jueves, mayo 18, 2006

El impacto del accidente de Turbus en San Fernando: Valparaíso despide a un hijo querido.


El impacto del accidente de Turbus en San Fernando: Valparaíso despide a un hijo querido.

Hernán Narbona Véliz

periodismo.probidad@gmail.com

CUANDO SE ELEVÓ a 26 el número de muertos en el volcamiento del bus de TurBus en San Fernando, Valparaíso despidió a una de las víctimas del bus de la muerte del Río Tinguiririca , en un emotivo funeral, apegado a los ritos y tradiciones del Cuerpo de Bomberos. Las historias que se cruzaron dramáticamente en este accidente, tuvieron un impacto especial para la ciudad de Valparaíso al ser uno de los muertos un destacado porteño, bombero, hijo y padre de bomberos. Se trata de José Antonio Granada González, de 50 años, voluntario honorario de la 7ª Compañía “Bomba España” de Valparaíso, cuyos restos mortales fueron trasladados desde la Sexta Región hasta las dependencias de esa unidad para ser velados.

Allí en la Bomba España en Pedro Montt con Francia, a las 19 horas se realizó un responso de despedida para el camarada que partía y una multitud se fue convocando para un atardecer doliente, que cruzaba los testimonios de los sobrevivientes, con las declaraciones de los deudos, rememorando, por ejemplo, esa tragedia de 1953 donde una explosión causó decenas de víctimas en pleno año nuevo. Ahora, cuando se despedía a Granada, el vecino, el apoderado del colegio, el amigo, el porteño nato que integraba el paisaje de los afectos locales, se despedía además a 25 otras víctimas de un accidente atroz, que seguramente se ha debido a errores humanos que habrían podido evitarse y cuyas causas se debe esclarecer.

Con mi familia asistimos a la ceremonia en la Bomba España, desde donde salió el féretro, escoltado por sus compañeros hasta la Iglesia de los Sagrados Corazones. Los hijos de Antonio Granada fueron compañeros de los míos en la secundaria. Es la realidad de una ciudad a escala humana, donde todos se conocen. Antonio Granada participaba cada año en la recepción de estudiantes extranjeros en intercambio, transmitiéndoles con orgullo su amor por la institución bomberil.

Esta tarde, en su último adiós, sus dos hijos, también bomberos, junto a su madre viuda encabezaron el traslado a la Iglesia. El hijo menor portaba el uniforme de su padre y su casco. Sus compañeros bomberos relataban que él estaba integrando el equipo que redactaba el nuevo Reglamento del Cuerpo. Se comentaba la paradoja de este bombero que en sus 37 años de entrega y sacrificio había participado en múltiples rescates en accidentes de tránsito y ahora él era la víctima mortal de uno de ellos.

La misa congregó a centenares de personas. En las afueras de la Iglesia la Bomba esperaban los bomberos en sus uniformes oficiales. Al concluir la ceremonia religiosa, la Comandancia del Cuerpo de Bomberos rindió los honores institucionales a las víctimas y a su término el propio Alcalde de la ciudad, Aldo Cornejo, se integró a los amigos, hijos y compañeros que trasladaron el féretro hasta la bomba escala, mientras los aplausos despedían al servidor público con respeto y reconocimiento por su vida de entrega.

Entre campanadas y sirenas, un carro bomba lleno de flores, partió el cortejo a las 21 horas. Encabezado por los bomberos, portando antorchas, viejos y jóvenes bomberos cruzaron la ciudad por el lapso de una hora, acompañados los deudos por una verdadera romería de más de 5 mil porteños. La ciudad de Valparaíso se sumó respetuosa al paso del desfile fúnebre, despidiendo con un aplauso de pesar al caballero del fuego que había partido sorpresivamente.

El dolor profundo que ha causado este accidente, ha movilizado a las personas con estremecimiento. Son tantas las familias que fueron destruidas por la tragedia de Turbus, que se exige esclarecer las causas, lo cual implica exigir a los Ministerios de Transportes y del Trabajo, regulaciones y fiscalizaciones efectivas para cortar de raíz esos usos y costumbres que atentan contra la seguridad, de lo cual trató con evidencias concretas, un recordado reportaje del programa Contacto, de Canal 13, que develó situaciones plagadas de abusos, que ponen en riesgo a las personas que toman una línea interprovincial, confiando en que la publicidad efectivamente se cumple.

Lo que la gente comentaba esta noche al despedir en este sepelio bomberil a 25 otras víctimas de este accidente que ha estremecido a Chile, es que la avaricia que demuestran los oligopolios del transporte es un factor clave a corregir para no repetir este tipo de tragedias. Para eso se necesita asociaciones de usuarios y servicios fiscalizadores honestos, competentes, dotados de recursos y, sobre todo, con respaldo político para poder aplicar las sanciones que corresponda.

18 mayo 2005



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