Con una extensa declaración de cuatro páginas, en los salones del Congreso en Valparaíso, el día 8 de enero, los diputadosJaime Mulet, Alejandra Sepúlveda, Pedro Araya, Carlos Olivares y Eduardo Díaz, dieron a conocer su decisión de renunciar al partido Demócrata Cristiano.
En el mismo día, por la tarde, la Presidenta Bachelet tomaba juramento a cinco nuevos Ministros, destacando el de Interior, el demócratacristiano Edmundo Pérez Yoma.
Además se produjo el cambio en las carteras de Economía, Minería, Agricultura, Planeamiento, quedando pendiente el juramento del nuevo Ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, quien se encontraba de vacaciones al sur de Perú. La Presidenta señaló que daba inicio así a la segunda mitad de su mandato y que su compromiso era cumplir con su programa de gobierno.La Declaración de renuncia sustenta la decisión de los parlamentarios entre otros argumentos, en la imposibilidad de seguir integrando un partido que ha aceptado un sistema concentrador de la riqueza y que permanece callado frente a acciones censurables como las del Transantiago, EFE o el desvío de fondos para el desempleo a campañas políticas.
Se marca un punto de inflexión en la política chilena. Jaime Mulet sostuvo que integrarán una bancada independiente, que siguen siendo cristianos progresistas y que se ubican a la izquierda del PDC, abogando por cambios al sistema. Una minoría decisiva para la agenda legislativa del gobierno, que deberá negociar con mucha más capacidad de convicción sus proyectos de ley.
En el plano general, se rompe de hecho la estructura binominal de Concertación -Alianza, pues los independientes "progresistas cristianos" y el partido Chile Primero, comienzan a marcar la tercera posición que puede traer muchas sorpresas en la distribución del poder político, lo cual comenzará a partir de la discusión de proyectos emblemáticos como la Reforma Previsional, en donde la nueva bancada independiente señaló que no aprobará la inclusión de los bancos en el manejo de los fondos previsionales, porque eso llevaría a mayor concentración de la riqueza en Chile. Una muestra de los nuevos aires que comenzarán a soplar en los pasillos del poder legislativo chileno.
Respecto al cambio de gabinete, se advierte una fuerte influencia del laguismo y el alvearismo, en una sólida alianza para el "segundo tiempo" . El pitazo inicial ya sonó. Es de esperar que no aparezcan barras bravas ni que se tenga que suspender el partido.
9 de enero de 2007
Una mirada libre a nuestro entorno
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