos que parten, podemos sentarnos a ver fluir la vida en un ejercicio grato y necesario, con la mirada en el horizonte, abstraído en tu propia dimensión, especulando metáforas o hilando nuevas crónicas, sin sostener posiciones ni dogmas, como una veleta que se deja llevar por la brisa, sin oponer resistencia, en un ejercicio mágico de seguir adelante, sabedores de que cada paso podría ser el último, que jamás la congoja se enredará en tus bailes, que amarás con la porfía de un gladiador irreverente.

Y, en este instante de la historia, cuando vamos curtidos de traiciones y vemos cómo se derrumban dogmas oficiales, echamos mano a la palabra creativa para iluminar los caminos, esgrimiendo lo colectivo y la colaboración como quizá única opción redentora. Nos está tocando vivir un cambio de era y somos privilegiados por ello.

Por eso, pensé que era bueno dejar este tiempo para un divague, sintonizar de nuevo con los paradigmas propios, rememorar y proyectar, al unísono, con la esperanza de llegar pletóricos a ese instante final en que se apaguen las luces y la comedia continúe, pero en otra dimensión, donde partiremos desnudos, sólo con pasaje de ida.

 

Hernán Narbona Véliz  

Poeta, escritor y periodista chileno.

Valparaíso, 3 de marzo 2025




Una mirada libre a nuestro entorno

sábado, febrero 22, 2025

¿Una nueva era, un nuevo orden en paz?


¿Una nueva era, un nuevo orden en paz?

Hernán Narbona Véliz




Estamos siendo espectadores de un cambio de era. Los actores que participan de esta reformulación del poder mundial son múltiples e identificarlos es de suyo complejo, toda vez que las interrelaciones e intereses en que confluyen o conflictúan son diversos.

A grosso modo, tenemos el mundo corporativo multinacional, que funciona por encima  de los Estados y cuya influencia ha ido cooptando las instituciones para que sus intereses particulares pasen a ocupar el lugar del interés colectivo o bien común, operando desde el Estado profundo que controla los mercados de capitales, la industria armamentista, la farmacéutica, la alimentaria, la tecnológica, etc., lo que les permite colocar en los gobiernos a políticos que sirvan a sus intereses. Estas élites corporativas se han instalado en las instancias públicas restando metódicamente competencia a los Estados.

Antecedentes del orden unipolar que termina

El Estado, cuyo deber ser es velar por la integridad territorial, por la soberanía y el bienestar de sus habitantes, ha sufrido en los últimos 50 años la embestida privatizadora del modelo neoliberal. A través de procesos de integración regional se ha buscado fortalecer la capacidad de los países frente a la globalización. Pero, como a las multinacionales aquello no les conviene: el neoliberalismo ha buscado instalar estados débiles, corrompibles, que no conduzcan la economía o que puedan ser alineados a la fuerza mediante golpes de Estado. Así ha quedado en descubierto al  saberse en qué gastaba sus fondos la USAID,  que ha congelado Trump. Se han evidenciado los gastos para medios y periodistas corruptos, para desestabilizar gobiernos, financiar partidos, etc..

En el fondo, a nivel global se ha ido quitando facultades al Estado para dejarlo inválido para fiscalizar los flujos de comercio o conducir la política económica, obligándolo a aceptar reglas impuestas desde el mundo corporativo dominante, con acuerdos leoninos como el TPP11.

La globalización, a partir de la caída de los muros al término de los ochenta y la desaparición de la URSS, significó de manera multidimensional la conformación de un sistema geopolítico unipolar, con una superpotencia hegemónica, defensora de un orden económico neoliberal auspiciado por las corporaciones multinacionales. Esto, en  el plano geopolítico, significó que USA se erigiera como el gendarme del orden mundial como la única superpotencia militar hegemónica, invadiendo y destruyendo a los países que pretendieron una opción nacional independiente.

En el plano tecnológico, la globalización se expresó en un mundo interconectado que significó que los países, las empresas, la sociedad civil las personas interactuaran,  generándose nuevas dinámicas en todo ámbito, en especial en el comercio internacional, la logística, las finanzas, las relaciones internacionales no gubernamentales y la política.

Cuando China ingresa a la OMC el año 2001, comienza a usar las reglas del orden mundial imperante, tejiendo estratégicamente sus intereses comerciales, a la par que va captando inversión extranjera, asegurando con su régimen autocrático estabilidad, además de costos de producción ventajosos. Cabe recordar que al inicio de los 90, China dicta la ley de equity joint ventures, que le permitió absorber el conocimiento tecnológico de occidente, al tiempo que Europa y Estados Unidos iban perdiendo parque industrial en sus territorios, encandiladas las multinacionales por la optimización de ganancias. Pisaron el palito y se dieron cuenta demasiado tarde. China fue capitalizando e innovando, con una planificación de largo plazo, llegando a poner en jaque a occidente en industrias claves, como el sector automotriz y la electrónica de punta. Además con su oferta de inversión ha favorecido la descolonización de África, en perjuicio de países europeos que saqueaban a países africanos de valiosos recursos.

¿Hacia dónde vamos?

Donald Trump en su primer mandato declaró la guerra comercial a China, al asumir la posición debilitada en que se encontraba su país, con un enorme déficit fiscal, una balanza comercial negativa y un enorme gasto militar derivado del rol asumido de superpotencia gendarme del orden mundial. En el plano interno, un país  cuyos intereses de Estado habían sido impuestos por las multinacionales desde el “Estado Profundo”.

En este minuto histórico, a un mes del inicio del segundo mandato de Trump estamos presenciando un cambio de era, transitando a un orden de imperios, donde China y  Rusia emergen como actores de un nuevo equilibrio multipolar de poder mundial, en el que los demás países del orbe podrán jugar estrategias para convivir con un mayor margen de maniobra. El orden de post segunda guerra mundial con la ONU y su Consejo de Seguridad y el derecho a veto de los países que en su momento fueron vencedores, parece cambiar radicalmente. Los BRICS emergen con fuerza y ya representan un 40% del intercambio mundial y la mayor población del planeta.

Trump ha anunciado que EEUU se saldría de la ONU, como ya lo hizo de la OMS. El objetivo de Donald Trump parece ser el desmantelamiento de las élites globalistas, para generar un período de paz que le permita, nacionalismo económico y proteccionismo mediante, recuperar la economía interna de su país, desligándose de la institucionalidad construida en los últimos 70 años. Defender al dólar de su crisis estructural quiere hacerlo con tratos bilaterales. El bloqueo a Rusia aceleró el proceso de los BRICS y nuevos países se han ido sumando a esta opción alternativa.

En las turbulencias que han marcado este primer mes de gobierno, Trump ha expresado su interés expansionista de anexar a Canadá y Dinamarca. Países de la periferia están viendo el regreso del Gran garrote, que parece ser una bravuconada o un bluf, de un jugador de póker  que sabe bien sus debilidades. Sin embargo, con ello perturba flujos históricos de comercio en  un caos acotado, que parece ser el preludio de un ordenamiento en el cual la sensatez marca términos medios, como lo que Claudia Sheinbaum manejó magistralmente al punto de lograr que Trump elogiase a “esta mujer maravillosa”. Eso es sensatez, la bravuconada deviene en trabajo conjunto contra el tráfico de  drogas, su producción y distribución en destino, más los entramados para el lavado de activos en algún recóndito pasillo de Wall Street y los paraísos fiscales.

En el fondo, en este proceso se observa que a nivel bilateral, estos gallitos son parte del estilo acaballado o supremacista de Trump, pero se desinflan cuando se encuentran con un interlocutor coherente, que lo ve como un par y no se impacta con la fanfarronería. Llevando a la razón a Trump, con energía y legitimidad, Claudia Sheinbaum logró revalidar la interdependencia y ello está llevando a la paz, en respeto mutuo, sin retorsiones gansteriles, con equidad y no injerencia en la autonomía soberana de los pueblos. El resultado final de esta forma de convivir sin aplastar al otro, será una paz de los equilibrios, de las necesidades recíprocas. Esto requiere mejor Estado, para ir  recuperando un Estado fuerte y probo, capaz de ordenar la casa.

Otros hechos de la causa

Como situaciones sintomáticas de esta necesidad de limpiar  a los países de corruptos, hemos visto el reciente escándalo de la estafa con la memecoin Libra, que promovió Javier Milei, ya sea por ser cómplice del delito o por ser un  estúpido redomado, lo que permitió que los desarrolladores se embolsaran en Panamá, 87 millones de dólares en 4 horas. Las víctimas de la estafa fueron más de 40 mil personas y están demandando en Argentina y los Estados >Unidos, lo que augura en el corto plazo el fin de este personaje desquiciado y su anarco liberalismo. Seguramente Trump, descartará a Milei, tal  como lo ha hecho con Zelenski en Ucrania. El pragmatismo  impera.

Lo último, como evidencia de la corrupción asociada a la guerra, ha sido la constatación por parte de Elon Musk del desvío de la mitad de la ayuda destinada a Ucrania, hacia el partido Demócrata, lo que explica la tozudez de Biden y Harris por continuar la guerra a todo trance. Cuando se termine de investigar este escándalo, volarán plumas en las elites ligadas al  armamentismo, la guerra .

Como corolario, se advierte la decadencia de Europa, por sus propios errores estratégicos frente a Rusia, que le proveía energía barata, y todo por haber seguido las políticas globalistas de las élites europeas y su agenda 2030, sumisas ante la Administración Biden y  Gran Bretaña. El resultado de haber continuado la guerra de Ucrania, que pudo resolverse en Estambul a pocos meses de iniciada, es esta dolorosa lección para Europa. resignarse a ser vagón de cola, quedar fuera de la mesa donde se negocia el término de la guerra, y arreglárselas en adelante sola, asumiendo su pérdida de relevancia global. La crítica situación política y económica de Alemania y Francia demuestran esa pérdida objetiva de poder de la Unión Europea en el nuevo orden emergente .

¿Por fin, la paz?

Ahora la paz está cerca. Algo une a Trump y Putin y es que a ambos interesa reforzar al Estado Nación y recuperar soberanía económica  y geopolítica. También coinciden en que negociar equilibrios les permitirá retomar crecimiento interno.

El globalismo que impulsan las élites que están en el Estado Profundo de Estados Unidos, están quedando desnudos en la vía pública. Elon Musk acaba de detectar que de los aproximadamente 300 mil millones de dólares que USA entregó en ayuda a Ucrania por la guerra, la mitad quedó en el Partido Demócrata. Trump ya ha ordenado que no habrá más ayuda militar a Ucrania y la persecución interna de los corruptos que han lucrado con la muerte, será su vendetta contra quienes intentaron asesinarlo en varias ocasiones.

En este momento, la tendencia es hacia la paz en el conflicto de Ucrania. La real politik funcionando a todo vapor.

El mundo multipolar emerge y el poder corporativo globalista que aspiraba a un supra gobierno mundial, con reducción de la población y control total incluidos, parece ir en retirada. Queda en carpeta el conflicto de Medio Oriente. La pretensión de Trump de expulsar a los palestinos de la Franja de Gaza para instalar un negocio inmobiliario, ha provocado el repudio mundial. ¿Será otro pulseo para probar los escenarios? El hecho de que China y Rusia se hayan opuesto inmediatamente a dicha pretensión, augura una nueva reculada de Trump, en este complejo ajedrez global.

En Indo América, rescatando la identidad ancestral, rechazando la doctrina Monroe 2.0, con liderazgos nuevos y potentes como el de Claudia Sheinbaum en México, de Petro en Colombia o Lula en Brasil, la gran conversación vuelve a ser la integración regional.

Las respuestas soberanas y dignas de estos Jefes de Estado nos dan un aliento esperanzador de poder alcanzar como Indo América un espacio de colaboración y unidad para participar en función de intereses comunes, en este baile que se está orquestando ante nuestros ojos.

Es de esperar que la sensatez haga ver a nuestros pueblos que la única forma de convivir en paz es con equilibrios de poder, devolviendo la soberanía al pueblo, educándonos permanentemente para tener un pensamiento crítico que nos haga dudar siempre de las verdades oficiales que buscan imponernos. Recuperemos soberanía e independencia, en unidad y respeto mutuo.

 

Hernán Narbona Véliz

Periodismo Independiente

Corresponsal de La Razón.cl

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martes, diciembre 31, 2024

2024: No hubo tiempo para recuentos


No hubo tiempo para recuentos. Hemos llegado al 31 de diciembre atiborrados de actividades en algo que apasiona, la literatura, la cultura, las letras. Sin embargo, el contexto sigue agobiante; todavía nos pesa esa derrota del rechazo de un 62% a la constitución que fue tergiversada por la mentira, denostada y marcada por la traición. 
Sufrimos la traición de jóvenes que creíamos iban a ser el gobierno  locomotora para la consolidación de esa nueva constitución, pero ellos no tuvieron convicción ni voluntad política para impulsar los cambios estructurales al modelo neoliberal impuesto en dictadura, al final optaron por el continuismo y se manifestaron con un cinismo político despreciable.
Hemos  involucionado, hemos caído en la desesperanza aprendida, porque  la generación que pusimos en el gobierno no ha dado el ancho, ha  carecido de valores y principios fundamentales para servir al pueblo, convirtiéndose  en eficaces esbirros del modelo, tratando simplemente de flotar,  manejando  una mísera cuota de poder que le permite la plutocracia nacional e internacional que nos dominan. Por lo tanto, en la hora de recuentos el contexto político interno pasa por una nebulosa y es preferible no entrar a esa niebla, porque en ella bulle la corrupción y la manipulación. En ese juego pragmático se traiciona lo más sagrado, la palabra.
El squetch de izquierdas  y derechas es una forma de engañar, porque en ambos sectores el poder del dinero obtiene lo que quiere, confusión, distracciones, falsos profetas. Hoy son tan pocos los que se salvan de este deterioro moral que, a horas de comenzar el año 2025, no hay un ánimo, una Lucecita al final del túnel. Estamos en la oscuridad y  por eso la única opción de mantener la palabra en dignidad, ha sido  desde la poesía y los libros, desde este gremio amorfo  y difícil de los escritores, seres algo raros que aún creen en el amor al arte. Desde allí he podido plantear ideas fuerza para  resistir al modelo individualista y depredador. Hemos podido decir que queremos que se vuelva a leer en Chile,  que la gente entienda lo que lee, que se invierta en cultura, que se deje de seguir tendencias de memes instantáneos y de fake news que deforman el pensamiento,  convirtiéndonos  en seres obsecuentes, coformistas y acríticos. Todo esto lleva a dejar este mensaje, que adolece de esa chispa de esperanza que siempre tratábamos de practicar en los mensajes de fines de año
Porque el mundo, sí el mundo real lejos de las pantallas, se debate entre los coletazos de una civilización anclada en la usura, el egoísmo,  la dominación de planificadores de agendas dantescas que aplican algoritmos para procurar  la destrucción de la persona humana. Pero hay alternativas y,  aunque las oculten o tergiversen, constituyen  una tendencia real, hacia un mundo multilateral, sin hegemones que articulan terror con mercenarios. 
Existe para el 2025 una compleja salida a la megacrisis global, un camino difícil hacia un mundo más equilibrado,  multipolar, con equilibrios relativos  que permitan mayores márgenes de soberanía a los pueblos. Hoy estamos en medio de una situación de cambio profundo. Por lo menos así  queremos leerlo.
Los grandes poderes se están ordenando y  una esperanza de paz se avizora.

 En este momento el planeta ve la posibilidad de una evolución positiva hacia la paz y el equilibrio de poder en el mundo. Esto va más allá del equilibrio nuclear , ya que esta guerra híbrida ha remecido todo. Se ha privatizado la guerra, los Estados sacan las castañas con la mano del gato, cada imperio genera sus propios brazos de terrorismo y ha habido una alta dispersión del armamento. Nuevas amenazas,  podría darse la situación de armas biológicas que pudieran destruir el mundo sin que el poder central que se supone controla a esos brazos terroristas sea capaz de llegar oportunamente a frenar una escalada. Por eso hemos estado como loros en el alambre,  es lo que estamos viviendo los armamentos y misiles  hipersónicos, los drones de espionaje y de destrucción, son el gran salto tecnológico en esta guerra.

Ser periodista es muy peligroso, los reporteros han sido víctimas preferentes del sionismo en Gaza, la persecución de los comunicadores sociales  de los activistas ambientales, de los dirigentes sociales, ha sido metódico: es la cultura de la muerte. Dentro de poco escribir en las redes sociales será un despropósito, un real atrevimiento, que puede conducir a convertirse en blanco de un dron o un teléfono preparado para convertirse en una bomba antipersonal.

El  mal ocupa la ciencia y la Inteligencia artificial y esto no tiene límites éticos. La fe en el poder del amor, del bien debiera frenar al dantesco gestor de muerte que está imperando en el mundo. Quizás sea solo ese hálito de fe lo que nos permite cruzar los umbrales y avanzar en nuestro metro cuadrado, en nuestro microespacio de barrio, de familia,de tribu, de clan literario, de amigos, de personas que  creen en el ser humano,  personas con las cuales se puede trabajar reconstruyendo tejido social, recuperando la esperanza y las confianzas.
 No dejemos que anulen nuestra rebeldía innata, esa que mueve a los pueblos a convertir revolucionariamente sus  espacios y condiciones de vida, para el bien común. Tengamos un año nuevo en el que se alcance la paz y un espacio mundial equilibrado y multilateral, en donde los poderes del demonio, del armamentismo, de la guerra, puedan ser destruidos por la fuerza del amor la fuerza proactiva del bien.

Hernán Narbona Véliz 
Periodismo independiente 
Corresponsal de La Razón.cl
Poeta, Presidente SECH-V 
Director SECH 


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