viernes, mayo 26, 2006

¡Felicitaciones a la cabrería! por estar aquí y ahora.


Los adolescentes secundarios han expresado con coraje su decisión de ser protagonistas del cambio profundo que requiere la educación.

Durante muchos años esperé este despertar de la juventud chilena. Hablé del Partido Joven, de las nuevas banderas que abrirían paso a una sociedad con una democracia más profunda, más participativa.


Hoy saludo a los jóvenes, respaldo su demostración de movilización pacífica, así como felicito a la Presidenta por entender a tiempo que este movimiento no es light, no es farandulero ni superficial. Que el sistema educacional chileno, mercantilizado durante 25 años, requiere hoy cirugía mayor.

Los jóvenes deben darse cuenta hoy de su peso político y acudir con la misma energía y entusiasmo de estas jornadas a inscribirse en los registros electorales, fundando una nueva fuerza. Les insto a que vayan juntos a ejercer plenamente su ciudadanía y tengan sí mucho cuidado de los políticos antiguos de cualquier signo ideológico, que seguramente pretenderán subirse al carro de su movilización o desvirtuarla o descalificarla.
¡Vayan, jóvenes! formen esa temida fuerza joven y elijan nuevos líderes, expresen una nueva forma de actuación cívica. Hagan lo que su juventud responsable amerita.

No son el futuro, son el presente. No son de los que se disfrazan ni los que siguen ídolos con pies de barro.

En sus noches de vigilia, allí en sus tomas ciudadanas de sus colegios o liceos, Ustedes han plasmado un nuevo sueño, en una sociedad que los había olvidado o los había negociado a cambio de símbolos fatuos de poder.

Me alegro de ser testigo de una juventud que tomará la posta y abrirá las anchas alamedas para que cruce un nuevo ciudadano, que pueda aplicar la doctrina del esfuerzo, erradicando alcohol y drogas, actuando como capital moral de un país que decaía sin sueños.



25 Mayo 2006
Una mirada libre a nuestro entorno

1 comentario:

Austral dijo...

Coincido con su arenga.
Un saludo.