El empoderamiento de
Apenas conocí el nuevo gabinete expresé mi satisfacción por la equilibrada manera que tuvo la Presidente electa de tomar las riendas de su gobierno. La prensa dominical en Chile ha coincidido en marcar la forma como ella se ha desmarcado, tanto del partido transversal que tiene al Mapu como histórico referente, como de las pugnas internas del PDC. Se levantaron reclamos explícitos del Partido Radical social Demócrata. El PPD también ha expresado su aflicción por no tener sus históricos en el gabinete. Pero ella sabe que su peso político le permite rayar la cancha y alejarse de consejeros vetustos que ahora deben tomar palco y callar.
Andrés Zaldívar salió en su debut como líder del equipo ministerial a morigerar las cosas, pidiendo paciencia, que se esperara las demás nominaciones. El tema que trasciende es que el carácter de Michelle Bachelet sale a relucir y, dando en la tecla en aquellos aspectos en que la ciudadanía sentía aprensiones, demuestra que no acepta padrinos ni orientadores, que trae muy claro su plan de gobierno y que sabrá conducir su equipo con un liderazgo que ha sorprendido gratamente, al menos a la gente que temía el blindaje de equipos ya integrados al paisaje del patio de los naranjos. La incorporación de rostros nuevos en Ministerios claves, como Obras Públicas, talvez permita desconcentrar los planes de inversión hacia los espacios regionales. Es la impresión que deja el perfil del nuevo Ministro Eduardo Bitrán.
A propósito de ello, quiero insistir en la conveniencia de que el gobierno de Michelle Bachelet abra espacios a la participación ciudadana, para que en las obras públicas exista una fiscalización proba, se actúe con transparencia, respetando el bien común. Perfeccionar el sistema de concesiones exigirá erradicar conductas impropias y para ello apoyarse en la regionalización y el control ciudadano, puede ser políticamente la estrategia más efectiva para ordenar la casa.
Es preocupante que el gobierno saliente, a menos de un mes de entregar el mando, esté insistiendo en el cierre del aeropuerto de Cerrillos y que en Valparaíso se insista en el uso inmobiliario de terrenos de la costanera y que hayan aprobado de manera express varias torres en altura, proyectos a los cuales la ciudadanía porteña se ha opuesto. Hay situaciones judiciales pendientes, las agrupaciones ciudadanas han presentado en los tribunales recursos de ilegalidad de los procedimientos conducentes a tales aprobaciones. Es una común situación que parece tener un común denominador: el apuro de los que se van por dejar amarrados los proyectos inmobiliarios contra viento y marea.
Consideramos positivo que Michelle Bachelet se haya mostrado desde el primer día como la líder que pone las cosas en su lugar. Empoderar es un anglicismo que viene a cuenta, porque quiere significar que ella ha fortalecido su liderazgo y autoridad efectiva. Sin embargo, observamos con preocupación que autoridades en retirada pretenden eludir la voz popular que Bachelet representa. Sería bueno que ella y su equipo, ya nominado y con carpetas bajo el brazo, escuchen las inquietudes de las organizaciones sociales, ya que de esta forma podrán contar, como equipo debutante, con esas espaldas anchas que puede entregar la comunidad organizada, para colocar en su lugar a quienes, al parecer, se niegan aceptar que su tiempo ha concluido y sangran por la herida.
Una mirada libre a nuestro entorno
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