Valparaíso, la ciudad maltratada
En nuestra región el centralismo se ha visto reflejado en la designación de candidatos que no han sido de la ciudad, con imposición de proyectos que violentan a los habitantes porteños, con la invasión de grandes constructoras que han roto la armonía de una ciudad patrimonial con grotescas torres enclavadas en barrios históricos de
En Valparaíso se ha vivido, quizás como en ninguna otra ciudad de Chile, una colusión del Mercurio,
Cuando se gestiona la nominación de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad, un grupo numeroso de personas que, como común denominador, tenían un historial de compromiso cívico con la democracia y con la ciudad, se organizaron para resistir el embate de una creciente corrupción que amenazaba con distorsionar la esencia del apoyo que el BID entregaría a la ciudad patrimonial. El municipio estaba lleno de deudas, la gestión municipal llena de vicios, centenares de trabajadores de la salud y la educación municipales estafados por no haberse cancelado sus cotizaciones previsionales.
Gracias a la movilización ciudadano, a las presentaciones ante
El Comando de Defensa de Valparaíso agrupó a diversas organizaciones civiles y ha debido luchar en contra de la distorsión mediática que ha realizado el Mercurio, tratando de difundir como una panacea el Proyecto de Borde Costero de la EPV, con el respaldo del Gobierno y el Municipio. La civilidad ha mantenido una movilización activa y con el concurso de abogados que han adherido a este movimiento y que han patrocinado las demandas de la ciudadanía, se ha logrado frenar un megaproyecto que se ideó como un pingüe negocio para unos pocos, que han pretendido ocupar la costanera porteña con edificios de departamentos, lo cual bloquearía la actividad portuaria y despojaría de vista al mar al grueso de la ciudad.
Para viabilizar ese megaproyecto, el MOP, contrariando recomendaciones del Colegio de Ingenieros, impuso el acceso sur al puerto, que está en construcción y que significa migrar las instalaciones aduaneras y sanitarias a un antepuerto ubicado en el alto del puerto, aledaño al lugar donde está la cárcel de Valparaíso. Esos terrenos fueron donados por Santa María para mantener allí un pulmón para la ciudad, siendo administrados por FONASA. Se han expropiado esos terrenos y los gremios de orilla, aduaneros y portuarios, se han opuesto, presentando un recurso de ilegalidad ante la Corte de Apelaciones porteña.
Por su parte, el Comando de Defensa de Valparaíso logró que se acogiera un recurso de ilegalidad por la forma como el Municipio, transgrediendo la normativa vigente, autorizó el cambio de uso de los suelos asignados a
Es así como en la política local de Valparaíso, se han coludido por encima de etiquetas políticas, intereses de personeros públicos y de grandes empresarios, algunos de los cuales fueron en 1973, los ayudistas principales de la cruel represión de ese período.
El Comando de Defensa de Valparaíso aglutina a numerosas organizaciones sociales, tales como Ciudadanos por Valparaíso, Foro Valparaíso Posible, Movimiento Confianza. Este grupo ciudadano ha trabajado unido a la Federación de Trabajadores Marítimo Portuarios y Afines, a
Siendo un tema de fondo, es extraño que durante la campaña presidencial ni los candidatos de la Alianza ni los de la Concertación se hayan pronunciado al respecto. El Comando de Defensa de Valparaíso, al igual que múltiples organizaciones ciudadanas en todo Chile, deberá seguir alerta en defensa de la ciudad, la dignidad ciudadana y el medio ambiente.
Una mirada libre a nuestro entorno
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