Por una nueva Humanidad
Aquí vamos los soñadores barajando el albur de
la impiedad urbana, menoscabados por las muchedumbres que otean con su ojo
cíclope las catástrofes cotidianas. Vamos convencidos de que el lenguaje crea
realidades y lo usamos como un ariete, a brocha gorda contra muros
infranqueables.
Muchos nos extraviamos, robando pantallas y, al
vernos, el titiritero se ríe de nosotros, torpes y pontificantes, ególatras
hormigas queriendo conquistar un
epitafio.
Muchos nos perdemos en cofradías de licores
fugaces, procrastinamos una novela mentirosa y remontamos madrugadas en la
desolación y las deudas.
Otros nos refugiamos en altisonantes metáforas
indescifrables para eludir la crudeza de la calle y sentirnos una elitaria
casta luminosa.
Asumiendo a regañadientes nuestra enclenque
consecuencia, despotricamos por utopías deshilachadas en el viento de la
historia y tomamos aire, para seguir bregando contra nuestras debilidades y
personalismos.
Somos, al fin y al cabo, maestros chasquillas
de la palabra, pero hay una sensibilidad que está allí, que marca nuestro
quehacer.
Cuando caen las máscaras y el grito agónico de
pequeñas almas flageladas por el odio, remece las entrañas, algo profundo se
rebela en ira incontenible.
Entonces, nos asomamos por encima de fofas egolatrías y recobramos, en parte, el
sentido umbilical del humanismo.
Y nos reunimos, desconfiados del poder, de sus
mentiras, y zarpamos al desafío, a enfrentar marejadas y trenzar las manos en
un gesto primario de responsabilidad y compromiso.
Cada verso, cada frase, va tejiendo el mosaico
de la diversidad, bordado en un propósito universal de sobrevivencia en paz,
soberanía y justicia.
Mujeres y hombres, niños, jóvenes, adultos y
ancianos, nos reunimos, asumiendo el bien común, en resistencia frente a la
dominación del miedo y la mentira.
En esta coyuntura negra del planeta, cada
quien es un grano de arena en el universo de la consciencia, aportando una
visión de equilibrio y equidad, que augure espacios de humanidad en los que se
pueda asegurar que el fascismo, el sionismo, el negacionismo, la cultura de la muerte, Nunca Más.
Hernán Narbona Véliz
Valparaíso, 11 de Agosto de 2025
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