domingo, enero 08, 2006

Presidenciales Segunda Vuelta: FACTORES DECISIVOS


En tierra derecha, con el único debate televisivo ya superado, con una lucha mediática que agota sus últimos cartuchos para inclinar la balanza, es un albur pronosticar la llegada en una carrera que se vislumbra apretada, que quizás requiera de fallo fotográfico. A continuación, una síntesis de los aspectos claves que se barajarán en esta última semana, influyendo en los resultados del próximo domingo.

¿Cuáles son los temas que ocuparán la mayor cobertura en los medios de comunicación durante la última semana, previa a la segunda vuelta electoral? ¿Cuáles serán los hechos que pesarán en la decisión del electorado que aún no haya definido su voto?



El Factor Regional, factor R, que se ha expresado en los siguientes hechos sintomáticos:
  • el respaldo que han dado a Sebastián Piñera, Jorge "Choro"Soria , Alcalde de Iquique y el único Senador Independiente, electo por Magallanes, Carlos Bianchi. Esto significará, potencialmente, que el cúmulo de votos que cada uno de estos personeros arrastra, puedan engrosar los votos de Piñera; y
  • los escándalos que se han destapado desde el interior de la propia Concertación en la V Región de Valparaíso, donde se está pidiendo la renuncia de Luis Guastavino, Intendente Regional, por su responsabilidad política y administrativa en hechos observados por la Contraloría y que marcan el desvío o no rendición de fondos públicos a fines proselitistas. Este escándalo se ha escapado de los marcos regionales y ha mezclado en una discusión pública a personeros como Carlos Ominami, Aldo Cornejo, Luis Mella, Alcalde de Quillota, que fue quien denunció el desvío de fondos para el paliar el desempleo, a pago de activistas de la campaña de Enríquez Ominami. En las reuniones del Consejo Regional se ha visto a un Intendente descontrolado y una verdadera olla de grillos que ha estallado con alcance nacional, generando un pésimo escenario, con una declarada lucha PS-PDC, que es lo peor que le podría ocurrir a la candidata Bachelet en la V Región. Se suma a este Factor R el hecho que el PC Regional de Valparaíso llamó a anular el voto, desobedeciendo las directrices de su Comité Central.
El Factor Lagos, Factor L, a quien se ha visto en su propia campaña de despedida, inaugurando obras - muchas de las cuales, en rigor debieron entregarse una vez que estuvieran totalmente terminadas- y que ha salido en primeras páginas defendiendo su gestión y anunciando su retorno o repostulación para el 2010.

Esta situación, inoportuna - tal como lo fuera el anuncio de que creará un Partido Progresista, que fusionaría la social democracia chilena- introduce al término de la campaña de Michelle Bachelet, una cuña, una señal negativa para el electorado demócrata cristiano, pues introduce para la DC un cálculo lógico: si sale Bachelet y Lagos ya se está perfilando para el 2010, la DC no tendría ninguna opción de alcanzar la Presidencia de la República hasta el 2014, con lo cual su presencia política tiende a diluirse entre bloques que ocupan la posición de centro en el contexto político.

Los apuros de la actual administración por inaugurar obras, han descuidado la rigurosidad. En Temuco, a menos de un mes de inaugurado, el tren ha colapsado en sus amortiguadores, dejando una imagen que termina afectando las perspectivas de la candidata oficialista.

Factor Militar, Factor M, que refleja las presiones del núcleo de pensionados de las Fuerzas Armadas por lograr compromisos para la aplicación de alguna salida tipo
"punto final" que termine con los juicios en marcha por violaciones a los Derechos Humanos. Estos sectores, que reflejan un electorado de 700 mil votantes, conforman el sector más recalcitrante de la ultraderecha y su interés económico es mantener los beneficios que le aseguró el régimen militar a través de Capredena, mientras su interés político sería la amnistía.
La confrontación histórica de estos sectores respecto a Piñera -recordemos que el Senador Arancibia, que ocupó el espacio senatorial desplazando a Piñera en Valparaíso, es parte de esta corriente militar-, así como las líneas institucionales que mantuvieron con la ex Ministra de Defensa Bachelet, dejan entrever que ambos compartirán estos votos, siendo probablemente la candidata oficialista destinataria de una parte importante de ellos.

Factor Juntos Podemos, Factor J,con los Humanistas llamando a anular el voto y el PC llamando a apoyar a Bachelet, es para la segunda vuelta una gran incógnita, pues este sector agrupa a una gama de sensibilidades políticas y sociales que están lejos de los verticalismos y las disciplinas partidarias. Muchos votos podrán ir a la Concertación, como el "mal menor", pero otros tantos insistirán en el voto castigo, anulando el sufragio. La omisión por parte de los dos bloques, de temas sensibles como el medio ambiente, en el debate de segunda vuelta, así como la irrupción en la agenda de conflictos sumergidos, como lo ha sido el caso del paro de contratistas de Codelco y los reclamos de trabajadores portuarios y pesqueros por supuestos compromisos incumplidos por parte del gobierno, generan una gran duda sobre el destino final del voto del Factor J.

¿Qué alcanzarán a hacer ambos Comandos para barajar estos factores en beneficio propio?
Si las últimas encuestas dan cuenta aún de un 16% de votos indecisos, esta semana será crucial para la toma de decisiones.

Aunque aquí entra el Factor H, que significa hacerse el tonto, para soportar tanto marketing político que atosiga. Total, el voto es secreto y como dice el refrán "en la puerta del horno se quema el pan".
9 de enero 2006




Una mirada libre a nuestro entorno

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La popularidad de Lagos se le subió a la cabeza, porque empieza a postularse para el 2010 en medio de la campaña de su ex ministra. ¿Complejo de florero o centro de mesa? Con razón, según el Mercurio de Santiago del domingo 8 de enero, Bachelet no dejó que se metiera más gente a su comando para la segunda vuelta. Lagos parece ser el más machista de todos y para colmo, ególatra.

Anónimo dijo...

Parece que su análisis era correcto. Esto lo publica esta tarde emol.cl
Esto le pone más nervios a este fin de semana.

Encuesta Gemines en regiones: Piñera, 43,5% y Bachelet , 42,5%
Miércoles 11 de Enero de 2006
12:34
El Mercurio en Internet

SANTIAGO.- Un encuesta presidencial realizada por la consultora Gemines en cuatro regiones del país, excluida la Metropolitana, muestra que el candidato de la Alianza, Sebastián Piñera, gana por 1 punto a la abanderada oficialista, Michelle Bachelet.

El sondeo que se realizó el 9 y 10 de enero, en la Quinta, Octava, Novena y Décima regiones, le otorga al empresario un 43,5% de las preferencias y 42,5% a la ex ministra.

Además establece que Piñera ganaría en la V, IX y X regiones y perdería en la VIII. El lugar donde obtiene la votación más alta es la IX Región.

Al hacer la diferencia por sexo, el candidato gana por 9,3 puntos entre los hombres mientras Bachelet triunfa por 6,8 puntos en el universo de las mujeres. El porcentaje de indecisos alcanza al 13,9%.

La encuesta se aplicó a 800 inscritos en los registros electorales, que poseen teléfono de red fija, elegidos de manera aleatoria.

El margen de error alcanza al 3,5% y el nivel de confianza es de 95%.

Anónimo dijo...

APORTE DE UNA REFLEXIÓN MÁS, PARA TOMAR UNA DECISIÓN INFORMADA ANTE EL BALOTAJE DEL 15 DE ENERO PRÓXIMO





La noticia publicada en la prensa, da cuenta que en la “Fiesta de los abrazos”, el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, “entre pifias y débiles aplausos” declaró que:” llamar a votar nulo es favorecer a los sectores mas reaccionarios de la Derecha Pinochetista Chilena”.



Considerando que esta declaración constituye un gratuito agravio para personas que, como el suscrito, vamos a votar nulo, aprestábame a escribir un artículo para responder a este juicio, cuando llegó a mis manos la nota que a continuación les transcribo y envío, cuyo contenido suscribo en su totalidad por interpretar fielmente mis razones para votar nulo. Con ello me ahorro un trabajo, y de paso tengo más tiempo para discurrir el garabato que voy a colocar en mi voto para que éste inequívocamente quede nulo.



HERNÁN MONTECINOS



La nota dice así:



Hola:

Como sabrán algunos de Uds., colaboro con el diario electrónico El Mostrador como columista.

Hace una semana que envié una columna sobre la segunda vuelta presidencial y a la fecha no se ha publicado, siendo que normalmente la demora es de uno a dos días.



En espera de que lo sea, he preferido enviarles el par de páginas. Espero sea de su interés y si la pueden rebotar a su lista de correo, se los agradecería.



Oficialista o traidor:

¿el dilema de la segunda vuelta?



Por: Andrés Monares



Lo mismo que en la segunda vuelta presidencial que enfrentó a Lagos y a Lavín, también ahora los concertacionistas esgrimen pródigamente argumentos a fin de lograr sufragios para Bachelet el 15 de enero. Sobretodo están sermoneando a quienes el 11 de diciembre respaldaron a Hirsch. Asimismo les predican a quienes aunque disconformes con la política neoliberal de la Concertación, la votaron de todos modos como el mal menor.



Principalmente me quiero referir aquí a las razones de los concertacionistas sinceros que aceptan el neoliberalismo de su coalición y lo explican como una situación “obligada” por el contexto mundial. Lo cual cargan estoicamente con cierta pesadumbre y sentimiento de culpa. Sin embargo, lo sobrellevan con una especie de voluntarismo optimista: lo importante serían las benéficas intenciones de quienes aplican el modelo y no el modelo en sí. No tomaré en cuenta a los que sostienen el centro izquierdismo —e incluso desvarían con un socialismo de la Concertación— tal como Ud. no se detendría a discutir con quien afirma que la Tierra es plana.



Esos concertacionistas sinceros-estoicos-optimistas, nos ponen las cosas de la siguiente manera: existe una derecha “mala” representada por Piñera y una derecha “buena” representada por Bachelet. De salir elegido el primero nos espera lo peor. De salir elegida la segunda todo mejorará aún más. Por eso sería una falta imperdonable no votar por Bachelet, pues se le estaría dando en bandeja el gobierno a la derecha “mala”. Desde ese punto de vista, los críticos de la Concertación y los antineoliberales en general, al renunciar al mejor de los mundos posibles al cual hoy se podría aspirar, se hacen cómplices de la derecha “mala”. Les enrostran que para ellos es fácil darse el “gustito” de votar nulo o en blanco y posar de consecuentes.



Más allá de la ironía de que las campañas del terror sean típicas de la derecha “mala” (¿se acuerda de los tanques rusos frente a La Moneda o del caos que vendría de ganar el NO?), al menos, por lógica sería correcto analizar qué podría pasar de ser elegido presidente Piñera y no la candidata que representa el continuismo del “exitoso” gobierno de Lagos. Continuismo que con orgullo la propia Bachelet, su comando y él mismo presidente nos vienen recordando con majadería (éste último en cada inauguración de primeras piedras en que casualmente está empeñado en el último tiempo).



Visto de esa manera, podemos hacernos algunas preguntas —entre las muchas posibles— para aclarar el dilema que nos presentan. ¿Podría Piñera mantener el sistema electoral binominal que asegura un cogobierno entre las dos derechas?: Lagos ya lo hizo (por más que envíe un proyecto al Congreso en plena campaña electoral y cuando está a punto de terminar su gobierno). ¿Podría Piñera defender a Pinochet si fuera detenido en el exterior?: Lagos ya lo hizo. ¿Podría Piñera dar un decisivo paso en la privatización de la enseñanza superior al fabricarle un negocio redondo a la banca garantizándole clientes cautivos y aval estatal?: Lagos ya lo hizo. ¿Podría Piñera tener una “no-política” ambiental y una CONAMA que sólo fuera una mera ventanilla para aprobar los proyectos empresariales?: Lagos ya lo hizo. ¿Podría Piñera privatizar el espacio público a través de concesionar las vías urbanas?: Lagos ya lo hizo. ¿Podría Piñera cambiar el uso de suelo en Santiago para agrandar aún más la ciudad y dar lugar a una millonaria especulación inmobiliaria a costa de la calidad de vida de sus habitantes?: Lagos ya lo hizo. ¿Podría Piñera tomar medidas todavía más favorables a los grandes empresarios que las tomadas por Lagos para que estos también lo lleguen a amar?...



En lo personal, sinceramente no dudo de las buenas intenciones de Bachelet. Sin embargo, su pasado comprometido y crítico no implica de por sí a su presente; muestra de ello es su muy neoliberal equipo asesor. Incluso obviando el dato duro representado por la gente que ella elige para rodearse y aconsejarse, por mucho que quisiera dar un giro en la política neoliberal de la Concertación, ¿sería posible cuando sus mismos gobiernos han construido una camisa de fuerza por medio del propio estado de derecho para sostener y reproducir el modelo?. Por más que forzando los hechos quisiéramos creer en una voluntad política tal de Bachelet, estaría de manos atadas condenada a administrar lo que hay.



Por lo cual, a lo más, como lo dijimos antes en este mismo espacio, con Bachelet sólo se puede aspirar a ciertas medidas cosméticas que den la imagen de un neoliberalismo de rostro humano. En todo caso, casi cualquier disposición es bienvenida en un país que figura en el puesto 16 en desigualdad del ingreso luego de los tres “exitosos” gobiernos “centroizquierdistas” de la Concertación. Pero, no por ello será muestra de socialismo y ni siquiera de una revisión socialdemócrata del modelo.



Entonces, por un mínimo de pudor deberían terminar con la campaña del terror sobre una eventual presidencia de Piñera. Una cosa es la inocencia y otra la desfachatez. Hay que dejar de buscar culpables externos a la gestión y voluntad política de la propia Concertación. Por otro lado, me parece una falta de respeto, sino de una gran soberbia, no reconocer que hay ciudadanos antineoliberales que se oponen con argumentos serios y de peso a los gobiernos de la Concertación. Así de simple y válido: se llama democracia. Ellos no votan para ganar, porque expresar las ideas políticas a través del voto no es un concurso ni un campeonato. Simplemente asumen que con Bachelet no ganan y con Piñera pierden. Saben que en el fondo entre esos bueyes no hay cornada.



Uno puede aceptar la buena voluntad de los concertacionistas sinceros-estoicos-optimistas (eso sí, ojalá algún día se acuerden de que el mejor de los mundos posibles es un proyecto a construir, no el contexto que nos tocó vivir asumido como inamovible). Mas, la motivación que se deja ver en la preocupación de otros concertacionistas es muy diferente: para una mayoría significa el entendible temor de la pérdida del empleo en el aparato del estado; mientras que para la élite y sus cortesanos, la pérdida de las no pocas ventajas económicas que les ha reportado estos años en el poder.



Quien quiera comulgar con ruedas de carreta es libre de hacerlo: si uno asume unas premisas —por incorrectas, absurdas o falaces que sean— puede construir una “lógica” a partir de ellas. Por eso han llegado a la “indesmentible” conclusión de que la situación en la segunda vuelta se limita al dilema de ser oficialista o traidor. De ese modo, los derechistas “buenos” nos quieren convencer que quemarse dentro de la olla es lejos mucho mejor que caer a las brasas.

Anónimo dijo...

APORTE DE UNA REFLEXIÓN MÁS, PARA TOMAR UNA DECISIÓN INFORMADA ANTE EL BALOTAJE DEL 15 DE ENERO PRÓXIMO





La noticia publicada en la prensa, da cuenta que en la “Fiesta de los abrazos”, el presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, “entre pifias y débiles aplausos” declaró que:” llamar a votar nulo es favorecer a los sectores mas reaccionarios de la Derecha Pinochetista Chilena”.



Considerando que esta declaración constituye un gratuito agravio para personas que, como el suscrito, vamos a votar nulo, aprestábame a escribir un artículo para responder a este juicio, cuando llegó a mis manos la nota que a continuación les transcribo y envío, cuyo contenido suscribo en su totalidad por interpretar fielmente mis razones para votar nulo. Con ello me ahorro un trabajo, y de paso tengo más tiempo para discurrir el garabato que voy a colocar en mi voto para que éste inequívocamente quede nulo.



HERNÁN MONTECINOS



La nota dice así:



Hola:

Como sabrán algunos de Uds., colaboro con el diario electrónico El Mostrador como columista.

Hace una semana que envié una columna sobre la segunda vuelta presidencial y a la fecha no se ha publicado, siendo que normalmente la demora es de uno a dos días.



En espera de que lo sea, he preferido enviarles el par de páginas. Espero sea de su interés y si la pueden rebotar a su lista de correo, se los agradecería.



Oficialista o traidor:

¿el dilema de la segunda vuelta?



Por: Andrés Monares



Lo mismo que en la segunda vuelta presidencial que enfrentó a Lagos y a Lavín, también ahora los concertacionistas esgrimen pródigamente argumentos a fin de lograr sufragios para Bachelet el 15 de enero. Sobretodo están sermoneando a quienes el 11 de diciembre respaldaron a Hirsch. Asimismo les predican a quienes aunque disconformes con la política neoliberal de la Concertación, la votaron de todos modos como el mal menor.



Principalmente me quiero referir aquí a las razones de los concertacionistas sinceros que aceptan el neoliberalismo de su coalición y lo explican como una situación “obligada” por el contexto mundial. Lo cual cargan estoicamente con cierta pesadumbre y sentimiento de culpa. Sin embargo, lo sobrellevan con una especie de voluntarismo optimista: lo importante serían las benéficas intenciones de quienes aplican el modelo y no el modelo en sí. No tomaré en cuenta a los que sostienen el centro izquierdismo —e incluso desvarían con un socialismo de la Concertación— tal como Ud. no se detendría a discutir con quien afirma que la Tierra es plana.



Esos concertacionistas sinceros-estoicos-optimistas, nos ponen las cosas de la siguiente manera: existe una derecha “mala” representada por Piñera y una derecha “buena” representada por Bachelet. De salir elegido el primero nos espera lo peor. De salir elegida la segunda todo mejorará aún más. Por eso sería una falta imperdonable no votar por Bachelet, pues se le estaría dando en bandeja el gobierno a la derecha “mala”. Desde ese punto de vista, los críticos de la Concertación y los antineoliberales en general, al renunciar al mejor de los mundos posibles al cual hoy se podría aspirar, se hacen cómplices de la derecha “mala”. Les enrostran que para ellos es fácil darse el “gustito” de votar nulo o en blanco y posar de consecuentes.



Más allá de la ironía de que las campañas del terror sean típicas de la derecha “mala” (¿se acuerda de los tanques rusos frente a La Moneda o del caos que vendría de ganar el NO?), al menos, por lógica sería correcto analizar qué podría pasar de ser elegido presidente Piñera y no la candidata que representa el continuismo del “exitoso” gobierno de Lagos. Continuismo que con orgullo la propia Bachelet, su comando y él mismo presidente nos vienen recordando con majadería (éste último en cada inauguración de primeras piedras en que casualmente está empeñado en el último tiempo).



Visto de esa manera, podemos hacernos algunas preguntas —entre las muchas posibles— para aclarar el dilema que nos presentan. ¿Podría Piñera mantener el sistema electoral binominal que asegura un cogobierno entre las dos derechas?: Lagos ya lo hizo (por más que envíe un proyecto al Congreso en plena campaña electoral y cuando está a punto de terminar su gobierno). ¿Podría Piñera defender a Pinochet si fuera detenido en el exterior?: Lagos ya lo hizo. ¿Podría Piñera dar un decisivo paso en la privatización de la enseñanza superior al fabricarle un negocio redondo a la banca garantizándole clientes cautivos y aval estatal?: Lagos ya lo hizo. ¿Podría Piñera tener una “no-política” ambiental y una CONAMA que sólo fuera una mera ventanilla para aprobar los proyectos empresariales?: Lagos ya lo hizo. ¿Podría Piñera privatizar el espacio público a través de concesionar las vías urbanas?: Lagos ya lo hizo. ¿Podría Piñera cambiar el uso de suelo en Santiago para agrandar aún más la ciudad y dar lugar a una millonaria especulación inmobiliaria a costa de la calidad de vida de sus habitantes?: Lagos ya lo hizo. ¿Podría Piñera tomar medidas todavía más favorables a los grandes empresarios que las tomadas por Lagos para que estos también lo lleguen a amar?...



En lo personal, sinceramente no dudo de las buenas intenciones de Bachelet. Sin embargo, su pasado comprometido y crítico no implica de por sí a su presente; muestra de ello es su muy neoliberal equipo asesor. Incluso obviando el dato duro representado por la gente que ella elige para rodearse y aconsejarse, por mucho que quisiera dar un giro en la política neoliberal de la Concertación, ¿sería posible cuando sus mismos gobiernos han construido una camisa de fuerza por medio del propio estado de derecho para sostener y reproducir el modelo?. Por más que forzando los hechos quisiéramos creer en una voluntad política tal de Bachelet, estaría de manos atadas condenada a administrar lo que hay.



Por lo cual, a lo más, como lo dijimos antes en este mismo espacio, con Bachelet sólo se puede aspirar a ciertas medidas cosméticas que den la imagen de un neoliberalismo de rostro humano. En todo caso, casi cualquier disposición es bienvenida en un país que figura en el puesto 16 en desigualdad del ingreso luego de los tres “exitosos” gobiernos “centroizquierdistas” de la Concertación. Pero, no por ello será muestra de socialismo y ni siquiera de una revisión socialdemócrata del modelo.



Entonces, por un mínimo de pudor deberían terminar con la campaña del terror sobre una eventual presidencia de Piñera. Una cosa es la inocencia y otra la desfachatez. Hay que dejar de buscar culpables externos a la gestión y voluntad política de la propia Concertación. Por otro lado, me parece una falta de respeto, sino de una gran soberbia, no reconocer que hay ciudadanos antineoliberales que se oponen con argumentos serios y de peso a los gobiernos de la Concertación. Así de simple y válido: se llama democracia. Ellos no votan para ganar, porque expresar las ideas políticas a través del voto no es un concurso ni un campeonato. Simplemente asumen que con Bachelet no ganan y con Piñera pierden. Saben que en el fondo entre esos bueyes no hay cornada.



Uno puede aceptar la buena voluntad de los concertacionistas sinceros-estoicos-optimistas (eso sí, ojalá algún día se acuerden de que el mejor de los mundos posibles es un proyecto a construir, no el contexto que nos tocó vivir asumido como inamovible). Mas, la motivación que se deja ver en la preocupación de otros concertacionistas es muy diferente: para una mayoría significa el entendible temor de la pérdida del empleo en el aparato del estado; mientras que para la élite y sus cortesanos, la pérdida de las no pocas ventajas económicas que les ha reportado estos años en el poder.



Quien quiera comulgar con ruedas de carreta es libre de hacerlo: si uno asume unas premisas —por incorrectas, absurdas o falaces que sean— puede construir una “lógica” a partir de ellas. Por eso han llegado a la “indesmentible” conclusión de que la situación en la segunda vuelta se limita al dilema de ser oficialista o traidor. De ese modo, los derechistas “buenos” nos quieren convencer que quemarse dentro de la olla es lejos mucho mejor que caer a las brasas.

Anónimo dijo...

Copio noticia que marca malestar demócratacristiano frente a rol de Lagos en la campaña presidencial
Es coincidente con lo que Ud. marcó en su artículo. Buen análisis. Siga adelante.

12 de Enero del 2006


DC: Intervención de Lagos ''opaca triunfo de Bachelet''

por El Mostrador.cl

Fuentes de la falange apuntaron sus críticas especialmente contra el Presidente de la República, señalando que la candidata de la Concertación no necesita apoyos de este tipo porque tiene la suficiente fortaleza y consistencia como para obtener un resultado holgado este domingo.

Molesta se encuentra la mesa directiva de la Democracia Cristiana (DC) por lo que califican como una "intervención" que ha hecho el gobierno en la campaña presidencial de la candidata, Michelle Bachelet.

Fuentes de la directiva manifestaron que la aparición casi diaria de los ministros políticos y del propio Presidente de la República, Ricardo Lagos, en los medios de comunicación para atacar al abanderado de la Alianza por Chile, Sebastián Piñera, "no es aceptable porque ello no sólo perjudica la opción de Bachelet sino que también su estrategia de campaña".

Agregaron que esto además "aplasta toda la estrategia de la DC para evitar que Piñera pueda captar el voto del centro político. No es propio que se hagan llamados de parte de los ministros al empresario, porque ello en definitiva lo sitúa en la prensa y lo deja al mismo tiempo como una víctima de los cuestionamientos de las autoridades".

También se condenó que la disidencia del partido entre en el mismo plano del gobierno y apoye la intervención de La Moneda. "Si ellos (los disidentes) hubiesen trabajado en la primera vuelta para que Bachelet ganara, no habríamos pasado a la segunda vuelta", dijo la misma fuente.

Uno de los que manifestó en forma abierta este miércoles su malestar fue el senador y vicepresidente de la colectividad, Rafael Moreno, quien expresó que "estas maniobras no ayudan en nada. Eso no lo necesita la candidata para poder triunfar este 15 de enero".