sábado, agosto 02, 2025

¿UNIDAD DESDE LA BASE SOCIAL? ¿HABREMOS APRENDIDO?

TROPEZAR CON LA MISMA PIEDRA
(2 de julio de 2022- cuando bramaba la esperanza. Relectura para no olvidar.)




Quizá suene a juego de palabras: cuán desconcertados están los cabreados de la ex Concertación, al ver que, por pases esotéricos, de nuevo esos mismos concertacionistas siguen en el poder, en su misma parada histórica: trancar la pelota.

 En el proceso vivido a partir de los 90, se derrumbaron los sueños de una conquista democrática real. Yendo más atrás, remontándonos a aquellos principios republicanos que formaron nuestra adolescencia, cuando la Universidad tenía compromiso con su entorno, había debate y se esgrimían visiones de mundo, con vehemencia y respeto cívico, al retornar la democracia, vimos imponerse la lógica mercantil, que de todo hizo negocio. La masiva aspiración de acceder a la Universidad, se tradujo en la proliferación de las universidades igual que los malls, con proyectos educativos febles, sin rigor, asfixiando la saludable crítica de otrora.

Cuando en 1973 se rompió la convivencia y vino el terrorismo de Estado, luchamos por recuperar la democracia. Pero, se impuso el oscurantismo mercantil y. con él, un negacionismo que ha buscado lavar de sangre a la dictadura. Muchos viejos líderes revolucionarios, al parecer, se dieron cuenta que, para una movilidad social express, bastaba con cruzar la vereda y servir al adversario ideológico. Así lo hicieron y sus aspiraciones ya no fueron vivir en Ñuñoa sino en la Dehesa. Ya no fueron dirigentes poblacionales de la Legua, sino miembros de directorios de corporaciones multinacionales. En el exterior, aprendieron a coludirse con los intereses del neoliberalismo global y adecuaron su discurso para vestirlo de "realismo político", de "pragmatismo", de "la medida de lo posible", tratando de justificar su obsecuencia y traición.

Ese es el fondo emocional de la frustración de la vieja izquierda y que explica la abstención, el desencanto y su alejamiento de la política. La disidencia, los díscolos, aquellos que eran excluidos por ser francotiradores y conflictivos, esa mayoría que fue premeditadamente desmovilizada, esos comunicadores y trabajadores de la prensa que habían abierto camino a la democracia, quedaron al margen del binominalismo y sus medios alternativos desaparecieron. El pueblo no ha perdido su sensibilidad con las ideas progresistas, pero descree de la partidocracia. Y ha sido ese pueblo sufrido el que masivamente se fue sumando a las movilizaciones sociales, los que se plegaron a los espacios que abría una nueva generación joven, que repudiaba expresamente el continuismo de la Concertación, mientras sufría en carne propia un Estado Subsidiario enclavado en el sistema. Pero, el motor principal han sido las mujeres, que se convirtieron en vanguardia; los ancianos empobrecidos por la estafa previsional de la dictadura y profundizada por la Concertación, llenaron las calles. Muchas causas fueron vectores simultáneos del descontento social. La depredación, el saqueo del agua, las zonas de sacrificio, el sobre endeudamiento, la usura de la banca y el retail, fueron elementos de una tormenta perfecta. 

El 18 de octubre de 2019, fuerzas telúricas remecieron el sistema. Las deslegitimadas instituciones estuvieron al borde del colapso. Entonces vino el Acuerdo por la Paz. A regañadientes de las élites, se abrió el proceso constituyente, que no lograron amallar, que se les fue de las manos y cobró vuelo propio desde la base social. Con un 2% de aprobación, las élites políticas en ejercicio, parecieron estar en vías de desaparición. 
Cuando se inicia la Convención Constitucional y se logra superar la camisa de fuerza de los 2/3, con participación de independientes y pueblos originarios, creímos que se allanaba el camino. Sin embargo, la naturaleza humana tiene fuertes cargas de ruindad, que parecen ser insoslayables y en la Convención eso se vivió. Durante el año que duró la Convención, se perdió el halo principista con que habían sido electos los convencionales. Despropósitos, situaciones mezquinas, una campaña metódica de desprestigio de la Convención por parte del Rechazo más convencionales ex concertacionistas o ex nueva mayoría, serán episodios que la historia deberá registrar en su dimensión e impacto. El asunto es que, con las elecciones presidenciales y parlamentarias se vivió un contrataque de la reacción y la política partidista excluyó a independientes y volvió a un cauce binario, forzándose así alianzas con personeros profundamente cuestionados, que volvieron al gobierno con Gabriel Boric, ocupando áreas claves. En paralelo, la Convención siguió su propia odisea y la cumplió. 

Pese a todos los escollos, desde la sociedad civil se logró incorporar en el texto de la Propuesta de Nueva Constitución Política de la República de Chile, un conjunto sistemático de principios que configuran una forma más democrática y descentralizada de ejercer el poder; un capitalismo de economía mixta y sustentable, con mayor regulación y fiscalización; un Estado Regional Ecológico, Plurinacional y Social de Derecho. Un nuevo diseño institucional que rompe las bases del modelo, abandona el individualismo, la concentración del poder y procura la participación vigilante de la ciudadanía y los territorios, fijando una hoja de ruta para una convivencia con mayor justicia y paz social. Se establece un Estado responsable de entregar y asegurar los derechos fundamentales.

El 4 de septiembre el plebiscito tiene sólo dos opciones. El Rechazo, con todo su poder mediático, busca mantener el sistema incólume. El Apruebo es un derrotero de cambios profundos y graduales, fijado en las disposiciones transitorias de la Nueva Constitución.

Ha sido el gobierno, surgido desde la generación de recambio de la izquierda, el que, por consideraciones de realismo político, que suelen llamar gobernabilidad, ha declinado elementos sustantivos de su programa, al incorporar personeros que han sido protagonistas de aquél pasado que condujo a la explosión social de octubre. Es lo que está dando botes en el área chica de la izquierda chilena no militante, histórica y cultural. ¿Qué necesidad tuvo el equipo de gobierno de incorporar al gobierno a quienes han sido parte del problema y nunca de la solución?

Un 95% de la población no milita en ningún partido. Un 50% de la población se ha abstenido en las elecciones con voto voluntario. El plebiscito es de voto obligatorio y sobre 15 millones tendrán que votar. Hay una izquierda latente, que no milita, descontenta, víctima persistente de los abusos y asimetrías del modelo. Esa población no se siente representada por los partidos, pero sí confió en el camino constituyente, concurriendo masivamente a las urnas señalando con un 80% de los votos, preferir que representantes populares, no parlamentarios, escribieran la nueva constitución. En poco ha ayudado a fortalecer el Apruebo esta mala junta del gobierno y eso habla de una mala lectura de la élite política frente al proceso social y sus dinámicas propias.

Al parecer el equipo político ha sobredimensionado la influencia que pueden tener los partidos para lograr avances en el Congreso, toda vez que el accionar del Ejecutivo ha sido ripioso y poco eficaz. Si abrirse a la ex Concertación hubiese sido para asegurar un trabajo legislativo de piso, esto les ha fallado y ese error estratégico le ha significado aplazar decisiones claves, como nombrar nuevo Presidente del Consejo de TVN y nuevos consejeros, o mantener sin nombramiento de nuevas autoridades, servicios claves para combatir la evasión y el contrabando.

En este mes de agosto, de cara a la ciudadanía, se deben sincerar intenciones. Las élites políticas quisieran monopolizar el debate, pero no tienen legitimidad para hacerlo. Pese a haber terminado la Convención Constitucional el 4 de julio, la soberanía ha vuelto al pueblo soberano. Desde el mundo social se reconoce como nuevos líderes legítimos emergentes, a ex convencionales. Los políticos sólo profitan de los espacios en medios controlados por la derecha, pero en los barrios son otras las conversaciones y son sin ellos.

Los senadores, que ven el término del Senado en la nueva Constitución, actúan como incumbentes y desesperan, esgrimiendo argumentaciones capciosas, pretendiendo ser los únicos lúcidos para mostrar caminos a Chile. Pero el pueblo los conoce, hace décadas cayeron las caretas y, aunque ellos piensen que el pueblo no lee o no entiende lo que lee, se equivocan. Las personas sencillas, las trabajadoras y los trabajadores no comulgan con sus ruedas de carreta y tienen muy claras las causas profundas de la situación que los agobia.

Con la memoria fresca, aunque quieran disimular sus conductas, su traición de fondo, esa alianza servil a grupos que manejan los hilos del poder, los amarillos, los gatopardistas, se enredarán en sus propias mentiras. Por todo ese historial, poco aportan a la tendencia social que está emergiendo. No serán esos zombies los que orientarán el voto de las grandes mayorías. Serán los líderes del pueblo sencillo, esos que hicieron pan de la nada y nos entregaron el 4 de julio el borrador de Nueva Constitución, a quienes el pueblo cree y respeta. 

La intención de los políticos históricos de aferrarse como se pueda al poder, no sólo es patético, sino recuerda un mensaje popular al gobierno del Presidente Boric: Dime con quién andas y te diré quién eres.

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Hernán Narbona Véliz, Periodismo Independiente, Corresponsal en Valparaíso del diario La http://xn--razn-sqa.cl/, 02/08/2022.

lunes, julio 28, 2025

EDUCACIÓN, FASE CERO, UN NUEVO PARADIGMA





Ángel Bustos Balladares Profesor de Biología, Psicólogo,  Doctor en Psicología, ex miembro de la Junta Directiva de la Universidad de Playa Ancha,  fue homenajeado por la Fundación Muttare por su trayectoria como Educador.  

En esa ocasión, formuló un manifiesto personal de 10 puntos que constituyen su visión para mejorar la Educación en Chile. 
Su mirada se centra en la premisa "Nunca más castigo en el sistema educacional", que apunta a mejorar la relación profesor alumno , profesor - curso, para llevarla desde una actual situación conflictiva,  apática y de desafecto, hacia una relación de concordancia, en donde profesor y alumnos deciden iniciar el proceso de aprendizaje una vez que han construido un clima adecuado al interior del grupo. Se trata de dedicar tiempo para consensuar principios de relación interpersonal, para alcanzar un espacio de comprensión y afecto en donde los conflictos se evitan antes que resolverlos y en dónde el docente nunca aplica castigo.

Ángel Bustos de manera certera y apoyado por datos duros, resultados de un plan piloto de Fase CERO, que se aplicó en doce establecimientos educacionales de la provincia de Valdivia, abarcando liceos pequeños, de 300 alumnos a grandes establecimientos de  2000 alumnos. El modelo fase 0 consiste en tomar todo el tiempo necesario para que el profesor alcance un liderazgo integrativo con todos y cada uno de sus alumnos generando una relación de afecto y empatía que genera un clima organizacional en el aula propicio para el desarrollo de los planes y programas establecidos. El más complicado de los cursos en el experimento, tardó 40 días en lograr ese objetivo.

Los resultados demuestran que, pese haberse ocupado 40 días en el curso más complicado, el programa se cumplió totalmente antes que terminara el año lectivo. Según Bustos, su modelo debiera aplicarse en todas las comunidades educativas del país, ya que genera un cambio de fondo, en donde el alumno aprende en un clima afectivo que le hace disfrutar la escuela, genera y favorece la captación y la exploración del conocimiento, con una integración del curso que va eliminando las necesidades de aquella disciplina verticalista afincada en la sanción (zanahoria o garrote) para desplegar un autocontrol en función del otro, a quién se escucha y se respeta. 

Cuando Ángel Bustos presentó en la Biblioteca del Congreso Nacional su modelo Fase 0 a más de 150 personas  involucradas en las políticas públicas de educación y en el  ejercicio docente,  advirtió que su premisa de nunca aplicar castigo en el proceso educativo,  tenía una mayoría en desacuerdo. Dice haber escuchado argumentos tales como: la anomia genera desorden, la disciplina se logra cumpliendo reglas,  las reglas y normas implican coerción, vale decir una capacidad de controlar evaluar y sancionar cuando alguien rompe un marco normativo. 

Ángel Bustos sostiene frente a esta posición mayoritaria, señala que, sí se incorporara a las políticas públicas ese espacio para construir una relación de afectos y seguridad en el aula, el aprendizaje vendría por añadidura; que el liderazgo que se gana el docente en ese periodo de introducción, usando inteligencia emocional, el juego, la imaginación, pero, sobre todo desplegando Amor, tal como decía Gabriela Mistral, abre espacios fértiles para que los alumnos quieran asistir con alegría a la escuela. Bajar el ausentismo, la deserción, son consecuencias objetivas de este cambio cualitativo 

Adhiriendo, no sin aprehensiones, al paradigma Fase Cero, desde la ciudadanía y habiendo sido académico por más de 25 años, además de haber sido consultor y monitor en  proyectos de modernización del Estado en América Latina, creo que apliqué una estrategia similar, pues,  para poder implementar una idea o propuesta se  requiere ese período de  encantamiento preliminar,  que se trabaja  con instrumentos de planificación participativa, lo que permite desmantelar barreras y resulta altamente comparable con el modelo FASE CERO que postula Ángel. Por eso me convence y adhiero a Fase Cero, considerándola  una inteligente mirada estratégica de largo plazo para revertir la entropía que evidencia el aula, repotenciando el rol conductor del maestro, hoy condicionado por la mercantilización de la educación, que quiere un sistema eficiente y silencioso, dedicado a formar individuos que sepan seguir instructivos, funcionales a proceso productivos.  Un clima de hoy, que aísla al alumno inquieto, al que se sale del molde repetitivo y se atreve a mirar con duda y crítica la pseudo realidad que quieren imponerle 

Entendiendo que ese plan piloto de Valdivia puede ser replicado y lograr que las relaciones humanas en la sala de clases muten de la apatía al entusiasmo, del conflicto a la armonía, de la agresividad al respeto mutuo, estaríamos logrando que, desde el proceso educativo recuperemos el ethos cultural de la sociedad toda, sacándola de la competencia salvaje  para orientar hacia la colaboración y la tolerancia.

Los hechos que la narrativa dominante difunde en sus oligopólicos medios de comunicación, nos inyectan miedo y eso lleva a aislarnos del semejante, desconfiando y peleándonos con ese otro al que vemos como competidor o enemigo. Fase CERO implicaría, así lo entiendo, la formulación de planes maestros, donde se privilegie la docencia de calidad, que FASE CERO sea parte del programa de formación de profesores, para plantarse con convicción frente al "eficientismo" neoliberal. Significa alcanzar decisiones de Estado para los siguientes treinta años, con voluntad política transversal, para lograr un cambio cualitativo, que vaya erradicando la práctica de garrote o zanahoria, para generar comunidades educativas que permeen en las familias y sean motor de equidad social y de pertenencia.

Fase Cero un nuevo paradigma que desde la vereda contigua a la cultura, el libro y la lectura, recibimos con entusiasmo y realismo, porque sabemos que todo pasa por ir desmontando un sistema educacional que está empantanado en el lucro, el individualismo y la violencia para resolver los conflictos.

Valparaíso, 28 de julio de 2025
Hernán Narbona Véliz 
Poeta, escritor, periodismo independiente, Presidente SECH-V.
El espíritu cooperativo mejora la calidad de vida.
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sábado, julio 19, 2025

Neoangustias cotidianas frente a la Modernidad

https://www.reeditor.com/columna/13609/26/ciudadania/neoangustias/cotidianas/frente/la/modernidad
Neoangustias cotidianas frente a la Modernidad
Diario Financiero, año 1991, Hernan Narbona Veliz

Invito a una relectura para comprobar la prospectiva que contenía esta reflexión después de la desaparición de la URSS.

Hemos tomado palco en una comedia planetaria para percibir, a la distancia, las trenzas del poder reordenando los viejos mapas políticos de la adolescencia. Asumiendo la necesidad de reflexionar en medio del tráfago avasallador – como muchos de mi generación, tengo esta gastada manía de darle vueltas a las cosas- me estoy ubicando en el “Day After”, sopesando los efectos del cambio en nuestra América, en nuestro país, en nuestras ciudades y campos, en los hijos que sin pestañear han iniciado su juventud conviviendo a diario con la tecnología que a nosotros nos cuesta digerir.
He escuchado dos veces el discurso renuncia de Michael Gorbachov, impulsado por la curiosidad decidí buscar en el planisferio ese punto nuevo: Alma Ata, capital de Kazakhstan. Que será tanto más importante que Yalta o Bretton Woods en la historia del Siglo XX. Me costó ubicar esta ciudad de Alma Ata en medio de la gran fracción que ocupaba la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, en el mapa: paralelo 47 Norte, meridiano 77 Este. El lugar donde ha nacido la Comunidad de Estados Independientes, CEI.
No he podido evitar el recuerdo vivencial que traigo de Europa Oriental, cuando en 1971 participé en un congreso internacional sobre turismo Juvenil en la capital de Checoslovaquia, Praga. Éramos tres jóvenes profesionales chilenos recorriendo con ojos críticos las plazas de Praga, con sus estrellas rojas, símbolo floral que dolía profundamente en la gente. Nosotros, tres años antes, en plena reforma universitaria, habíamos repudiado la invasión soviética y ahora estábamos allí, conversando con delegados jóvenes de diversos países. Había una sola excepción a la regla: los soviéticos encargados de negociar los proyectos de turismo juvenil, eran señores que podían ser nuestros abuelos. Nosotros veníamos con protagonismo de sde la adolescencia en nuestra realidad. La juventud de la URSS debía soportar el peso de una gerontocracia dura, que anquilosaba las estructuras partidarias y convertía a todo el sistema en un gigantesco oso con poca flexibilidad e imaginación. A la distancia, esos recuerdos son hoy un hilado que aparece en el análisis, para corroborar intuitivas percepciones de entonces, cuando recién se formaba nuestro razonamiento político y actuábamos a puro corazón. Reconozco que conocer de cerca ésas y otras realidades de la vieja Europa, fortaleció la opción americanista que he seguido, recibiendo en su esencia romántica los resabios del París de Mayo.
En este minuto, al inicio de una nueva era en las relaciones internacionales, quedan muchas efigies empolvándose como posters en lo bulevares. Son las postrimerías abruptas de un régimen de imperios. Ya no existe la Unión Soviética. Rusia toma la posta en los foros internacionales. ¿Cuánto nos cambiará la vida por impactos de la gran transformación mundial? ¿Qué efectos puede tener el reordenamiento mundial sobre los americanos al sur del Río Grande? ¿Cómo explicar las ventajas de la modernidad al hombre pobre de nuestra América, que porta consigo un morral de sueños y frustraciones y cuya voz demora en asomar tras largos períodos de ser silenciada?
Sin necesidad de subir al valle del Elqui para alcanzar centros cósmicos, apenas con subir al Metro de punta a punta, uno se empapa de la angustia d elas urbes. El mundo llega a nosotros a través de las parabólicas, pero al mismo ritmo parece alejarse y deteriorarse la calidad de vida. Por una parte, se nos convoca a incorporarnos a la modernidad, al mundo abierto y competitivo; por otro lado, observamos que la incorporación superficial, a los meros símbolos de estatus de lo moderno, va contradiciendo la esencia de algo muy caro, nuestra libertad y la sanidad física y mental de nuestras familias y comunidades. Ciudad de México ostenta el mayor grado de contaminación, el máximo número de vehículos.
La histeria circula por el paseo de la República en los tacos eternos, mientras en el tren subterráneo pampea el terror de las bandas de delincuentes. Y como común denominador  de los de arriba y los de abajo, un síntoma : el individualismo exacerbado, el sálvese quien pueda. El hombre urbano va pateando su estrés y en su neurosis crónica, el desahogo va por el placer envasado: compre mucho para pertenecer a la modernidad.
La gente busca respuestas. Es difícil enfrentar el tráfago noticioso sin tomar aire y detenerse un poco. Cuesta acostumbrarse a vivir en la aldea mundial. El escapismo simple de apagar la televisión o no seguir las oticias va generando un aislamiento, una peligrosa introversión, en donde el hombre queda como presa fácil  de los mensajes superficiales y manipuladores. Es decir, deja de ser persona para ser masa. A lo sumo, un número de registro en las computadoras de las grandes tiendas, para hacerle llegar un saludo de pascua más frío que  los estacionamientos  céntricos. La verdad es que cuesta dejar atrás el esquematismo maniqueo que marcó los últimos decenios del planeta. Ya no hay buenos y malos. La ley de la relatividad nos exige mayor profundidad en el conocimiento interpersonal y dejar de usar las cómodas etiquetas. Pero,  esto requiere tiempo y es el bien más escaso. El ostracismo, combinado con el individualismo, es un pernicioso y suicida elixir, lleva a la soledad, a la desintegración social y familiar. El “no te metás” que conocimos en el Buenos Aires de la guerra sucia, hoy aparece sin excusas como ingrediente de la vida diaria. No tenemos  tiempo ni ánimo de conocerte, prójimo. He clausurado mi agenda . La he dejado de muy pocas páginas, no cabe nadie más. Lo siento, no sé ni me interesa saber quién es usted, vecino.
¿Calidad de vida? Vaya tarea intentar definirla. Lo más que ha hecho la ciencia social es acotarla. Es claro que una cosa es nutrirse y otra muy distinta, el disfrutar de la mesa familiar. Aspectos emparentados, pero profundamente diferentes. ¿Cambiarías Ud. el sabor incomparable del frío mote con huesillos por un par de sintéticos hidratantes llenos de proteínas? Sí, calidad de vida es un aspecto íntimamente ligado a lo cultural. La cuestión de fondo en el tránsito a la modernidad es cómo participar de ella sin perder nuestra escala de valores, nuestro ser nacional histórico, nuestro modo de ser.
Alguien proclamó excitado la “muerte de las ideologías”. No estamos de acuerdo con esa idea, ya que asume que se habrían acabado en la sociedad las capacidades de soñar, de crear una utopía y tratar de impulsarla, convenciendo a las mayorías de sus ventajas y beneficios. Muy distinto es señalar que en el plano político está primando el racionalismo, la arquitectura política que conduce a la negociación permanente para la construcción de acuerdos estables. Esto es madurez, es actuar sin fanatismos, conciliando intereses, pero se subentiende que el político debe ver en el poder un medio para servir a su patria, tratando de poner en marcha programas o regímenes de gobierno que acerquen a la realidad parte de esa utopía, de ese ideal que anima al hombre público en su actuación. Lo contrario sería aspirar al poder por el poder, para servirnos de él y no para servir a los demás. La modernidad en el plano político va mucho más allá de la recuperación del voto como expresión periódica de la ciudadanía; va más allá de la mera alternancia política de uno u otro partido o coalición. Modernización significa abrir los centralizados sistemas del pasado para que pueda darse,  de veras, la participación. Uno de los temas de la modernidad respecto  al poder es la disyuntiva entre descentralización y plutocracia.
Lo primero conduce a la incorporación del hombre en el control de su destino, La plutocracias concentra el poder, en sus diversas formas, en los grupos económicos más ricos. Puede coexistir  perfectamente con la democracia formal, pero no permite que dentro de ella la población pueda ejercer debidos controles sobre el mercado y la administración del Estado a nivel comunal o de regiones. Por lo tanto, una expectativa latente del hombre, mujer y jóvenes de nuestros países está apuntando a la equidad que está teniendo el ajuste estructural. ¿Significará mayor participación dela población en los actos que hace a su calidad de vida o será un traspaso de poder a nuevas plutocracias en el destino de los países?
Resignarse a la sumisión ante el poder financiero es olvidar y desconocer las grandes fortalezas espirituales de los pueblos. En cambio, apostar al camino difícil de la participación, comienza por educar. Y una inquietud urbana cotidiana es acerca de la calidad de la formación que se entrega. Sin fijar sino grandes líneas de pensamiento, digamos que es difícil que, de la noche a la mañana, profesores sometidos durante largos años a un sistema verticalista  autoritario, que castraba la iniciativa y las acciones contestatarias, puedan convertirse en educadores de la libertad, la participación y el emprendimiento individual o asociativo. Es preciso que fuerzas renovadas, ojalá de refrescante idealismo, puedan acometer las tareas de la educación. El riesgo del cambio generacional en la educación  es que los jóvenes no han sido impermeables, ni mucho menos, a los desvalores urbanos, tales como, el consumismo o el facilismo. Lo cual genera la angustia en relación a la formación de nuestros hijos, la orientación que se les entregue, para ser responsables personas, dueñas de su libertad y destino, cultivando la doctrina del esfuerzo, o individuos arribistas, más egoístas que antes, tratando de salvarse rápido, en la ley del mínimo esfuerzo. La solidaridad se postula como una gran aspiración ética en las relaciones sociales. En la incorporación al mundo moderno, esa premisa aterriza en un aspecto  de necesidad estratégica. Los productores han sabido que para competir deben sumar capacidades. Que la solidaridad, la cooperación franca, no niega el principio de reciprocidad. Éste es válido en todo orden de cosas. Salvo los santos, pocos son los que dan  y dan, sin esperar algo a cambio. Fomentar cultural y educacionalmente estos estilos de convivencia, pasa por un mensaje muy realista y obvio “Los hermanos sea unidos, porque ésa es la ley primera, que si estamos separados, nos devoran los de afuera”. El Martín Fierro, sabiduría americana, que en Chiloé se llama “minga”. El cooperativismo debe renacer con fuerzas, limpiándose de los aprovechadores que quieren desvirtuar su esencia. Un principio de equidad, de amplia aplicación, llama siempre a apoyar y promover al más débil, para que pueda actuar con mayor chance en el quehacer económico, comercial o financiero. Y esto no es paternalismo, porque “enseña a pescar”, no regala pescado. La familia, como formadora principal del hombre, ha sufrido también el efecto de períodos de desintegración. El sicólogo Ángel Bustos Balladares señala que el éxito de los niños en el colegio está en íntima relación con el tiempo que la mamá le dedique a sus hijos. Que recién después de los 10 años el niño puede reducir la presencia de la madre. En los tiempos actuales tener la madre en casa es un lujo. Existen necesidades objetivas de un trabajo compartido por parte de ambos cónyuges. Incluso se ha desmerecido en nuestra sociedad la función d ela dueña de casa. Las corrientes feministas han acusado de machismo el pretender mamás de tiempo completo. El enfoque objetivo del Sicólogo Bustos subraya el gran aporte a la seguridad y estabilidad emocional que alcanzan los hijos formados en buen clina, con los roles maternos y paternos bien definidos y complementados. Lógicamente, es un tema que mueve a la preocupación. Que es imposible profundizar en este espacio, pero que nos lleva a un punto crucial de lo que pretende cada cual como calidad de vida.
Es necesario, sin lugar a dudas, que los países se tomen su tiempo para revisar este aspecto celular de toda la sociedad, por donde parte la atención preferente del Estado Moderno, fortalecer la familia, como seno de gestación y formación de una población sana, física, moral e intelectualmente. Las angustias cotidianas frente a la modernidad van desde lo planetario a lo hogareño, en estadios que pocas veces interrelacionamos. Sí, yo quiero ser moderno, pero quiero seguir conversando con mis hijos durante el almuerzo familiar de cada día. Y la mayor inversión que estoy dispuesto a realizar es en tiempo familiar, para combatir, desde dentro, cualquier antivalor que ande rondando el hogar. Benditas sean las madres que sabiamente enseñan los más trascendentes hábitos que habrán de acompañarnos de por vida.
De pronto, sumido en estas reflexiones y convencido de llevar encima las mismas ganas de cambiarlo todo que tenía veinte años atrás, me sorprendo cuidadoso y conservador de costumbres antiguas. He mencionado varias veces el espacio precioso de la mesa familiar. Sin televisión, pro supuesto. Y hay muchas cosas recientes que me gustaría llevar conmigo en este andar hacia el mundo, en nuestra inserción a la comunidad internacional. Y siento que en el mismo trance deben estar las provincias interiores de todos los países de América Latina. Esos pueblos que han consagrado el derecho a la siesta, que se dan su tiempo para gigantescos carnavales, que bailan durante días sus diabladas a la Virgen del altiplano. Para ellos el ofrecimiento de la modernización significa mostrar alguna opción que sea satisfactoria integralmente. Ante el hombre aimara no sirve como argumento un futuro aumento de la tasa de exportaciones. Para él será siempre prioritario el equilibrio con su Pachamama, con sus camélidos de siempre. Y esto perfila, justo para 1992, un gran tema crucial en donde tal vez podrían concluirlas ideas ya reseñadas. En Río de Janeiro, ciudad de contradictoria belleza y desamor, se realizará en junio de este año, el Congreso Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo. Un nuevo foro Norte-Sur en donde el tema será salvar al planeta de la depredación. Como proyección de largo plazo, como compromiso con los nietos de nuestros nietos. La irracionalidad, el despropósito de alterar sistemas que el hombre no puede recomponer, están marcando una situación ríspida. En donde el crecimiento que se expresa en automóviles, microondas, parabólicas y computadoras por habitante, aparece transgrediendo las reglas máximas de la creación y esto se vuelve como un boomerang contra el propio soberbio hombre. Sí, la última  y primera neoangustia frente a la modernidad, es por el aire que nos da la vida. Tememos, con Neruda, que lo hagan tabletas. “No, aire, no te vendas, que no te canalicen, que no te entuben”.
“Modernizador Moderado Buen Modernizador Será.”
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Hernán Narbona Véliz

domingo, julio 13, 2025

Responso por la prensa independiente (hace 23 años)

RESPONSO por la prensa independiente

Gran Valparaíso es uno de los valientes proyectos periodísticos independientes que no ha claudicado y se mantiene en el ciberespacio como un baluarte. Desde esta tribuna, una reflexión y un alerta ante los monopolios que controlan los medios de comunicación y quieren moldear a las generaciones futuras en la cultura chatarra.

(19/04/03)
CUANDO ESCRIBO ESTA crónica debo, como comunicador social, lamentar que hayan desaparecido, en breve tiempo, dos medios de comunicación que permitían amplios espacios para la presentación de enfoques multifacéticos de la realidad. Me refiero a Primera Línea, tribuna electrónica de amplio espectro ideológico, que había alcanzado una gran acogida en la comunidad nacional y que el diario La Nación decidió cortar de manera incomprensible. La segunda pérdida ha sido el diario local El Expreso de Viña del Mar, que había alcanzado una gran venta, pero enfrentó intempestivamente una situación económica que se hizo insostenible cuando se le cortó la impresión del diario por parte de Copesa, firma que en principio iba a ser socia del proyecto local. En el Expreso permanentemente se pudo publicar tribunas y reportajes, que presentaban, sin censura, visiones controvertidas sobre la realidad nacional e internacional.

Esto me obliga a recordar el período en que luchábamos por la recuperación democrática y la gran mística con que participamos en la defensa del diario La Época, que vimos morir con mucho dolor. Lo propio pasó con las revistas Cauce, Análisis y Hoy. Una enorme inconsecuencia de los gobiernos de la Concertación fue su deslealtad con el periodismo independiente, con esas tribunas que se abrieron con riesgos de vida, aceptando exclusiones y persecuciones, y que al momento de llegar la Concertación al poder - quizás por esa irrupción de los funcionarios políticos "5 de octubre" - simplemente excluyeron del apoyo oficial. Se trató de no hacer olas, de no hacer nada que irritase a los grupos fácticos que habían participado en el régimen militar y por lo mismo se decidió de manera espuria, no apoyar con publicidad a los medios que fueron precisamente la plataforma para que los políticos concertacionistas llegaran al poder. Los criterios "pragmáticos" hicieron que la clase política en general, salvo particulares excepciones, se preocuparan más de congraciarse con el poder de la prensa oficial, que alentar proyectos independientes.

Tengo un homenaje pendiente para un gran profesor y fundador de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile de Valparaíso, el Periodista Gustavo Boye, que fue primero mi profesor y posteriormente editó mi poesía y mis artículos. Gustavo Boye, recientemente fallecido, dirigió la revista Cauce y fue quizás uno de los damnificados emblemáticos de esta cobarde política de la Concertación que comento. Gustavo Boye había abierto al final de los ochenta el periódico Nueva Voz, con el cual intentó proseguir en los noventa, como espacio de libre expresión y encuentro para las ideas democráticas regionales. Sin embargo, a él, al igual que a los medios ya mencionados, se le dio la espalda. Los alcaldes o los directivos de empresas públicas, preferían las páginas sociales mercuriales que los introducían en la nobleza citadina, satisfaciendo sus egos provincianos y sus arribismos de piojos resucitados, que poner propaganda en este tipo de publicaciones "conflictivas".

La publicidad es el oxigeno de los medios y los principales anunciadores son los organismos públicos. A los directorios de RPC, ESVAL o a las municipalidades, no les interesaba alentar prensa que pudiera criticar sus acciones, en los políticos el sino del poder es que se debe desalentar todo lo que no se puede controlar. Por eso talvez, esa publicidad siguió concentrada en las empresas periodísticas que dominan el mercado en un verdadero oligopolio periodístico. Incluso, en otra inconsistencia del tamaño de una catedral, se gestaron operaciones de crédito a través del propio Banco del Estado para ayudar a la concentración de la prensa, mientras iban desapareciendo poco a poco los medios que habían sido vanguardia democrática en el régimen militar.

Por ello, es lamentable que sigan desapareciendo esfuerzos serios de prensa libre, toda vez que el periodismo investigativo es el que permite controlar el funcionamiento de la cosa pública, impidiendo que cadenas nacionales que son propiedad de grupos de interés, puedan alevosamente promover campañas, tratando de crear opinión pública o llegando a atentar en contra de la integridad de personas o instituciones. Creo que es el caso que estamos en estos momentos observando frente al intento de Qué Pasa de afectar o dejar en tela de juicio la impecable imagen de la Ministra Michelle Bachelet, cuestión que puede tener intenciones perversas encubiertas. Frente a situaciones mediáticas, es decir noticias que se originan en la acción unilateral de la propia prensa, es preciso preguntarse ¿a quién sirve esta noticia? ¿Quiénes podrían estar interesados en deteriorar la imagen de esta Ministra?

La sociedad debe saber filtrar lo que recibe y saber aislar al periodismo de especulación, que carece de hechos comprobables, del periodismo investigativo, serio, contundente en evidencias. En el rol que debe jugar la prensa como pilar de un sistema democrático, es preciso que exista la capacidad de contrapesar este tipo de acciones con la réplica de una segunda opinión, que sea fruto de otras expresiones periodísticas que permitan, en definitiva, que las personas se forjen una opinión. Es la importancia de la prensa independiente, ya que es por medio de ella que podemos evitar los enormes riesgos de estas gigantescas maquinarias comunicacionales.

No fue para nada casual, en el repliegue de los grupos políticos que apoyaron y profitaron del régimen militar, que se hayan posicionado estratégicamente en los medios de comunicación, que hayan ido desapareciendo los medios locales, que las principales radioemisoras tradicionales hayan sido asfixiadas hasta desaparecer absorbidas por cadenas satelitales nacionales o extranjeras. No es casual que ahora estén idiotizando juventudes con el axé o los reality shows, que van consumiendo la atención de multitudes hacia una dimensión totalmente manipulable, que de paso deja un pingüe negocio a las empresas de telecomunicaciones. El fraude es confundir el voto telefónico en un show con el deber cívico de participar en la cosa pública. Peligrosa tendencia desestabilizadora para cualquier sistema democrático.

El poder del cuarto poder es evidentemente apreciado por la oposición, mientras que a los concertacionistas su debilidad de principios o su mediocridad, les hizo resignar espacios en este ámbito. Quizás pese más en ellos el paradigma del dinero y se hayan confiado en que obteniéndolo se podría montar una buena campaña electoral al uso del mercado, participando en un reality show o dándose vueltas de carnero en pelotas en un programa de concursos en la hora peak de la estupidez televisiva. Todo vale… y los principios son temas para los asesores que hacen los spots o los discursos, ojalá cortitos y sin muchas esdrújulas, porque cuesta leerlos.

El gran riesgo para una democracia representativa es que no existan opciones de libre información. El gran poder de los medios en una sociedad mediática ha marcado que lo que no se conoce no existe y por eso vemos que políticos y hombres públicos viven verdaderas teleseries, sobre expuestos a los medios y echando al trajín lo que antes era, por ejemplo, una cadena nacional de fuerte impacto. Es el caso del Presidente Lagos, diariamente preparado para dar alguna señal o mensaje por la tele, circulando, además, como comentarista de diversos programas de radio en algo que seguramente aprendió de su colega mexicano, Vicente Fox, de formación y procedencia cocacolera, es decir marquetera por excelencia. Es la dependencia enfermiza de las encuestas de opinión, que llevan a la paranoia de los políticos y hombre públicos en general, ya que viven como frente a un imaginario espejo, estudiando gestos y despilfarrando tiempo que deberían gastar en trabajo callado, de bajo perfil, pero productivo.

El asunto es que cuando se abusa de los medios de comunicación, la autoridad se echa al trajín. Se va gastando la imagen del presidente, del ministro o del parlamentario y el sano debate conceptual que debe nutrir la democracia, pasa a ser reemplazado por efectos comunicacionales, altamente riesgosos, en los que un resbalón puede ser una gran caída de la cual no te puedas levantar más.

Desde esta tribuna independiente, un saludo en su ciento un número a The Clinic, que simboliza actualmente en los medios escritos nacionales, este grito de rebeldía que desnuda la hipocresía e inconsistencia de la coalición gobernante, de la cual me preocupo porque voté por ella y siento sinceramente que mal invertí largos años de esfuerzo para que los sinvergüenzas que treparon al poder defraudaran al cincuenta por ciento de lo chilenos. O al 70% si contamos a los que, viendo esto, decidieron no inscribirse. Buena por The Clinic y pronta recuperación a los periodistas cesantes de los diarios desaparecidos.

Posted by Periodismo Independiente, Tribuna ciudadana at 4:21 PM

sábado, julio 12, 2025

Las confianzas que debemos recuperar.

Las confianzas que debemos recuperar.

Cada día se expande el debate ciudadano en las redes sociales. Sin embargo, la dispersión de temas y la pretensión de liderar cada quien su red,  juega en contra de la coherencia que se necesita para dialogar con el poder político. En la historia de este decenio,  una variable sido la influencia de la farándula en los temas sociales, lo cual ha inflado egos y finalmente ha desvirtuado lasŕ ideas movilizadoras iniciales. Cuesta mantener una línea apegada a las ideas cuando el sistema, habilosamente, se traga a los líderes o los caricaturiza, alejándolos de sus perfiles iniciales. El dinero es un factor que ha jugado en contra de la organización del tejido social, porque ha metido cuñas en los movimientos.  La gente se queda con consignas y en vez de usar las plataformas para generar consensos básicos para.moverse en unidad de acción,  terminan al revés,  utilizados por los hastag que colocan los medios oficiales, llevando las tendencias de acuerdo a los intereses de tales medios, las líneas editoriales de sus dueños y el rating de cada programa en su propia dinámica.  Analizando el punto como  político y comunicador social,  creo que existe necesidad de conversaciones profundas, que generen comunes denominadores, nuevas confianzas y colaboración.  El respeto a la diversidad,  la democracia profunda que significa reducir en cada uno su pequeño dictador, es un camino que queda como un paso previo para establecer los puentes con el poder institucional.  La educación cívica pasa por escuchar,  sacar fuera las etiquetas superficiales y, con humildad, convencer al otro, en un sano intercambio de ideas. Confiemos en que esta propuesta republicana,  pluralista y aglutinante, pueda reconstruir esa masa crítica de líderes con manos limpias, que, a.mi juicio,  es el principal requisito para volver a caminar confiando en el otro ciudadano, vecino o compañero de ruta, camaradas todos en una nueva utopía. 12072005

miércoles, junio 18, 2025

La Asociatividad es una estrategia de colaboración

Reportaje para la #memoriaciudadana
Experiencias de asociatividad, alternativa de equidad.
Escribo este reportaje buscando conversar de la experiencia vivida en el plano de la cooperación internacional, la cual puede ser importante de conocer por las nuevas generaciones de profesionales. Se busca superar el agobio y demostrar que otro modelo es factible. Que la alternativa de una economía a escala humana, sustentable, no sólo es una urgencia de sobrevivencia frente la concepción depredadora, cortoplacista, que inspira los proyectos en la óptica neoliberal, sino que, además, es posible si se articulan voluntades y compromisos, con lealtad y sueños.

Escribo esta crónica como autor especializado en Comercio Internacional y Negociaciones Internacionales. En un aporte a esta compilación de #LaMemoria , retomo a efectos de este reportaje la experiencia desarrollada como consultor en proyectos relevantes que Chile debe preservar. Hay aristas poco comentadas, quizá por el ámbito técnico jurídico que implica su abordaje, como lo son la Gestión Pública, las Políticas de Comercio Exterior y las Relaciones Internacionales. Creo importante aportar testimonialmente lo que desde estas disciplinas me ha tocado vivir.

Como profesional aduanero, Administrador Público con Mención en Administración Aduanera de la Universidad de Chile, 1970, soy actualmente Especialista Senior en Aduanas y Negocios Internacionales, Valoración Aduanera y Minería. Con 52 años de vida profesional, he alcanzado una expertise que va de lo técnico a lo político, con experiencia en proyectos público privados en diversos países de América Latina y el Caribe. En los dos periodos servidos en la Aduana chilena, sumando 24 años, he asumido roles directivos y de staff. Estuve 10 años en la Gerencia de Exportaciones en el sector privado, en Argentina y Chile; luego 18 años transcurrieron en organismos de cooperación Internacional, desarrollando misiones y proyectos por distintos países de América Latina y el Caribe, compartidos con la Cátedra y la Autoría especializada en Comercio Internacional. Las circunstancias de lo vivido explican esta diversidad. A los 23 años, 1973, hubo que reinventarse y mi decisión fue jugar con mis capacidades en un mundo abrupto que demolía sueños y utopías, pero sin recurrir al exilio ya que eso significaba cortar lazos de manera indefinida con mi tierra y mi familia.

Siempre he tratado de mantener los principios y ser consecuente con ellos. Como exonerado político del Servicio Nacional de Aduanas, a partir de febrero de 1974, mi opción fue insertarme laboralmente en mi espacio profesional y lo logré en Buenos Aires, postulando a través del diario Clarín a sendas búsquedas gerenciales, las que gané compitiendo lealmente . Al volver a Chile, en 1982, asumí recién que estaba en la lista negra de la dictadura, lo cual junto con ser un alto honor, me obligó a buscar opciones a nivel internacional. En el periodo 1985-1995, participo como Consultor del Centro Interamericano de Comercialización, CICOM-OEA, agencia especializada que era en sí misma una alianza estratégica entre el gobierno de Brasil, la Fundación Getulio Vargas y la Organización de Estados Americanos, con el fin de apoyar el desarrollo de proyectos asociativos, cooperativas, consorcios, joint ventures, prestando asistencia técnica a instituciones de gobierno, cámaras empresariales y universidades, apoyando proyectos basados en la colaboración, como facilitador o articulador de entendimientos exportadores
.

En Chile fui parte del Proyecto la Política Internacional de Chile en los Noventa y muchas propuestas basadas en colaboración, industrialización y cooperativismo exportador, fueron despreciados por los gobiernos de la Concertación, por las élites que adoptaron y se aliaron con el modelo concentrador del neoliberalismo. Frente a esta frustración política en el Chile de la transición, volqué mis esfuerzos de Consultoría en ALADI, el PNUD y el BID, desarrollando misiones para modernización aduanera, para generación de políticas públicas de promoción de exportaciones; organización de proyectos asociativos; organización de consorcios en distintos países de la región, en contextos políticos muchas veces de gran riesgo, pero sin cejar en el avance la cooperación con gran mística y compromiso.. Muchas veces vi pasar gobiernos, Ministros de Hacienda y hasta Presidentes de la República, pero como la concepción de la cooperación era de Estado, los buenos programas y proyectos flotaron pese a las turbulencias.

En ese contexto, tuve la suerte de abrir espacios desde la opción asociativa en materia de negocios internacionales y políticas de fomento a las exportaciones. En los 90 el mundo vivía el embate neoliberal. La globalización era el nuevo paradigma. ¿Cómo procurar que las economías intermedias, productivas y manufactureras de mediano porte, pudieran internacionalizar sus proyectos sin ser absorbidos por gigantes globales, buscando un ensamble adecuado a la realidad de las pymes, a una escala humana y sustentable?

El CICOM fue el organismo que sirvió de escuela para las élites empresariales de las cámaras de comercio, a los académicos de ciencias empresariales y economía, para desmantelar los dogmas del modelo global neoliberal, el cual ha procurado enclaves para la extracción de productos básicos. Enseñar marketing internacional a los sectores medios y acompañar sus experiencias reales, diseñar proyectos de oferta exportable, construir canales de comercialización, lograr la inserción en nichos construidos o identificados con una impronta de colaboración, negociación por proyectos, ganador-ganador, con integración de energías públicas, privadas empresariales, académicas, en relaciones de largo plazo y beneficio compartido, todo eso y mucho más fue la experiencia que pude desarrollar desde 1986 hasta el año 2002, cuando me reintegré al Servicio Nacional de Aduanas.

Para lograr una comprensión de la experiencia del CICOM OEA debo recordar el liderazgo del Dr. Juan Luis Colaiácovo que fue organizando una sólida red de expertos que trabajamos con él en el desarrollo de consultorías en toda la región. Desde Río de Janeiro, Fundación Getulio Vargas, la gran amiga Matilde Ellis era el corazón de Centro, pues era quien organizaba los eventos moviendo los equipos de consultores en derroteros logísticos que nos llevaban a localidades rurales increíbles, al mundo de las provincias o regiones interiores de los países, muchas veces en viajes reiterados para ir acompañando determinados proyectos, enseñando a formular esos proyectos de verdad, negociar con los socios estratégicos. Los brillantes y didácticos libros que producía el CICOM, permitieron generar una masa crítica en la dirigencia latinoamericana, con legados efectivos y diversos que le cambiaron la vida a muchas comunidades

Fui parte de esa alternativa en el periodo 1985-1995, como Consultor del Centro Interamericano de Comercialización, CICOM-OEA, agencia especializada que era en si misma una alianza estratégica entre el gobierno de Brasil, la Fundación Getulio Vargas y la Organización de Estados Americanos.

Rescatando casos relevantes y apasionantes, puedo enlistar títulos que después me gustaría profundizar, tal vez en conversatorios interactivos, que puedan ser motivadores para demostrar que es posible la colaboración, la sustentabilidad.

Parto hoy contándoles una experiencia que se ubica en tiempos políticos muy duros para Colombia, pero que se circunscriben a un espacio local, lo que permitió ser una isla en medio de un mar de violencia en ese país.

-El caso triple A de Barranquilla: Frente a una realidad de alta corrupción y mal servicio en Agua, Aseo y Alcantarillado, la ciudad cansada de los partidos tradicionales elige a un candidato que antes había sido cura guerrillero, un militante en la izquierda de Colombia. Pero lo eligen porque es una persona íntegra. ¿Qué hace inteligentemente el nuevo Alcalde? Su legitimidad era su honestidad personal y resultó elegido por un voto castigo a los partidos tradicionales que habían corrompido a la empresa de Agu
Aseo y Alcantarillado, generando una situación insoportable para la población.

¿Qué hace el Cura Bernardo De Hoyos? Llama a los jóvenes profesionales de la Cámara de Comercio, de formación ideológica basada en el capitalismo, y les pide hacerse cargo de una nueva empresa que atendería en la ciudad los servicios sanitarios. ¿Cuál fue la impronta?

Se gestó un proyecto asociativo con la creación de una nueva empresa, la Triple A, que emite acciones. La estrategia fue invitar a la gente a pasar a ser codueños de la empresa que los atendía, realizando una supervisión territorial directa de la calidad del servicio. Con un aporte aplicado en la cuenta mensual, los vecinos pasaron a ser dueños y fiscalizadores de la calidad de servicio, ayudando a controlar el uso de camiones de aseo, el control del agua y el mejoramiento de la infraestructura de la ciudad. En pocos meses esta alianza estratégica funcionó positivamente, el usuario ya no se sintió esquilmado, los precios se manejaron con transparencia, la comunidad asociada en el proyecto colectivo comenzó a sugerir mejoras para la distribución, la calidad del suministro, la mejora de los colectores, en obras que la gente conocía y podía controlar.

Tan bien le fue al proyecto que de la red construida surgieron nuevas posibilidades de cooperación. Las energías de las cámaras empresariales, más la participación activa de la sociedad civil, permitió al municipio superar el pésimo servicio histórico y un clima de confianza mejoró el ánimo de la ciudad. Las negociaciones para convencer a los usuarios de pasar a ser dueños del proyecto y su mejores evaluadores, fueron acompañadas por Consultores del CICOM OEA, entidad que permanentemente apoyaba al desarrollo de los sectores medios de los países. En este caso se apoyó la creación de este proyecto asociativo, a través de la empresa Triple A, en donde los gestores fueron profesionales jóvenes, no contaminados por la corrupción, que trabajan gremialmente en la Cámara de Comercio de Barranquilla y el Municipio que debía entregar servicios de calidad a la ciudad. Superando posiciones ideológicas, se pudo comprometer esfuerzos con transparencia y compromiso con la ciudad.

¿Se imagina Ud. que en vez de haber entregado el monopolio de las sanitarias a empresas extranjeras, Chile hubiese organizado proyectos sustentables con socios usuarios de los servicios, capaces de articular fiscalización y proactividad? Creo que las tarifas serían más bajas, no habría pago de coimas a políticos y el servicio funcionaría bien.

Tengo muchas otras experiencias en organizar Consorcios de Exportación, entre otros, : Chompas de Alpaca de La Paz y alianza estratégica con ONG alemana; productos regionales del Salvador y la organización de góndolas asociativas en supermercados de Miami. La experiencia del Banco Industrial del Perú: promoción de Oferta Exportable PYME y casos exitosos. Enuncio casos en donde la apertura de los mercados permitió apoyar la internacionalización de empresas de mediano porte, que unidas podrían conformar lotes de oferta exportable manejables en mercados identificados, lo cual les permitía funcionar con relativa autonomía en sus exportaciones, soportando las presiones de los gigantes planetarios del retail. Proyectos con un transfondo cultural basado en la colaboración y la reciprocidad. Durante los noventa el Estado abandona la promoción industrial y la asistencia técnica se distorsiona. La banca abandona un rol de promoción de negocios pymes y favorece la concentración económica.

Pese a lo cual, los emprendimientos que nacieron basados en la colaboración han permanecido, sobreviviendo a la desprotección política que han sufrido. En los equipos nuevos, incluso del llamado progresismo, por influencia de su formación, imperan criterios individualistas ortodoxos, menospreciándose la asociatividad o considerándosela como una alternativa utópica. Para quienes hemos protagonizado emprendimientos reales que cubrieron en sus retornos las necesidades del grupo, reconociendo experiencias fallidas, podemos demostrar que, con voluntad política y ética pública y empresarial, otro mundo es posible, sin abusos, en colaboración y transparencia.

Hernan Narbona Veliz Periodismo Independiente @hnarbona en Twitter. 28.09.2022.

jueves, mayo 15, 2025

NO NOS ACUSEN DE POPULISTAS


“NUIT DEBOUT, no nos acusen de populistas” 
El populismo es una forma de gobernar que se centra en el clientelismo, en la demagogia que permite captar electores con promesas de bienestar que son imposibles de cumplir, que busca captar adhesión de manera cortoplacista, evitando siempre hablar de deberes,  esfuerzo o sacrificio, pero sí de derechos y beneficios. 
Cuando la política partidaria está centrada en mantenerse en el poder, las ideologías o las cosmogonías de sociedad pasan a segundo plano. En vez de utopías que expresen visiones de mundo, encontramos un pragmatismo mercantilista que esgrime el marketing electoral, que acuña eslóganes atractivos, que usa discursos híbridos que admiten lecturas diversas con tal de llegar en forma atractiva o engañosa a diferentes segmentos de la población. Los partidos se convierten de ideológicos en instrumentales y controlarlos es el primer objetivo de los animales políticos, pues con ello manejan todo el andamiaje institucional del país.
El demagogo es todo lo contrario de un Estadista. Es un peón del poder que se especializa en encantar multitudes para su propuesta. Se genera así,  en el imaginario popular, un producto intangible, que se va estructurando a través de los medios y esto lleva a que se levanten ídolos prefabricados, en una comedia que dirigen los poderes reales que están tras bambalinas. La sociedad mediática es la sociedad de la imagen, la expresión superlativa del marketing político, que genera fantasías de sociedad, lenguaje oficial en el cual se mueven individuos y organizaciones, empresariales o políticas, con obsecuencia al sistema, legitimando situaciones que se alejan definitivamente del bien común o del ideario de instituciones de servicio público que apuntan a ese bien de todos, por encima de intereses particulares. 
La globalización agregó a estos escenarios la difuminación de las fronteras y la relativización del Estado Nación, con acuerdos internacionales que buscaron en las últimas décadas consolidar un sistema neocolonial, donde las potencias imperiales dejan de ser otros Estados para pasar a conformar un poder supranacional de gigantescas corporaciones, que postulan su propio modelo de sociedad global, centrada en la concentración de la riqueza, la fuerza y las decisiones políticas y económicas a nivel planetario. En este contexto, se ha ido escamoteando soberanía popular a las sociedades nacionales y su máxima expresión que era el Estado, pasa a ser controlado, ocupado, distorsionado por los poderes fácticos que integran aquel orden mundial corporativo.
Frente a esta realidad, casi desde las catacumbas surgen los movimientos ciudadanos planetarios, que, evitando el anarquismo y el nihilismo, buscan escapar del yugo corporativo, oponiendo corrientes de solidaridad, propuestas contestatarias que llegan a los fundamentos de la pirámide de Maslow, necesidades fisiológicas y de seguridad, como son la defensa de la sobrevivencia, de la tierra, de la vida, de una alimentación sana, de la salud y la educación, para lograr sociedades libres y sustentables, en armonía con el planeta. 
Hoy se está desarrollando en la Plaza de la República en París el Movimiento de los Indignados, Nuit Debout (literalmente, «noche en pie» en francés) movimiento social francés surgido el 31 de marzo de 2016 como parte del movimiento contra la Ley del Trabajo —loi travail—, y extendido a otras ciudades francesas. La agenda de puntos que consolida este tipo de movimientos es amplísima, pero, en lo medular, se resume; el agotamiento del sistema de neoliberalismo global imperante. Este movimiento, informal y «sin etiquetas», se propone construir una «convergencia de las luchas». Organizado en comisiones (coordinación, logística, recepción y serenidad, comunicación, etc.), las tomas de decisiones se hacen por consenso en asambleas generales. Estas ocupaciones de lugares públicos recuerdan a las que protagonizaron a partir de 2011 los Indignados en la Puerta del Sol de Madrid, la Generación de los 700 euros en la Plaza Síntagma de Atenas o el movimiento Occupy en Estados Unidos. 
En Chile, esta reacción ciudadana es similar, emergente a partir de los propios conflictos que ha causado el modelo y que estamos viviendo agudizados con los fenómenos climáticos que nos han golpeado. Pero, definitivamente, hay un descontento visceral que revienta por doquier.
El sistema oficial dominante, que maneja los partidos políticos oficiales y que juega a mantener el statu quo, trata en forma despectiva a cualquier movimiento alternativo emergente, arrogándose la seriedad, la estabilidad y la gobernabilidad, entre otros atributos. Sin embargo, esos partidos oficiales que comparten amigablemente el poder, participando de los mismos financistas, con vasos comunicantes entre negocios y política, no dimensionaron la fuerza solidaria que pueden alcanzar los movimiento sociales. 
La situación presente cruza el movimiento de Chiloé y de resistencia del pueblo mapuche en la Araucanía con los movimientos globales. No fue casual que en la reciente gira por Suecia e Inglaterra, se produjeran funas masivas a la  Presidenta Michelle Bachelet. Las redes sociales están actuando y podría darse una participación masiva en las próximas elecciones que se levante con la bandera de voto castigo a los políticos que han estado involucrados en actos de corrupción. Canalizar en las elecciones municipales un voto alternativo que apunte a candidatos jóvenes que tengan un historial de manos limpias, puede ser una respuesta enérgica a las élites apernadas al poder y sus malas prácticas. Así, quienes se acerquen a la línea alternativa que se define en términos globales como rupturista del sistema neoliberal agotado, podrán tener opción de poder, metiendo una cuña en el duopolio que lleva casi 30 años en el poder.
Sin embargo, para evitar la despectiva y descalificadora expresión oficial de populistas, esas fuerzas críticas de la corrupción actual, deben levantar una propuesta económica viable, anclada en el hombre y el respeto a la naturaleza. En este contexto de principios, luchar por rescatar la República, generar relaciones exteriores que recuperen soberanía para Chile, generar políticas de desarrollo dirigidas por un Estado Responsable en vez de Subsidiario, implementando una descentralización política que fije regiones empoderadas, que desconcentren el poder presidencial actual para que se generen en las regiones políticas  ambientales de preservación, desarrollo de los sectores medios con estrategias de financiamiento y coinversión público privada donde un Estado Probo vele por el bien común. 
La complejidad de consensuar los lineamientos de una alianza popular que no se disperse en voluntarismo, exige que se pueda generar para el país una propuesta de emergencia nacional, donde la unidad se alcance con un pacto social que plantee las grandes tareas  y sacrificios que haya que desplegar como sociedad para recuperar dignidad, con libertad y justicia.
 
Periodismo Independiente, 15 de mayo de 2016 @hnarbona en Twitter.Una mirada libre a nuestro entorno

domingo, mayo 11, 2025

¿A dónde marcha el amigo?


¿A dónde marcha el amigo?

Hernán Narbona Véliz, Valparaíso,10 de mayo 2025.

Con un carrusel de acontecimientos que se precipitan en los mensajes que postean los personajes de una verdadera serie distópica, se va articulando la caída o el desmonte de un sistema global, en donde, desde 1990, tuvimos una superpotencia hegemónica, que impulsó la globalización, la misma que ahora le pega como boomerang.

En los noventa, el orden mundial, centrado en la Organización Mundial del Comercio, tuvo el sesgo de minimizar la injerencia de los Estados en la economía, procurando la desregulación y la transferencia de soberanía a instancias supranacionales en las que el Estado pierde su inmunidad y debe ser tratado como un agente económico más, frente a las corporaciones multinacionales, las que se aseguran así un dominio de facto, que preserve sus intereses.

Esa ha sido crudamente la globalización, vestida de la falacia de “libre comercio”, pero escondiendo la concentración de la riqueza en un conjunto de agentes financieros especuladores, que están por encima de la economía real, de la industria,  la agricultura y los servicios. Nuestro país ha sido el modelo en que se ha aplicado, dictadura mediante,  el neoliberalismo a ultranza, con un cuerpo constitucional que estableció el Estado Subsidiario, el que ha debido renunciar a una planificación indicativa mínima, conducente a un desarrollo racional, porque todo lo que sea negocio debe ser manejado por los privados, por el mercado.

Sin embargo, en estos momentos históricos, el propio EE.UU. ha emprendido el desmonte de la globalización, porque como Estado ha sufrido el vaciamiento de su industria y ha debido superar las crisis bursátiles sucesivas, en especial la de las sub-prime del 2008, yendo la Reserva Federal al salvataje de la banca, lo cual ha significado imprimir papel moneda, aumentar desmedidamente el déficit fiscal, emitir bonos de deuda y colocarlos en los mercados. Esa impresión de dólares sin respaldo, más la deuda soberana, más una balanza comercial totalmente desequilibrada, con un gasto en seguridad por el mantenimiento de más de 80 bases militares en todo el planeta; ha significado que la economía norteamericana esté al borde del colapso. Trump, en su primer mandato, inició la guerra comercial contra China, que junto con ser el mayor proveedor de bienes de consumo es, al mismo tiempo, tenedor de la mayor cantidad de sus bonos soberanos. Cuando en estos primeros cuatro meses, Trump las ha emprendido con una guerra arancelaria, lo que ha producido en el mercado interno, es desabastecimiento de mercancías de consumo masivo y el efecto de una contracción económica interna con precios disparados que amenazan en el corto plazo con una gran estanflación. Porque los aranceles no van a hacer aparecer, de la noche a la mañana, una industria sustitutiva de importaciones, porque Estados Unidos está recibiendo el resultado de su propia medicina, haber desregulado los mercados de capitales y propiciado la instalación de empresas fuera de su territorio, porque eso hacía más jugoso el negocio de sus corporaciones.

En el contexto geopolítico, Trump busca detener la guerra de Ucrania, pero con la crisis de deuda, que está allí como espada de Damocles, lo que en definitiva busca es un repliegue estratégico, volcarse hacia dentro, lo que significaría repatriar industrias a su país, pero ello es una expresión de deseo, ya que las condiciones objetivas de su mercado interno muestran una falta de personal calificado para los nuevos estándares de automatización y uso de inteligencia artificial, donde China ha ganado una enorme distancia.

La realidad muestra que el mundo multipolar que quería frenar Estados Unidos, avanza sin pausa. Los BRICS van ampliándose y China está encarando la guerra arancelaria con venta de los bonos de deuda y la implementación de sistemas logísticos globales que evitan el bloqueo de Estados Unidos. Las amenazas que se han escuchado en los escenarios de la geopolítica mundial, van variando según se va desarrollando la guerra en Ucrania, oriente medio, India-Pakistán. El Día de la Victoria del 9 de mayo, se celebró en Moscú, mostrando un amplio respaldo a Rusia de potencias importantes, como China, India, Eslovaquia, Brasil.

En estos momentos la invitación de Putin es directamente a Ucrania, a iniciar conversaciones en Estambul el 15 de este mes, pero sin un alto al fuego antes que esas conversaciones se inicien. Por otra parte, la asunción del nuevo Papa, León XIV, Robert Francis Prevot, norteamericano, con segunda nacionalidad peruana, incorpora un nuevo elemento al complejo tablero mundial y, con su primer mensaje, se percibe un compromiso por alcanzar la Paz, en la misma línea del Papa Francisco, quien también intentó mediar para frenar la guerra en Ucrania y la invasión a Gaza.

En Chile, se advierte una falta de debate público sobre el margen de maniobra que podrá tener el Estado de Chile en este contexto de cambios profundos en el orden mundial conocido. Somos un país fenicio, con tratados de libre comercio con más de 60 países, pero todo eso es ahora incierto. ¿Qué medidas se están previendo para un escenario en donde las cadenas de suministro se rompen y crecen la incertidumbre y los riesgos de guerra?  ¿Alguien ha explicado lo que puede pasar con los fondos de los afiliados a las AFP en caso de un colapso en la bolsas mundiales? ¿Cómo soportar las presiones que existirán de seguro, para alinearnos en una guerra que no es nuestra y que rechazamos?

Abramos conversaciones desde la sociedad civil, en este momento crucial.

Una mirada libre a nuestro entorno

jueves, mayo 01, 2025

CONVERSACIONES POR LA VIDA


Hace 5 años, en medio de la pandemia, en una acción ciudadana de resistencia, comenzamos a conversar, en un podcast que fuimos compartiendo en mi canal de Youtube. Dejo ahora esta columna que contextualiza ese momento histórico y quizá hoy, de manera casi patética, este mensaje nos inste a recuperar los espacios perdidos y salir de esta desesperanza aprendida que se siente en el ánimo de los chilenos, como consecuencia de tantas frustraciones y traiciones acumuladas en el alma ciudadana. 

La intención es provocar desde la sociedad civil, una acción proactiva que parta por escucharnos y unirnos en el interés general con sentido común, deponiendo egos, sectarismos o fundamentalismos que solo nos dividen. Recuperar la política desde lo social, hoy monopolizada y mercantilizada por élites en franca decadencia moral. 

Conversaciones por la Vida.

Realizar el ejercicio catártico de conversar, de romper distancias y esgrimir vivencias, compartiendo historias comunes, inter generacionales, ha buscado romper el síndrome de la soledad, que nos puede sumir en el agobio y la pena. Significa mucho más que un ejercicio de sobrevivencia, ya que es levantar la palabra para construir nuevas realidades, sentirnos que en ese tejido de comunicaciones podemos recuperar libertades y proponer rebeldía. Porque si se sueña realidades para salir del túnel, asumiendo las dificultades y amenazas que enfrentamos, las palabras que cruzamos expresan deseos y aspiraciones que entre todos podemos viabilizar.

 Sabiendo que nada de lo que ocurre es casual y que la ciudadanía (entendida como estamento transversal consciente de sus deberes y derechos en la vida en comunidad) tiene el desafío de recuperar su poder de decisión, buscando generar desde la sociedad civil, ideas fuerza que reflejen el interés general, que se esfuerzan por no ser utópicas, sino realistas y de sentido común, aunque apuesten a escenarios que pueden ser de baja probabilidad y que siempre irrogarán sacrificios y generosidad para asumirlos.

En medio de un torbellino, lo más certero es la muerte, pero, procurando imaginar que podemos vencer los determinismos y alejarnos de la fatalidad, con energías extraídas de la fe y la templanza, nos queda el deber de intentar la construcción de un mundo que valga la pena vivir, pensando en nuestros hijos, nietos y bisnietos.

En el ciclo de Conversaciones por la Vida hemos buscado escapar del tedio conformista que puede provocar el confinamiento y compartir sueños pequeños, que en su sumatoria cobran la fuerza de ese espíritu colectivo que no se resigna a la esclavitud y lucha por causas nobles y vivificantes. El sentido común que nos llama a deponer individualismos, conveniencias, cálculos, para trenzar las cadenas de colaboración, de amistad, de valores compartidos, todo lo cual debiera traducirse en mirar a lo elemental, a eso simple que hoy nos falta, a esa libertad soberana que significa cortar amarras y bregar como comunidad por un sistema que sea digno, aunque materialmente sea mucho más pobre que el mundo que nos tenía encandilados.

El sentido de pertenencia a una pobreza digna, solidaria, justa, debe partir desde la base social, para recomponer un tejido fragmentado por el sistema neoliberal, empezando desde esta contingencia un arduo trabajo por la sobrevivencia. En esos términos, volver las miradas a lo territorial inmediato, requiere entender la política mundial y su desarrollo, cómo se están desarrollando los conflictos por el poder mundial y, a partir de allí, tratar de entender que todas las certezas con que partimos el año 2020 se han desmoronado y un tiempo distinto surgirá después de la pandemia.

Ante el surgimiento de un nuevo orden mundial

 Estamos presenciando la reestructuración del orden mundial y los países se refugian en sus territorios, asumiendo la fragilidad de la interdependencia en medio de una guerra comercial que ha escalado a una guerra sórdida, en donde se dispersa el poder mundial de los Estados y aparece la ofensiva de los intereses multinacionales, que están por encima de la dimensión intergubernamental, propiciando un gobierno mundial, en donde los países deberán subordinar aún más sus soberanías y sus procesos de integración regional, para resignarse a un orden emergente que consolidaría los intereses financieros globales, lo cual ha sido evidente en el intento por aprobar el TPP11, del cual Donald Trump se salió y en Chile se logró posponer gracias al movimiento social del #18O. Esta realidad no aparece en los medios oficiales porque las mayores cadenas noticiosas del mundo son propiedad de los grupos corporativos que se fusionan en la Trilateral Commission y el grupo Bilderberg, donde se reúnen los hombres más ricos del mundo, para planear acciones que luego implementan a nivel global.

Las masas han sido permanentemente manipuladas, a la vez que reprimidas cuando se han alzado con proyectos que amenacen ese poder mundial. Hoy estamos viviendo una pandemia, pero en sus vísperas, la ciudadanía mundial había recuperado protagonismo político, en Francia, Hong Kong, España, Colombia, Perú, Brasil y Chile. En esta etapa de pandemia, son muchas las preguntas sin respuesta que dan vueltas a nivel mundial. ¿Ha sido el Sars 2, Covid 19 un producto de ingeniería genética? ¿Es una pandemia creada para romper una burbuja creada por los capitales especulativos que son parásitos de la economía real? ¿Existe una acción malthusianista para reducir la población mundial? ¿Es la situación de excepción que vivimos un complemento que permite la pandemia para reprimir la explosión social, negando a la ciudadanía una salida soberana que genere un nuevo orden social que atienda al bien común y termine con los privilegios de las élites dominantes?


Conversar para insertarnos con soberanía y dignidad en el nuevo mundo

Ser bombardeados por el miedo podría permitir que la gente resigne sus derechos sociales y sus libertades cívicas a cambio de poder sobrevivir a la pandemia y a la etapa ulterior. En la dura realidad enfrentamos una pobreza profunda en amplias mayorías de chilenos, donde los sectores medios se pauperizan, sin tener derecho a ninguna ayuda efectiva de salvataje, es necesario conversar sobre el modo de vida que surgirá después de esto. Y acá es importante la experiencia compartida, el enfoque multidisciplinario y multivariable del problema. Ya el grueso de los chilenos veníamos organizando una salida a través del cambio de la Constitución Política, espacio que se logró en la calle y que la clase política lleno de letra chica y de trampas, pero que hoy está en riesgo, con la excusa de la pandemia y la recesión consecuente.

El gobierno se ha desnudado en su ADN más de ultraderecha y ha buscado criminalizar y apagar la protesta social. En Chile el período cuarentenario, el confinamiento, ha sido en verdad voluntario y las fuerzas sociales, como el Colegio Médico y los trabajadores de la Salud y la Educación, han llevado la voz de oposición técnica hacia medidas tardías o débiles, que han priorizado la continuidad de los negocios, antes que la vida. Y, volviendo a legitimidad del poder a los espacios locales, han sido los Alcaldes los interlocutores más confiables para la población. En términos de medidas de apoyo, las que se han implementado han fortalecido a la banca y los grandes grupos del retail, pero, al extenderse la pandemia, se viene, como pólvora seca, una etapa de desesperación de los sectores desprovistos de ingresos, que ven multiplicar sus deudas y sumergirse en una impotencia de volver a supuestas normalidades. La economía de crecimiento ilimitado ha muerto y lo que ahora se sincera y extiende, es la precariedad de la red social, principalmente para los sectores medios, comerciantes, profesionales independientes y trabajadores por cuenta propia, que arrastran la realidad de venir con una deuda que consume el 70% de sus ingresos.

En función de lo cual, la salida cívica es perentoria y hay que asumir que la reacción se escudará en el régimen de excepción y la pandemia para que ello no fluya. Conversar por la Vida significa enfrentar la cultura de la muerte donde habría chilenos desechables, en zonas de sacrificio, en el campo que sufre la sequía y la usurpación del agua, la que llega racionada por camiones aljibes, todos chilenos pobres, que podrían estar condenados a muerte. Conversar por la Vida es asumir una responsabilidad política para actuar proactivamente para que el engranaje social siga cuidando a los más débiles, preparando en los espacios comunales acciones de protección, como mejoramiento de barrios, desmalezados, sanitización, con personas cesantes que puedan obtener algún mínimo ingreso durante la crisis.

Conversar para un compromiso por la Vida en Chile.

No podemos permitir que el hambre, el resentimiento o la ira, dominen las decisiones del movimiento social, sino tratar de canalizar toda esa energía hacia sentimientos de honesta colaboración, defensa local y autocuidado, integrándonos en las Juntas de Vecinos, Colegios Profesionales, Sindicatos, para ejercer la soberanía popular en ayuda mutua y también en colaboración frente a la delincuencia en los barrios. Es decir, el movimiento social debe mutar de la marcha y el graffiti hacia la acción social responsable, demostrando que no somos una montonera sino una comunidad que asume su responsabilidad y genera espacios para ejercer un poder popular de sentido común, como interlocutores válidos  de los alcaldes, sin clientelismo alguno, de manera inclusiva, pero con disciplina, en donde las prioridades que se tomen, se respeten. Una ardua tarea es consolidar y mover de manera ordenda a una ciudadanía que viene enferma de individualismo, anomia y desconfianza. Hacer política desde la base social es un camino lleno de trampas y malas prácticas que se debe erradicar. De esto hay que conversar, con vecinos, profesores, psicólogos, sociólogos, servidores públicos, trabajadores sociales, comerciantes, gremios y sindicatos.

Conversemos por la Vida en todo el engranaje social, partiendo desde las familias, en sus diversas formas y expresiones, en cada grupo familiar, en los diversos niveles, espacios o territorios, partiendo de lo inmediato hasta llegar a un sentido espiritual y planetario de la existencia. Pasar esas dimensiones, significaba que podremos cruzar visiones, por actividades y roles, para hacernos una idea de los escenarios que deberemos enfrentar. Abrir la mente para entender el torbellino. Antes, todos teníamos ciertos grados de certeza, pese a que siempre trataron de manipularnos con el manejo mediático. Conversar significa sentirnos ciudadanos, planteando miradas desde distintas ópticas, pero todos apuntando al interés general.

Sin duda, conversar es difícil al principio, pero el lenguaje crea realidades y de nosotros depende hacerlo, con mente abierta, escuchando, formándonos cada cual su propia opinión, pero buscando comunes denominadores para ordenar la convivencia que viene. Por décadas, hemos sido movidos a la pasividad y el individualismo. Pero en períodos de emergencia, incendios, terremotos y ahora esta pandemia, somos capaces de sentarnos con el adversario y dar una nueva mirada al conflicto, para escuchar y dar razones, logrando ganar en respeto mutuo primero, y en consensos básicos luego.

Los seres humanos hemos asumido nuestra indefensión y la necesidad de recomponer nuestras relaciones humanas como seres gregarios, que debemos colaborar para convivir en paz, en equilibrio. Superemos situaciones de dominación que agobian nuestras mentes y espíritus, seamos capaces de rechazar derroteros no deseados, alcancemos la libertad de no caer más en la obsecuencia, esa doblez espiritual que nos alejaba de los valores que traíamos desde la esencia de nuestras familias y barrios, recuperemos esos valores y principios de respeto mutuo, solidaridad, colaboración y compromiso con el bien común, resignando egos y protagonismo. Conversemos para que cambie el ánimo de nuestros barrios, de nuestra ciudad, conversemos para darnos los abrazos que extrañamos, para sacar todo lo fatuo de la convivencia y forjar entre todos un país para todos, que pueda mantener su dignidad en la comunidad internacional.



Hernán Narbona Véliz, Periodismo Independiente, 26, Abril 2020.

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